La novela más conocida de Charles Dickens es, sin duda, "Canción de Navidad", un tierno relato, o tal vez una fábula moral, sobre fantasmas, que fue un gran éxito desde el mismo día de su primera publicación. Una exaltación del espíritu navideño llena de buenas intenciones, que conmueve y apasiona a los lectores más exigentes. La narración comienza la noche de la víspera del día de Navidad, cuando Ebenezer Scrooge, el viejo avaro y tacaño más célebre de la literatura universal, recibe la visita del fantasma de su fallecido socio comercial, Jacob Marley, que le anuncia la llegada de tres nuevos espíritus: los espectros de las pasadas Navidades, de la presente y de las futuras, con la intención de hacerle ver que no sigue un buen camino en su vida. Incluye vocabulario imprescindible para facilitar la lectura y el aprendizaje del idioma.
Huysmans (1848-1907) fue primero seguidor de Zola, para luego entrar en la corriente espiritual, decandente y refinada, en la que brilló también Villiers de L'Isle-Adam, su gran amigo. "A contrapelo" es la gran novela de la ruptura con un naturalismo ya exhausto. Es la novela de la nueva sensibilidad estética, inconformista, encarnada en su protagonista, el exquisito y rebelde duque Jean Floressas Des Esseintes.
Huysmans (1848-1907) fue primero seguidor de Zola, para luego entrar en la corriente espiritual, decandente y refinada, en la que brilló también Villiers de L'Isle-Adam, su gran amigo. "A contrapelo" es la gran novela de la ruptura con un naturalismo ya exhausto. Es la novela de la nueva sensibilidad estética, inconformista, encarnada en su protagonista, el exquisito y rebelde duque Jean Floressas Des Esseintes.
La delimitación del avantexto de Del sentimiento trágico de la vida, el ensayo filosófico de Unamuno sin duda más conocido y estudiado, sigue representando una tarea de especial complejidad, a resultas del copioso número de materiales heterogéneos que lo componen. Pese a la notable cantidad de contribuciones críticas, carecíamos hasta la fecha de un análisis puntual y completo de las diferentes etapas de elaboración del texto del rector de Salamanca, a fin de iluminar el intrincado mosaico de sus numerosísimos borradores. Esta edición arroja luz sobre uno de los textos capitales dentro del proceso creativo que culminó en Del sentimiento trágico de la vida: A la juventud hispana, un ensayo sobre el erostratismo y otros temas redactado en 1904 que, filtrado a través del Tratado del amor de Dios, desemboca finalmente en la obra filosófica más representativa del autor vasco.
En el centenario de Proust, la segunda entrega del ciclo A la busca del tiempo perdido, en una edición para hacer ya ineludible este verdadero reto lector. Guiados por la edición de Mauro Armiño, que culmina su trabajo de treinta años sobre este clásico, presentamos esta edición totalmente puesta al día del ciclo A la busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, considerado una de las cimas de la literatura universal. Realizada con la coherencia de un solo traductor, y totalmente revisada y actualizada, nuestra versión cuenta con un único y riguroso aparato de notas, imprescindible para una lectura plena de la obra proustiana. También añade resúmenes de cada tomo y diccionarios de personajes y de lugares –incluidos en el primer volumen– para que sirvan de guía de localización y procuren un contacto más inmediato del lector con esta larga y compleja obra. Y, finalmente, ofrece la saga en sus siete tomos y en un formato cómodo y asequible, para hacer ya ineludible este verdadero reto literario.
A la sombra de las muchachas en flor asciende un grado en la escala del tiempo del ciclo proustiano A la busca del tiempo perdido: el innominado Narrador es ahora un adolescente que pasea por el malecón de una estación balnearia con la mirada dividida entre el mar y una pandilla de muchachas sobre las que vuelca sus sueños de despertar sexual, hechos de velos y de mitos. Las pulsiones de la sexualidad incipiente y el contacto a través de la lectura, del teatro y del arte con la idea de «creación» lo empujan hacia un mundo distinto del real; el Narrador navega a tientas en un mar de sentimientos que modifican la realidad según su deseo y que tienen por único fruto el tormento de los celos y la insatisfacción.
Segundo volumen de En busca del tiempo perdido, obra cumbre de la literatura del siglo XX, A la sombra de las muchachas en flor describe el itinerario de un doble aprendizaje: erótico y artístico. El papel de iniciadora corresponde a Gilberte y la historia de la pasión que ella inspira al narrador constituye la parte central del libro. En este episodio, aparentemente inocente, de un cortejo adolescente, todo tiene un valor ejemplar: el contraste entre la espera febril de la persona amada y la desilusión que su presencia provoca, con el consiguiente aplazamiento continuo de las esperanzas y la imposibilidad de vivir la felicidad como momento actual; los golpes de efecto que revelan posibilidades ni siquiera soñadas cuando todo parecía perdido; la “gimnasia de la indiferencia”, perseguida con sorprendente lucidez por el joven narrador; la ruptura, por último, de ese círculo vicioso por obra del tiempo, que caprichosamente y mediante diversas intermitencias conduce al olvido. Pero amor y arte, lejos de excluirse, se ayudan mutuamente, pues Gilberte es quien hace de intermediaria entre el narrador y Bergotte y es en el taller de Elstir donde conoce inesperadamente a Albertine. Pero esa afortunada connivencia resultará ser una de las numerosas ilusiones y falsas pistas diseminadas en el camino seguido por el narrador de En busca del tiempo perdido y que ni siquiera pueden considerarse necesarias para preparar el descubrimiento final de la verdad, ya que en el pesimista universo proustiano, ésta resulta ser una concesión caprichosa e imprevisible, como un don gratuito, ante el cual la única actitud válida es la disponibilidad.
A la sombra de las muchachas en flor, galardonado con el Premio Goncourt en 1919, es el segundo volumen de la obra magna de Marcel Proust En busca del tiempo perdido. Las reminiscencias del narrador discurren en esta novela entre la infancia y la adolescencia.
Tras volverse poco a poco indiferente a la hija de Swann, Gilberte, el narrador visita el balneario de Balbec con su abuela y conoce a Albertine, "una chica de brillantes y sonrientes ojos y mejillas redondeadas y opacas".
Pero en el pesimista universo proustiano esta afortunada connivencia resulta ser una concesión caprichosa e imprevisible, un don gratuito ante el cual la única actitud válida es la disponibilidad.