La filosofía cambió de rumbo con la obra de Michel Foucault. El pensamiento ya no debe alzarse en una pirueta hacia las ideas ni buscar en el interior de las cosas una forma. Tampoco tiene que recorrer la compleja dialéctica de lo concreto a lo abstracto ni seguir el camino de las relaciones sociales. Para Foucault todo resultaba más sencillo: la filosofía tiene que mancharse las manos, escavar hacia el subsuelo, tiene que ser una arqueología capaz de historizar y diagnosticar el presente en que vivimos. Para alcanzar su objetivo, esta arqueología huirá de universales, claves de inteligibilidad o nociones previas y analizará prácticas y discursos que constituyen el fundamento de los regímenes de poder que nos oprimen.
Este proyecto, con la Historia de la sexualidad, se centra en las condiciones bajo las que se formaron los saberes, los sistemas de poder y los sujetos de la sexualidad. El segundo tomo, El uso de los placeres, Foucault lo consagra «a la forma en que la actividad sexual ha sido problematizada por los filósofos y los médicos en la cultura griega clásica del siglo iv a.C.» y poder establecer un punto de partida de la investigación.
Esta historia nos descubrió que la sexualidad ajena a lo normal no debe ser una justificación de la marginación social o la exclusión política, sino que puede y debe ser una de las principales barricadas desde la que iniciar una rebelión genuinamente emancipadora.
La filosofía cambió de rumbo con la obra de Michel Foucault. El pensamiento ya no debe alzarse en una pirueta hacia las ideas ni buscar en el interior de las cosas una forma. Tampoco tiene que recorrer la compleja dialéctica de lo concreto a lo abstracto ni seguir el camino de las relaciones sociales. Para Foucault todo resultaba más sencillo: la filosofía tiene que mancharse las manos, escavar hacia el subsuelo, tiene que ser una arqueología capaz de historizar y diagnosticar el presente en que vivimos. Para alcanzar su objetivo, esta arqueología huirá de universales, claves de inteligibilidad o nociones previas y analizará prácticas y discursos que constituyen el fundamento de los regímenes de poder que nos oprimen.
Este proyecto, con la Historia de la sexualidad, se centra en las condiciones bajo las que se formaron los saberes, los sistemas de poder y los sujetos de la sexualidad. En tercer tomo, El cuidado de sí, Foucault problematiza y analiza «textos griegos y latinos de los dos primeros siglos de nuestra era» para hallar una mayor claridad sobre la doctrina del placer y las pasiones.
Esta historia nos descubrió que la sexualidad ajena a lo normal no debe ser una justificación de la marginación social o la exclusión política, sino que puede y debe ser una de las principales barricadas desde la que iniciar una rebelión genuinamente emancipadora.
La filosofía cambió de rumbo con la obra de Michel Foucault. El pensamiento ya no debe alzarse en una pirueta hacia las ideas ni buscar en el interior de las cosas una forma. Tampoco tiene que recorrer la compleja dialéctica de lo concreto a lo abstracto ni seguir el camino de las relaciones sociales. Para Foucault todo resultaba más sencillo: la filosofía tiene que mancharse las manos, escavar hacia el subsuelo, tiene que ser una arqueología capaz de historizar y diagnosticar el presente en que vivimos. Para alcanzar su objetivo, esta arqueología huirá de universales, claves de inteligibilidad o nociones previas y analizará prácticas y discursos que constituyen el fundamento de los regímenes de poder que nos oprimen.
Escrito por Gilles Ménage en 1690, gran latinista y preceptor de Madame de Sévigné y Madame de La Fayette, Historia de las mujeres filósofas es un libro sin precedentes sobre las pensadoras de la Antigüedad.Similar a una enciclopedia, Ménage da cuenta de quiénes fueron y qué dijeron. Sesenta y cinco mujeres a las que hoy difícilmente encontraríamos en nuestros diccionarios filosóficos. Este libro devuelve la palabra a pensadoras silenciadas por la historia, las rescata del mero papel de hijas, esposas o amantes de notables filósofos y las considera protagonistas de un quehacer intelectual en pie de igualdad con el resto de los pensadores.No es que no hayan existido mujeres que filosofaran. Es que los filósofos han preferido olvidarlas, tal vez después de haberse apropiado de sus ideas
En la víspera de la festividad de Purim, el enemigo ha entrado en el gueto –un gueto que no se nombra, como tampoco se nombra la naturaleza del enemigo– y ha amenazado a los líderes de la comunidad judía: si en veinticuatro horas no se entregan diez voluntarios para ser ejecutados en la horca, para «vengar» así la muerte de los diez hijos de Amán –el villano de la historia de Purim, que celebra el triunfo de los judíos de Persia contra un genocidio potencial hace unos dos mil cuatrocientos años–, acabarán con toda la comunidad. Durante la noche, el rabino consulta en busca de una respuesta al dilema con varios rabinos legendarios del pasado, con el Rambam, con Rashi, con el Gaón de Vilna... y con el Baal Shem Tov, místico del siglo XVIII y fundador del jasidismo, quien le canta un 'nigún'. Un 'nigún' es una melodía alegre sin palabras a la que se le atribuye el poder de romper las cadenas del mal.
En este volumen de Historia social del conocimiento, descubriremos el período que abarca desde 1750, con la publicación de la Enciclopedia francesa, hasta la eclosión de la Wikipedia.
Al igual que en el volumen anterior, Peter Burke no se centra solo en los individuos, sino en los grupos, las instituciones, las prácticas colectivas y las tendencias generales para demostrarnos que las actividades que parecen ser intemporales —como la búsqueda, el análisis, la difusión y el empleo del conocimiento— están, de hecho, limitadas en el tiempo y adoptan diferentes formas en distintos períodos y lugares.
Esta obra contrarresta la tendencia a escribir una historia triunfalista del «crecimiento» del conocimiento aportando datos sobre las pérdidas de distintos conocimientos y el precio de la especialización y nos descubre panorámicas geográficas y sociológicas del conocimiento.
Historia social del conocimiento es una contribución indispensable a nuestra historia social y sociocultural que aporta rasgos sumamente originales, como la perspectiva del lector, del oyente o contemplador sobre el conocimiento, que apelan tanto a historiadores de la ciencia, sociólogos, antropólogos y geógrafos como a cualquier persona interesada en la materia.