«No me siento ligado a nada, salvo a la desprestigiada herencia de Cervantes», afirma orgulloso Kundera. Y a reivindicar esta nobilísima herencia dedica el autor checo estos apasionantes ensayos donde expone su concepción de la novela europea y sus consideraciones sobre su origen —un arte nacido de la risa de Dios— y su problemático futuro. ¿Estará tocando a su fin como género moderno? En esta época de «paradojas terminales», Kundera sostiene que la novela ya no puede vivir en paz con el espíritu de nuestro tiempo: «si aún quiere “progresar” como novela, no puede sino hacerlo en contra del progreso del mundo». Y, a propósito de autores como Rabelais, Cervantes, Flaubert o Musil, discurre sobre el arte de la composición novelesca, la polifonía o la creación de personajes.
La carrera profesional de Florence Lovelady llegó a lo más alto cuando treinta años atrás ella misma dirigió el arresto de Larry Grassbrook, un fabricante de ataúdes y asesino en serie. Como algo propio de nuestras peores pesadillas, las víctimas eran niños y fueron enterrados vivos. Florence resolvió el misterio y encerró a Larry en la cárcel el resto de su vida, justo antes de que más niños fueran asesinados.
Treinta años más tarde, Larry ha muerto y los hechos del pasado vuelven a repetirse. ¿Estuvo Florence equivocada durante todos estos años? ¿O hay algo mucho más oscuro y macabro?
La ateniense Altea, una de las más brillantes discípulas de Platón, no sabe que tiene a su peor enemigo en su propia casa, y que tanto ella como el bebé que espera se encuentran en peligro. Por su parte, su amigo y maestro Platón arriesga la vida para intentar hacer realidad su gran proyecto: un gobierno en el que impere la justicia en lugar de la corrupción, y donde la razón se imponga a la retórica vacía de los demagogos. Un gobierno ideal que traería la paz a los pueblos y en el que las mujeres podrían llegar a gobernar. Como telón de fondo, el surgimiento de una nueva potencia liderada por el invencible general Epaminondas, uno de los mayores genios militares de todos los tiempos, pone en juego la supervivencia tanto de Esparta como de la propia Atenas.
El asesinato de Roger Ackroyd rompió todas las reglas de la novela policíaca y convirtió a Agatha Christie en un nombre reconocible.
Roger Ackroyd sabe demasiado. Sabe que la mujer que ama envenenó a su brutal primer marido. También sospecha que alguien la ha estado chantajeando. Ahora, trágicamente, le llega la noticia de que se ha quitado la vida con una sobredosis de drogas.
Pero el correo de la tarde trae a Roger una última y fatal información, que puede aportar alguna luz sobre la identidad del chantajista. Por desgracia, antes de que pueda terminar de leerla, es apuñalado por la espalda hasta morir.
Si usted no sabe nada de este libro le damos dos consejos: no comentarlo con nadie, y leerlo a toda velocidad, ya que contiene una de las mayores sorpresas de la historia de la novela negra.
Grecia, siglo v a. C.
Un oscuro oráculo vaticina la muerte de Sócrates.
Un recién nacido es condenado a morir por su propio padre.
Una guerra encarnizada entre Atenas y Esparta desangra Grecia.
El asesinato de Sócrates recrea magistralmente la época más extraordinaria de nuestra historia. Madres que luchan por sus hijos, amores imposibles y soldados tratando de sobrevivir se entrelazan de un modo fascinante con los gobernantes, artistas y pensadores que convirtieron Grecia en la cuna de nuestra civilización. A lo largo de las páginas de esta absorbente novela, brilla con luz propia la figura inigualable de Sócrates, el hombre cuya vida y muerte nos inspiran desde hace siglos, el filósofo que marca un antes y un después en la historia de la humanidad.
La nostalgia y el suspense se darán la mano en las páginas de este adictivo misterio.
En los años finales de la dictadura de Franco, Madrid está viviendo una ola de muertes que han sido catalogadas como suicidios y accidentes. Todas ellas son mujeres jóvenes, y salvo Lucio Garza, un sagaz médico forense, nadie ha encontrado una relación clara entre sus muertes. Todo cambiará cuando Lucio descubra el terrible modus operandi del asesino, una muerte realmente cruel endulzada con caramelos de violeta.
Pero el inesperado asesino no será el único enemigo que Lucio encontrará en sus investigaciones. También deberá enfrentarse a la estrechez de miras de la época, los recelos de sus superiores y a una asfixiante autoridad que todavía no concebía el concepto de un asesino en serie. Sin embargo, no estará solo: contará con la ayuda de Teresa, su inteligente esposa, y de sus siete hijos, tan deseosos como sus padres de participar en la investigación. A ellos se les unirá un atípico compañero, Félix, un policía de la brigada de investigación criminal, que ayudará a Lucio Garza en sus pesquisas. Unas pesquisas que sacarán a la luz un oscuro secreto familiar que hunde sus raíces en la guerra civil.