Algunos de mis verdaderos amigos y amigas, así como familiares,
me han expuesto la idea de que, en el futuro, edite en
forma de libros los escritos que he publicado en la prensa.
Luego de analizar el consejo de las personas de mis afectos, y
comprender que “nadie ha tenido a los dioses tan a su favor
que pueda prometerse a sí mismo el día de mañana”, en vista
de que mi porvenir está en el día a día, decidí aceptar la sugerencia
y comenzar a recoger en diferentes textos lo que ya he
desarrollado en los medios de comunicación.
Carmen lleva a cabo esa búsqueda constante y apasionada de la libertad a través de la poesía; un medio que, por excelencia, le dispone las herramientas para labrar su propio mundo y sus libertades. A través de la lírica intenta comprender su propia incomprensión del mundo; sanar de una vez y por todas las viejas heridas; aprender mientras desaprende; reencontrarse consigo misma a la vez que descubre que al buscarse en otros no ha hecho más que perderse, entendiendo que nadie más que ella puede salvarse. Mi pequeño infinito es, por tanto, la infinita lucha, la infinita búsqueda, el infinito descubrimiento.
Este transparente poemario se divide en cuatro capítulos; tal vez cuatro etapas en la vida de la autora, o cuatro versiones de ella misma que se intercambian frecuentemente o forman interesantes híbridos. Aun cuando parece escribir para alguien más, no deja de escribir con énfasis para sí misma. El lector, entonces, disfrutará tanto de aquellos versos que le aluden directamente como de aquel diálogo que empieza con las «Palabras introductorias» y concluye con el poema «Humanos».
Todos tenemos una historia que contar. En mi caso, ni
siquiera sabía que la mía existía, pero descubrí algo
esencial: nos salvan. Nos salva la cotidianidad, las
personas que vienen y van, la presencia, el aquí y ahora.
Para mí, el descubrimiento más profundo fue entender
que mi hogar era un refugio compartido con Él. Me salvó
comprender que soy mis propios brazos, mi refugio y mi
equipo. Me salvó el poder expresarme y narrar historias
de salvación donde Dios siempre estaba allí, llegando al
rescate. Cada día, el mayor relato de salvación se tejía en
mi vida, sin que supiera siquiera que tenía una historia
que contar. Las grandes historias, Su voz y el arte me
salvaron.
No busco que te conformes con mi experiencia; te
ofrezco un reflejo de cómo, si a mí me salvaron, tú
también puedes encontrar tu camino hacia la casita que
eres. Este libro no es un manual; es una exploración
personal que revela cómo las sombras de mi historia se
transformaron en luz y libertad, guiada por la mano de
Dios. Es una invitación a adentrarte en tu propia verdad, a
encontrar tu hogar interior y a descubrir cómo las
historias y el arte pueden ser un refugio profundo y
sanador. ¡Vamos a casa!
¿Qué pasa cuando el destino se empeña en unir dos almas destinadas a estar juntas a pesar del tiempo y las circunstancias? Mil veces contigo es una cautivadora historia que te sumergirá en un torbellino de emociones y te llevará a través de los años, desde el primer encuentro hasta el reencuentro inevitable. Lara Núñez y John Álvarez se cruzan en una parada del bus camino a la universidad en 2005, pero las circunstancias y sus propias dudas los separan. Sin embargo, el destino tiene otros planes para ellos. A medida que los años pasan, el recuerdo del otro se aferra a sus corazones, guiándolos de regreso como en sus sueños, donde reviven episodios de vidas pasadas.
Los cuadernos de Manuel son una serie de escritos realizados durante mas de 40 años. Desde niño me ha fascinado la idea de escribir mis pensamientos. Un buen día, unos amigos me introdujeron a las ideas de George I. Gurdjieff. Pronto entendí la relevancia del idioma en la comunicación y lo fácil que es malinterpretar y ser malinterpretado . Así que empece a estudiar todo lo que podía acerca de las palabras. A medida que mis esfuerzos daban resultados, mi entusiasmo crecía exponencialmente. Tuve la suerte de que una prima cercana es una experta en la materia y, con su ayuda, comencé a darle forma al trabajo a tal punto que culmino en un libro: El mundo de las palabras.
La poesía tiene mucho que agradecerle a los desvelos. Pues esas noches en las que la imaginación divaga entre añoranzas y ansias, suelen ser de provecho literario para los poetas. Un ejemplo de lo antes dicho, es: Mis Noches de Desvelos, poemario de la autoría de Luis Apolinar Ulloa Rodríguez.
Aquí el bardo nos hace partícipe de su mundo, a la vez que premia el nuestro con un trozo de su alma.
Este compendio de artículos y ensayos de Aura Celeste Fernández recoge fielmente sus vivencias, triunfos y derrotas, en una sociedad que requiere del esfuerzo y el ánimo de ciudadanas como la autora, que no se cansa, que insiste, como José Martí, en la justicia, en la libertad, sabiendo que en esa lucha se va también su propia vida y la de generaciones de amantes de la libertad.