África es periodista, aunque la ilusión de su vida es ser editora. Gema está especializada en marketing y publicidad y es madre de dos hijos. Belinda es limpiadora en hoteles y hospitales. Ellas no se conocen de nada, hasta que un buen día coinciden en un local llamado Bébete a Tu Ex. A partir de ese momento forjarán una amistad que las ayudará a hacer frente a las distintas decepciones que han sufrido por amor y, ante una botellita de vino, se retarán a vivir la vida uno o varios puntitos más allá de hasta donde se habían atrevido a hacerlo. Eso significará un ¡ADIÓS! a los miedos y vergüenzas, especialmente al qué dirán, y un gran ¡HOLA! a vivir, atreverse, quererse y disfrutar. Porque por muchas veces que hagas caer a una mujer en su camino, ella siempre se levantará, se sacudirá el polvo y se hará más fuerte.
Rebeca es una joven abogada que, tras su último desengaño, tiene claro que no volverá a sufrir más por amor y determina centrarse en sí misma y en su profesión. Una noche, cuando refresa a casa, se encuentra a Pizza, una preciosa perrita abandonada. Aunque en un principio decide no quedársela, cuando ésta clava sus ojos en ella, sabe que de su lado ya no se irá. A partir de ese instante todo en su vida será distinto. Pizza, una cazadora de piel y una niña encantadora harán que el futuro de Rebeca cambie totalmente, sobre todo cuando el sexy y archiconocido piloto Paul Stone se cruza en su camino y le enseña a perder el miedo a amar y a disfrutar de la vida. Pero inevitablemente algo provocará que Rebeca sienta de nuevo muchas dudas.
―Haría falta un policía ―sugirió alguien―. Un detective.
―Tenemos uno ―dijo Foxá.
―Todos siguieron la dirección de su mirada.
―Eso es ridículo ―protesté―. ¿Se han vuelto locos?
―Usted fue Sherlock Holmes.
―Nadie fue Sherlock Holmes. Ese detective no existió jamás. Es una invención literaria.
―Que usted encarnó de manera admirable.
―Pero fue en el cine. Nada tuvo que ver con la vida real. Sólo soy un actor.
Me contemplaban esperanzados, y lo cierto es que yo mismo empezaba a entrar en situación, como si acabaran de encender los focos y oyese el suave rumor de una cámara rodando. Aun así decidí mantenerme silencioso, cruzados los dedos bajo el mentón. No había disfrutado tanto desde que rodé El perro de Baskerville.
Junio de 1960. Un temporal mantiene aisladas en la idílica isla de Utakos, frente a Corfú, a nueve personas alojadas en el pequeño hotel local. Nada hace presagiar lo que está a punto de ocurrir: Edith Mander, una discreta turista inglesa, aparece muerta en el pabellón de la playa. Lo que parece un suicidio revela indicios imperceptibles para cualquiera salvo para Hopalong Basil, un actor en decadencia que en otro tiempo encarnó en la pantalla al más célebre detective de todos los tiempos. Nadie como él, acostumbrado a aplicar en el cine las habilidades deductivas de Sherlock Holmes, puede desentrañar lo que de verdad esconde ese enigma clásico de habitación cerrada. En una isla de la que nadie puede salir y a la que nadie puede llegar, inevitablemente todos se acabarán convirtiendo en sospechosos en una fascinante novela-problema donde la literatura policial se mezcla de modo asombroso con la vida.
La contravida habla de las personas que para hacer reales sus sueños de renovación y huida, concentran sus vidas, e incluso las arriesgan, en cambiar un destino que parece irreversible.
Donde quiera que se encuentren, los personajes de esta novela están permanentemente tentados por la posibilidad de una existencia alternativa que podría dar un giro a su futuro. Iluminando estas vidas en transición y guiándolas a través de paisajes familiares o ajenos está la mente del novelista Nathan Zuckerman, escéptica y envolvente. Ella calcula cuál es el precio que hay que pagar por querer moldear la historia, tanto en la consulta de un dentista de New Jersey como en un pueblo de Gloucestershire, en una iglesia del West End londinense o en un asentamiento judío de Cisjordania.
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».
Con estas palabras empieza la novela ya legendaria en los anales de la literatura universal, una de las aventuras literarias más fascinantes de nuestro siglo. Millones de ejemplares de Cien años de soledad leídos en todas las lenguas y el Premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso «boca a boca» -como gusta decir al escritor- son la más palpable demostración de que la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.
Un hermano y una hermana retornan a la casa de su infancia, al lugar de la felicidad, de los deseos y de los secretos prohibidos a punto de ser revelados. Los recuerdos luminosos se mezclan con los que irrumpen arrasando con todo: el tacto delicado del lino se mezcla con el tumulto que huye del ataque con gas sarín; los silencios dolorosos de la familia con el sonido de los insectos de montaña. Con la maestría casi artesanal que la caracteriza, Hiromi Kawakami vuelve a construir un mundo frágil y sensual en el que los destellos y las sombras se abrazan de manera única. Escrita tras la tragedia del terremoto y el tsunami que asolaron Japón en 2011, esta novela encarna, con todas sus contradicciones, el deseo de vivir después de la catástrofe.
Cuando las mujeres que corren con los lobos alcanzan la madurez, empieza el baile de las mujeres sabias. Como si se tratara de una de esas historias contadas por las madres a sus hijas, Clarissa Pinkola Estés nos invita a reflexionar sobre los encantos del arquetipo misterioso e irresistible de la mujer sabia, representada simbólicamente por la figura de la abuela. Desde las matriarcas de los cuentos de hadas, pasando por las mujeres anónimas que la autora ha conocido durante su brillante trayectoria como psicoanalista, Pinkola Estés retrata magistralmente a esas almas maduras tan comunes en todas las tradiciones familiares, ofreciendo unas páginas llenas de luz, melodía y encanto .
Cuando Carrie se retira del tenis, es la mejor jugadora que el mundo ha visto jamás. Ha batido todos los récords y ha conseguido veinte títulos de Grand Slam. Y si le preguntas, se merece cada uno de ellos. Lo ha sacrificado casi todo para convertirse en la mejor, con su padre como entrenador.
Pero seis años después de retirarse, Carrie se encuentra en las gradas del US Open de 1994, viendo cómo una tenista británica brutal e impresionante llamada Nicki Chan le arrebata el récord.
Con treinta y siete años, Carrie toma la decisión de salir de su retiro para entrenar con su padre un último año, con la intención de recuperar su récord. Aunque la prensa deportiva le ponga nombres desagradables. Aunque ya no tenga la misma agilidad que antes. Y aunque eso signifique tragarse el orgullo para entrenar con un hombre al que una vez casi le abrió su corazón: Bowe Huntley. Al igual que ella, él tiene algo que demostrar antes de abandonar el deporte para siempre.
A pesar de todo, Carrie Soto ha regresado para una última y épica temporada.
Evelyn Hugo, la mítica estrella de Hollywood, tuvo siete maridos... pero un solo gran amor.
«¿Quién fue el amor de la vida de Evelyn?».
Esa es la gran pregunta. Ese es el gancho de este libro.
Siete maridos.
¿A cuál quiso más?
¿Cuál fue su verdadero amor?
Eso es lo que quiero saber, como periodista y como lectora.
El libro no empezará por ahí, pero quizás ella y yo sí debamos comenzar por ahí.
Quiero saber, de todos esos matrimonios, cuál fue el más importante.
Unas emocionantes memorias de Antoine de Saint-Exupéry, autor de El principito, basadas en sus experiencias en la Fuerza Aérea Francesa a comienzos de la Segunda Guerra Mundial
Escrito en 1942, Piloto de guerra narra la experiencia del autor en la Fuerza Aérea Francesa como piloto de un avión de reconocimiento durante la batalla de Francia en 1940, centrándose en una misión sobre la ciudad de Arrás. La obra, publicada durante el exilio de Saint-Exupéry en Estados Unidos, es un relato y una reflexión acerca de la derrota de Francia, así como un llamamiento al país del norte para que se sume a la guerra contra el Tercer Reich. Publicado originalmente en Estados Unidos en francés e inglés, el libro fue prohibido en Francia, pero circuló en ediciones clandestinas durante la guerra.