Irene Wagner lleva una vida tranquila y acomodada. Feliz esposa de un acaudalado abogado y madre de dos hijos, en una velada ocasional conoce a un pianista de renombre y se convierte en su amante más por aburrimiento que por deseo. El terror de que su marido descubra su aventura y que su felicidad doméstica se derrumbe convierte la plácida existencia de Irene en un tormento insoportable. Zweig explora de nuevo los entresijos del alma humana en este relato fascinante que atrapa al lector en el torbellino de emociones de la protagonista desde la primera página hasta la última.
Cuidado con este libro. Este libro es peligroso. Te puede cambiar la vida. Todos los grandes libros son peligrosos. Este es un gran libro. Tan peligroso como la vida. Este libro habla de la vida como una tentativa inútil de escapar de la muerte. La muerte como el castigo justo por no haber sabido vivir. La vida y la muerte. Nadie vive realmente. Nadie muere tampoco. Ese es el secreto. Miedo y asco. El mundo es tan corrupto como Las Vegas. Un paraíso capitalista donde la vida se consume al límite. En la jungla fluorescente de los casinos, las esculturas de neón y los hoteles de lujo. Al límite de las fuerzas y la energía. Al límite del yo. El agotamiento es la verdad del juego. La ruina fatal, sin dinero ni tiempo para malgastarlo. La alucinación ácida, como nueva forma de lucidez, usurpando el lugar de la utopía imposible. Un viaje infernal al corazón podrido del sueño americano. El Punto Extremo de la Realidad. El Espectáculo de la Realidad. Periodismo Gonzo. La vida da miedo y produce asco. La vida es solo eso. Circular a toda velocidad por la autopista del desierto conduciendo un Chevrolet rojo descapotable en dirección a un parque temático solo para adultos llamado Las Vegas. Recorrer el Valle de la Muerte atiborrado de drogas mientras vas pensando que la diferencia entre locura y masoquismo es una nebulosa. No te engañes. No hay más. La vida da asco y produce miedo. Por eso es tan maravillosa. Como este libro. Aprende a leer. Este libro dice la verdad. Este libro habla de ti. Así en la vida como en la literatura.
En medio de un universo gélido y caótico, la poesía se abre paso como una reivindicación de la humanidad
Víctor del Árbol siempre ha practicado la escritura poética, sin darle difusión, como una emoción privada, y gracias a este, su primer libro de poemas, descubrimos una palabra clara y directa para abordar tanto los pequeños como los grandes temas de la vida (el amor, la infancia, la pérdida...), sentimientos y emociones de todo calibre, que se van dando con el paso de los años, a través de una sensibilidad y hondura que nos interpelan y nos retratan. Un verdadero hallazgo poético.
«Pasaron el tiempo y una multitud de cosas, tantas que ahora forman un torbellino. Estoy aquí solo, la sombra del cuerpo se ha ido alargando, a la vez que vuelven a mí mechas sueltas de aquellos tiempos».
Un hombre regresa, después de mucho tiempo, a su lugar de origen y, apostado en un punto desde el que puede ver todos aquellos sitios que marcaron su vida -su hogar, la escuela, donde jugaba con sus amigos, donde experimentó el dolor, la violencia, el miedo y el odio-, recuerda su infancia y esa frontera vital que es el paso a la adolescencia.
Mil doscientos pasos es la distancia exacta que separa a este hombre de la casa familiar en esta historia de iniciación, de amistad, de descubrimiento de la vida y también de la maldad, de secretos no confesados por el temor a las consecuencias. Esta novela es el relato emocionante de un momento crítico de nuestro pasado: los años duros y oscuros de la posguerra.
En la bella ciudad de Kamakura, una mujer que oculta una mancha en uno de sus pechos manipulará los preciosos objetos de un rito que transmitirán, como fantasmas, el peso del erotismo de una generación a otra. Y así, un joven hereda las obsesiones amorosas de su padre, experto en la ceremonia del té. Mil grullas en vuelo aparecen a lo largo del relato como misterioso auspicio. Kawabata explora en esta novela la fuerza del deseo y del remordimiento, y la sensualidad de la nostalgia. Una bellísima historia en donde cada gesto tiene un significado, e incluso hasta el más leve roce o suspiro tiene el poder de iluminar vidas enteras, a veces en el preciso instante en que son destruidas.
Cuando, un gris día de otoño, Joséphine sale de su pequeño ático en el canal Saint-Martin, en París, encuentra dos cartas en el buzón. Una es de la editorial con la que colabora como traductora, y la otra de un notario desconocido. Y así, en pocos minutos, Joséphine descubre que ha perdido su trabajo, pero también que ha heredado una vivienda, aunque atípica y un poco ruinosa: su querido tío Albert le ha dejado su vieja casa flotante, amarrada en el cercano muelle del puente de la Concordia.
A regañadientes, y a pesar de los buenos recuerdos que guarda de los viajes por el Sena con su excéntrico tío, Joséphine decide venderla. Pero en el barco no solo la espera un misterioso armario cerrado del que aparentemente no hay llave, sino también un atractivo pero gruñón desconocido que afirma ser el legítimo inquilino. Y que, por supuesto, no ve por qué debería mudarse...