Un recorrido por la incontenible energía del arte moderno del siglo XX a través de las obras artísticas más trascendentales, descritas con detalle y acompañadas de enseyos introductorios de los grandes movimientos, desde el impresionismo hasta el arte conceptual.
Exposición magistral de cómo son las cosas en el mundo del cine, presentadas con multitud de anécdotas. Ofrece a la vez las memorias de un magnífico director y una guía sobre el arte, la técnica y el negocio de la realización.
Las obras maestras de Jerónimo Bosch (hacia 1450-1516), tan crípticas como fascinantes, continúan siendo uno de los enigmas más duraderos del mundo del arte. Su contenido intrincado, alegórico y a menudo sorprendente ha cautivado no solo a historiadores del arte, sino también a diseñadores de moda, estrellas del rock, escritores y músicos punk, así como a innumerables discípulos artísticos contemporáneos y modernos.
Aunque arraigado en la antigua tradición holandesa, El Bosco desarrolló un estilo muy sugerente y sumamente subjetivo con el que plasmaba en sus obras el celestial júbilo del cielo y las grotescas torturas del averno. Su obra más famosa y ejecutada con mayor detalle es El jardín de las delicias. En esta obra, así como en otros trabajos suyos también conocidos, su lenguaje artístico combinaba la humildad religiosa con un perspicaz ingenio, al representar versiones pictóricas de proverbios o frases hechas contemporáneas.
Este libro hilvana los escurridizos hilos de la obra de El Bosco para ofrecer una breve visión de un mundo pictórico inquietante y evocador al mismo tiempo.
El gran artista Pieter Bruegel el Viejo (h. 1526/31-1569) fue un pintor y dibujante dotado de una inventiva extraordinaria que hizo historia a través de sus hermosos paisajes, sus motivos religiosos, notables por su autenticidad, y su reflejo de la vida cotidiana. Bruegel destaca sobre todo por su representación del mundo campesino y la cultura popular, ganándose el apodo de Bruegel el Campesino. Ya fuera con su retrato de cazadores temblando en medio de la nieve o la escena de una feria bulliciosa, Bruegel elevó la agricultura, las fiestas, las reuniones y los juegos del mundo rural a la categoría de arte.