Sin duda uno de los artistas más relevantes de las últimas décadas, Leonard Cohen ha dejado una huella indeleble en el espíritu de varias generaciones. Pocos meses antes de su muerte, acaecida en noviembre de 2016, confesó en una entrevista: «Estoy preparado para morir. [...] Llegado a cierto punto, y si todavía estás en tus cabales, [...] tienes que aprovechar la oportunidad de dejarlo todo atado. Tal vez sea un cliché, pero se subestima su poder analgésico. Dejar todo en orden, si puedes hacerlo, es una de las actividades más reconfortantes, y los beneficios son incalculables.»
Esta recopilación póstuma de su obra tanto inédita como publicada es una generosa muestra del sinuoso periplo y la amplia variedad de registros y voces de un poeta y cantante absolutamente singular. Lírico y filosófico a un tiempo, feroz y corrosivo por momentos, este volumen incluye nuevos poemas sobre la guerra, el arrepentimiento y la amistad, como el conocido homenaje a Enrique Morente.
Esta es una historia real, llena de aristas y sombras, sobre la condición humana.
A fines de los sesenta, con trece años, la argentina Silvia Labayru era una adolescente tímida, lectora, amante de los animales, entusiasta de John F. Kennedy, hija de una familia de militares que incluía a su padre, miembro de la Fuerza Aérea y piloto civil. A esa edad ingresó en el Colegio Nacional Buenos Aires, una institución pública de gran prestigio, donde entró en contacto con agrupaciones estudiantiles de izquierda y se transformó en una militante aguerrida. En marzo de 1976 se produjo en la Argentina un golpe de Estado que dio comienzo a una dictadura militar. Para entonces, embarazada de cinco meses y con veinte años, Labayru integraba el sector de Inteligencia de la organización Montoneros, un grupo armado de extracción peronista. El 29 de diciembre de 1976 fue secuestrada por militares y trasladada a la ESMA, la Escuela de Mecánica de la Armada, donde funcionaba un centro de detención clandestino en el cual se torturó y asesinó a miles de personas. Allí tuvo a su hija que, una semana más tarde, fue entregada a los abuelos paternos.
Un viaje de amor y libertad a través de las salvajes aguas de las cataratas del Niágara.
Nueva novela Landsacape de la autora de «La mirada de la loba blanca» (Ediciones B, 2012).
Canadá, 1875. Jaqueline, una joven de Hamburgo, nunca habría emigrado a Canadá de haber sabido lo que allí le esperaba. Alan, un viejo amigo de su padre, la acoge, pero resulta ser un hombre sin escrúpulos: especula sobre el patrimonio de la joven y quiere obligarla a convertirse en su esposa. Jaqueline, recluida en su casa, logrará finalmente liberarse del yugo de Alan y escapar.
Para ello solo contará con la ayuda de Connor, el propietario de un aserradero, quien le dará refugio no sin antes aventurarse en un paisaje fascinante en una peligrosa balsa que los conducirá a través de los Grandes Lagos hacia las cataratas del Niágara, donde vivirán una experiencia que cambiará sus vidas para siempre.
La loca de la casa es la obra más personal de Rosa Montero, un recorrido por los entresijos de la fantasía, de la creación artística y de los recuerdos más secretos. Es un cofre de mago del que emergen objetos inesperados y asombrosos.
La loca de la casa es la obra más personal de Rosa Montero, un recorrido por los entresijos de la fantasía, de la creación artística y de los recuerdos más secretos. Es un cofre de mago del que emergen objetos inesperados y asombrosos. PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS 2017 «La imaginación es la loca de la casa.»Santa Teresa de Jesús Este libro es una novela, un ensayo, una autobiografía. La autora emprende en él un viaje al interior en un juego narrativo lleno de sorpresas. En La loca de la casa se mezclan literatura y vida en un cóctel afrodisíaco de biografías ajenas y autobiografía novelada. Y, así, descubrimos que el gran Goethe adulaba a los poderosos hasta extremos ridículos, que Tolstoi era un energúmeno, que Montero, de niña, fue una enana, y que, con veintitrés años, mantuvo un estrafalario y desternillante romance con un famoso actor. Pero no deberíamos fiarnos de todo lo que la autora cuenta sobre sí misma: los recuerdos no son siempre lo que parecen.
«La imaginación es la loca de la casa».
Santa Teresa de Jesús
Este libro es al mismo tiempo una novela, un ensayo y una autobiografía. Pero, por encima de todo, es la historia de amor y salvación que hay entre Rosa Montero y su imaginación: un recorrido por los entresijos de la creación artística y de los recuerdos más secretos. En él se mezclan literatura y vida en un cóctel de biografías ajenas y memorias noveladas. Y, así, descubrimos que el gran Goethe adulaba a los poderosos hasta extremos ridículos, que Tolstoi era un energúmeno, que la autora, de niña, fue una enana, y que, con veintitrés años, mantuvo un estrafalario y desternillante romance con un famoso actor. Pero no deberíamos fiarnos de todo lo que cuenta sobre sí misma: los recuerdos no son siempre lo que parecen. La loca de la casa es un libro sobre la fantasía y los sueños, sobre la locura y la pasión, sobre los miedos y las dudas de los escritores, pero también de los lectores.