En 1917, Yeats (1865-1939) compró una fortaleza normanda a pocos kilómetros de Galway. La convirtió en su residencia de verano e hizo de ella un símbolo, un monumento del alma a su propio esplendor al que le dedicó La torre (1928), el primer libro de poemas que escribió tras recibir el Premio Nobel en 1923. La torre es un otero desde el que contemplar, reflexionar y cantar con ironía y lucidez sobre un paisaje que es a la vez simbólico y real, interior y exterior, y, sobre todo, donde el pasado tiene el mismo peso que el futuro y donde el presente llegaba a llamar con la culata de un fusil a la misma puerta de la fortaleza: tras el estallido de la Primera Guerra Mundial se produjeron el Alzamiento de Pascua y la guerra civil irlandesa que daría lugar al Estado Libre de Irlanda, del que el poeta llegó a ser senador.
Desconocido a su muerte salvo por unos pocos, Arthur Rimbaud (1854-1891) ha sido una de las figuras literarias que han ejercido una influencia más importante y liberadora en la cultura del siglo XX. A traves de su obra y de su vida, Rimbaud fue el primer escritor en convertir la insumisión, en el amor y en la poesía, en una palanca de transformación individual, tambien fue el primero en crear un metodo verosímil para cambiar la naturaleza de la existencia, y, de nuevo, fue quien por primera vez rechazó la idea romántica del artista rebelde, mito del que, paradójicamente, aún depende su reputación.
Shakti Gómez y Yulia Kondrat, dos jóvenes artistas, interpretan e ilustran, recurriendo a símbolos universales y a una iconografía cercana a los grabados que tanto gustaban a Arthur Rimbaud, las dos obras fundamentales del poeta de Charleville: Una temporada en el infierno (1873), el único libro que Rimbaud publicó en vida como renuncia a la poesía y testamento como escritor, e Iluminaciones (1874-1876), una verdadera bomba de relojería preparada para explotar en la imaginación del lector.
En las primeras páginas de este clásico de la literatura universal del siglo XIX, la inminente boda entre Renzo y Lucia, dos jóvenes humildes, se ve de pronto amenazada por el deseo de don Rodrigo y la fuerza bruta de sus esbirros. La interrupción dará lugar a una serie de peripecias siempre inesperadas, en que varios personajes memorables se irán cruzando en el destino de los dos prometidos, que viven en carne propia las tensiones de una época y un espacio, el siglo XVII en la región de Milán, marcados por el hambre, la peste, la ocupación española y la incapacidad de la ley y sus representantes para impartir justicia. Alessandro Manzoni no sólo construye historia particular y antigua de gran poder de seducción. Su novela es, también, universal y contemporánea. Nos habla de nuestras pasiones y transformaciones, de la Italia de hoy, del abuso eterno de los poderosos e incluso de la posverdad.
John Dunbar, conocido como «el Basilisco», quiere dar la espalda a su pasado de brutalidad y errancia y vivir por fin en paz junto a su familia. Se asienta con Lucrecia y su hija, Felicidad, en el inhóspito Valle de las Rocas, en pleno territorio navajo. Sin embargo, hasta allí le perseguirán los enemigos más aterradores que haya conocido nunca, unos enemigos que no parecen proceder de su mismo mundo. Por su parte, Jon, el escritor creador de las aventuras del Basilisco, regresa a su pueblo natal. Pretende rehabilitar la vieja casa familiar e instalarse en ella. Mientras, en el lejano oeste, Dunbar acoge al hijo de un antiguo enemigo y duda del amor de Lucrecia, dificultades para las que su experiencia como pistolero no le ha preparado, Jon se topa con una rival que estuvo a punto de arruinarle la vida y que parece dispuesta a intentarlo de nuevo. Así, las vidas del personaje y su autor se aproximan hasta casi confundirse.
Insatisfecho con su trabajo como ingeniero, el protagonista de «Basilisco» se traslada a California, donde conoce a dos personas que cambiarán su vida: Katharina, una joven que acabará convirtiéndose en su mujer, y John Dunbar, un trampero, veterano de la Guerra de Secesión y pistolero ocasional que lleva muerto más de un siglo. Dunbar encarna lo más genuino del Lejano Oeste. Huraño y temido, se gana el sobrenombre de «Basilisco» y nos lleva de la mano por la fiebre del oro en Virginia City, por una expedición paleontológica al territorio de los mormones y en su huida de una banda de asesinos. Mientras, el ingeniero desengañado, ya convertido en escritor, se adentra en las responsabilidades y frustraciones de la mediana edad. «Basilisco» se ordena así en una serie de capítulos autoconclusivos, alternando los que acontecen en el presente con los que tienen lugar un siglo atrás por los parajes de Nevada, Idaho y Montana, y proponiendo un diálogo entre realidad y ficción.
Larga noche hacia mi madre plantea un acercamiento al tema del odio a la madre y el rencor que corroe las relaciones familiares. El protagonista de la novela emprende el viaje de vuelta hacia sus fantasmas para cumplir con la obligación familiar de acompañar a su madre, con quien ha roto casi todos sus vínculos, en su agonía. Después de una larga estancia en el hospital psiquiátrico, la madre se encuentra en un tránsito de muerte que se ha dilatado por años. Con una prosa tensa que recrea una atmósfera sofocante y turbia, la novela se vale de múltiples recursos estilísticos y fragmentos discursivos, como relatos autobiográficos, diarios y cartas, que se superponen al monólogo de la muerte de la madre, para restituir la identidad desgarrada del protagonista y su relación lacerante con el pasado. Como pocas novelas en la tradición iberoamericana, Larga noche hacia mi madre explora hasta sus últimas consecuencias las posibilidades de escribir lo indecible entre una madre y su hijo.