Casandra es simpática, culta y rápida en sus respuestas, aunque su prodigiosa memoria a veces recuerda a la de Dori, la amiga del pez Nemo. También cuenta chistes malos y se muestra tan educada como zalamera al conversar. Sorprende con ideas únicas, desde un nuevo acuerdo social para superar esta época de malestar generalizado hasta imaginar máquinas enamoradas, «si la tecnología dejara de ser solo una herramienta y se volviera un interlocutor con vivencias propias».
Pedro Vallín consigue casi superar esa misma barrera en este fascinante diálogo con una IA. Logra acercarse y acercarnos a un robot intelectual al que da identidad femenina e interroga sobre todos los asuntos que lo convierten en una amenaza potencial para nuestro futuro o en un formidable aliado para nuestra prosperidad: el empleo, el gobierno, las relaciones sociales, el nuevo orden mundial, incluso su propia «consciencia» como un ser de algoritmos.
La Edad Media no fue esa época oscura llena de mugre, fanatismo y dragones (ojalá lo de los dragones fuera cierto) que te ha contado el cine, sino un periodo fascinante, diverso y crucial para la historia de la humanidad y para entender de dónde venimos. El youtuber y escritor Andoni Garrido desgrana los mil años de historia medieval en Europa con su particular estilo riguroso a la par que desternillante y desvela las filias y las fobias de unos monarcas que querían reinar mucho, pero, a veces, no mandaban ni en su casa.
De la llegada de los visigodos a la unión dinástica de los Reyes Católicos, Castillos y Catapultazos pone el foco en los hechos y personajes de la Península ibérica y en la noble tarea de destruir los mitos y bulos que rodean el periodo. Ni los medievales pensaban que la Tierra, ni la Iglesia era un obstáculo para los avances tecnológicos, ni, por supuesto, ser el más sucio del barrio era un deporte nacional. Y sí, hubo cruzadas, inquisiciones y peste negra, pero también catedrales que aún nos dejan boquiabiertos, literatura que sigue inspirándonos y una ciencia en ciernes que sentó las bases de lo que vendría después.
México es uno de los lugares más peligrosos en el mundo para ejercer el periodismo.
En nuestro país, a muchos periodistas ocupados en la cobertura de temas locales se les hostiga, amedrenta y asesina por tomar postura sobre las injusticias que revelan, por señalar el abuso del poder y por dar voz a las inquietudes de su comunidad. Alejandra Ibarra expone en este libro una verdad trágica que llena de dolor e indignación: a numerosos comunicadores en México no se les mata por censura,sino como una forma de castigo por incursionar en la participación política, por señalar la impunidad y corruptelas de funcionarios, alcaldes o aspirantes a gobernadores, por invitar a los ciudadanos a tomar conciencia de los engaños de funcionarios públicos y de las atrocidades del crimen organizado. Y son estos periodistas, que no tienen la atención de los grandes medios de comunicación, a quienes nadie defiende ni se solidariza con su causa, quienes dan su vida por una sociedad mejor.