De la vida feliz, Manual de vida y Meditaciones reúnen la sabiduría esencial del estoicismo, una filosofía práctica que ha llegado casi inalterable hasta nosotros a través de los siglos.
De la vida feliz, de Séneca, es una reflexión lúcida sobre la búsqueda de la verdadera felicidad y la libertad interior frente a los placeres efímeros. Manual de vida, de Epicteto, condensa en breves máximas el arte de vivir con sencillez, fortaleza y autodominio. Meditaciones, de Marco Aurelio, es el diario y el testimonio íntimo de un emperador que se esforzó por gobernar con justicia y vivir con virtud.
Este estuche ofrece una guía atemporal para cultivar la serenidad, el sentido del deber y el equilibrio.
Aclamado a menudo como el mejor historiador romano y, en general, como uno de los prosistas latinos más brillantes, Tácito es una figura literaria clave sobre la que, sin embargo, existen muchas incógnitas. Son muchas las sombras que se ciernen sobre su vida y su obra. El influyente latinista Ronald Syme le dedica la que se considera la más completa monografía sobre el escritor. En ella no solo analiza de forma pormenorizada la obra conservada de Tácito, sino que ofrece un vasto contexto histórico y político tanto de su vida como de su obra.
Este estuche incluye los dos volúmenes de la obra sobre el historiador latino.
La Ética a Nicómaco es una de las obras maestras del pensamiento occidental, hito por el que siempre tiene que pasar, y al que siempre tiene que regresar, la reflexión moral y política. Sus indelebles páginas indican, ya en su primer libro, hacia dónde debe apuntar la vida de los hombres, cuál es el fin que les es propio, si es que estos han de acertar y no andar errados, como con tanta facilidad y frecuencia les acaece. Esta edición del texto de Aristóteles, preparada por Atilano Domínguez, contiene un riguroso estudio introductorio. En él se analizan la vida del filósofo, sus escritos y la doctrina moral de la Ética. Como colofón del estudio se aporta una detallada bibliografía, así como dos documentos personales de Aristóteles, poco conocidos hasta la fecha.
El enfoque que inspira la composición de esta obra se centra en los planteamientos éticos sobre las guerras desarrollados por los pensadores políticos más lúcidos de la historia hasta nuestros días. De ellos se derivan criterios morales tanto para la humanización de los enfrentamientos armados recientes (trágicos e infernales) como para la denuncia pública de la crueldad. El autor -con términos distintos a los clásicos- es partidario de establecer principios desde los cuales regular las motivaciones defensivas o humanitarias que pueden justificar el inicio de una contienda bélica (ethica ad bellum), exigir la protección de inocentes, refugiados, heridos y prisioneros (ethica in bello), además de impulsar pautas para la pacificación social, penalización de criminales y reparación de daños sufridos por las víctimas más frágiles (ethica post bellum). Es constatable que los mínimos parámetros normativos resultan aplastados cuando las primeras bombas empiezan a expandir la epidemia de la violencia durante las hostilidades militares. Sin embargo, también es cierto que los dardos éticos se disparan con mayor agudeza crítica contra la maldad humana. ¿Cuáles son los criterios morales más relevantes (del pasado y actuales) que pueden seguir siendo válidos para enjuiciar los conflictos bélicos que nos circundan hoy y que tanta desolación y muerte provocan?
Escrito literalmente intempestivo, la Ética de Baruj Spinoza (1632/1677) ha ejercido siempre, desde antes incluso de ser entregada a las prensas, una fascinación en verdad obsesiva. Para mal como para bien. Las posiciones que en ella se defienden, extrañas al sentido filosófico común de su tiempo —y todavía del nuestro—, han suscitado a la vez el más violento rechazo y la más rendida admiración. Pero quizás no tanto una comprensión cabal de sus envites. Todo lector de la Ética ha sido, sigue siendo, el lector de una filosofía por venir.
Después de Filosofía en la calle, Eduardo Infante nos vuelve a citar en el ágora de la reflexión, el debate y las grandes preguntas.
La ética es una disciplina peligrosa y subversiva, capaz de cuestionar profundamente las normas establecidas. En la Antigua Grecia, era un ejercicio de pensamiento que se practicaba en las calles, pues todo el mundo tenía derecho a opinar. Ética en la calle pretende recuperar ese cuestionamiento de las creencias y los valores para crear una plaza pública virtual que permita a los lectores dialogar entorno a preguntas que nos formulamos hoy en día: explorar qué significa vivir una vida digna y buena, qué es el bien y el mal, cuáles son los límites que nos plantea la ingeniería genética o la inteligencia artificial, entre otros.
Cada capítulo plantea un reto filosófico y ofrece varias respuestas para fomentar el debate y la reflexión en colaboración con otros: ¿Un anciano con Alzheimer sigue siendo culpable por unos crímenes que no recuerda que cometió? ¿Es el género una invención social? Con la ayuda de los grandes pensadores de la ética y del mejor cine clásico, podremos evaluar las alternativas y juzgar cual de ellas es más justa.