El libro más influyente que se ha escrito sobre el código moral de los samuráis
Rectitud, valentía, benevolencia, civilidad, sinceridad, honor y lealtad, son las virtudes que deben reunir los samuráis. Juntos, estos valores conforman un sistema de creencias que sólo se encuentra en la filosofía japonesa.
Inazo Nitobe, uno de los estudiosos más importantes del Japón tradicional y moderno, explora cada una de estas virtudes y explica en qué se parecen y en qué difieren de sus equivalentes occidentales, y cuál es la filosofía que hay detrás del código ético de los samuráis.
Bushido es desde hace tiempo un libro clásico e insustituible para conocer lo que se escondía (y aun hoy se esconde para muchas personas) en el trasfondo del alma y la filosofía de Japón. En la tradición japonesa, Bushido tiene el significado de «el camino del guerrero», y era un código ético preciso y estricto, no escrito, que impregnaba tanto a la sociedad feudal japonesa como a la filosofía por la que muchos samuráis combatían y entregaban sus vidas. Es a Inazo Nitobe a quien le cupo la extraordinaria labor de recopilar «el camino del guerrero» y d e darlo a conocer tanto en Japón como, principalmente, en el mundo occidental. ¿Cómo ha sido posible la aceptación y la fama universal de esta obra? Quizá porque proporciona una interpretación moderna y accesible al mundo occidental respecto a las raíces históricas y culturales de la tradición japonesa, lo cual era un campo ciertamente desconocido para la inmensa mayoría de la población occidental hasta tiempos recientes.
Bushido o «camino del guerrero» es una de las primeras obras escritas desde Japón para acercarnos a una cultura que se remonta al feudalismo y a la figura del samurái. Sus valores de rectitud, coraje, benevolencia, cortesía, sinceridad, honor, lealtad y autocontrol siguen siendo las virtudes más admiradas en el espíritu nipón. Y todas se nos presentan aquí con una perspectiva global, repleta de comparaciones con el pensamiento moderno o las obras clásicas de autores como Shakespeare, y en la que el budismo y el confucionismo conviven con la filosofía de la Antigüedad.
Por fin Oriente y Occidente comenzaban a darse la mano en esta guía esencial para comprender la cultura japonesa.
En los albores del siglo XX Occidente contempló con asombro cómo Japón se convertía en potencia mundial de primer orden tras siglos de aislamiento, dejando atrás una larga etapa feudal y lanzándose de lleno a la Modernización. La fascinación ejercida entonces por el País del Sol Naciente sobre el mundo occidental sigue hoy vigente. Bushido, el alma de Japón guarda entre sus hojas la esencia más íntima del alma de Japón. Los preceptos contenidos en este antiguo código del guerrero continúan firmemente arraigados en la mentalidad del pueblo japonés y todo aquel que se adentre en sus páginas penetrará sin duda en el alma de Japón. Edición, notas y epílogo a cargo de José Pazó sobre la traducción de 1906 de Gonzalo Jiménez de la Espada. Prólogo de David Almazán
Dios anhela hablar. Es nuestro derecho y privilegio escuchar su voz. Todos nuestros anhelos más profundos pueden encontrar suficiente realización en compañía de Dios. No obstante, de algún modo, el descontento preponderante de la mayoría de cristianos es la falta de intimidad con Dios. Camine con Dios no es como cualquier otro libro que John ya ha escrito sino que atraviesa un año en su vida, mostrando y enseñando cómo puede ser una intimidad familiar con Dios. Enseña a los lectores a tomar decisiones alineadas con la voluntad de Dios, a entender las barreras y los "acuerdos" que los mantienen alejados de la vida que Dios desea que tengan, a librar las batallas espirituales para defender sus propios corazones y los de los demás, y mucho más.
Carne de Zen. Huesos de Zen es un clásico de la literatura budista zen de todas las épocas. Citado como un texto fundamental e imprescindible por todos los grandes maestros, recoge una antología de 101 historias donde se narran episodios y experiencias de Maestros zen a lo largo de cinco siglos.
Este zen de los antiguos se considera tan puro que su recuerdo se ha conservado como un tesoro a lo largo de los años. He aquí —como recoge la anécdota de Bodhidharma en el prólogo— la piel, la carne y los huesos del zen, pero no su tuétano, que nunca se encuentra en las palabras.