La obra que el lector tiene en sus manos, revela el mundo interior del personaje marcado por signos diurnos y fantásticos de la vida cotidiana y los seres atormentados de la misma, El relato iniciado desde la voz, persigue de manera insistente al personaje, cobra su forma en la medida que avanza en ritmo, unidad y escritura. El personaje se desenvuelve en sus propias circusntancias. Luz, obscuridad, rumor de sueño y fascinación se reconocen en camino y travesía, lugar de la imaginación y búsqueda narrativa.
Más que una idea de clase social o política propiamente dicha, el poeta nos lleva a un viaje por las islas de la región caribeña donde descubre las huellas de sus habitantes.
"Esa diva del tugurio, en la plenitud de los veintisiete años, blanquísima, con el pelo a punto de liberarse y caerle en tropel en las espaldas de potranca, tan bella que molestaba mirarla, oficiaba la eucaristía del sol y del nuevo día".