Una poesía de subrayada modernidad que se reencuentra con sus fuentes, una escritura casi abstracta que se vuelve materia pura en nuestras manos, ante nuestros ojos.
Este libro nació de la firme intención de escribir esos poemas que el poeta Antonio Muñoz Quintana, amigo íntimo de la autora, se había dejado en el tintero antes de su prematura muerte, el 24 de octubre de 2014. Al principio, Isabel Bono solo consiguió escribir uno, el que da título al libro, y necesitó algún tiempo más para dar forma a los demás, que llegaron a través del hallazgo y la intuición.
No estamos ante un libro triste ―tampoco celebratorio―: Bono nos entrega unos versos escritos desde la serenidad, desde esa humildad que nos permite admitir con sosiego que somos mortales, desde ese devenir de los días vacíos. Nacer es una oportunidad, morir un deber. Hay que dejar espacio a otros por mucho que nos duela. A veces el dolor acompaña, dice Bono. Y se diría que en esta vida apresurada nadie nos ha enseñado a poner el freno a tiempo. No hay prisa para vivir, no hay prisa para morir, no hay prisa para publicar. Desde 2014, estos poemas han estado reposando, esperando su momento. Y ahora parece que diez años ya son suficientes.
Una afilada sátira sobre el matrimonio y los vínculos que nos mantienen unidos
Corren los años noventa, Jack y Elizabeth son estudiantes universitarios y, en cuanto se conocen, tienen la certeza de haber encontrado a su alma gemela, por lo que no tardan en unir fuerzas y abrirse un hueco juntos en la floreciente escena artística underground de Chicago. Veinte años después están casados y, además de enfrentarse a los retos de ser padres, deberán lidiar con sectas disfrazadas de grupos de mindfulness, pretendientes poliamorosos, guerras en Facebook y algo llamado Poción de Amor Número Nueve.
Por primera vez, a Jack y Elizabeth les cuesta reconocerse mutuamente, y los antaño jóvenes soñadores se verán obligados a plantar cara a sus demonios: desde ambiciones profesionales frustradas hasta dolorosos recuerdos infantiles en el seno de sus propias familias disfuncionales. Jack y Elizabeth habrán de emprender caminos separados de indagación personal o arriesgarse a perder lo mejor de sus vidas: el uno al otro.
Nathan Hill regresa con una conmovedora e ingeniosa historia sobre el matrimonio, la búsqueda a menudo desconcertante de una vida feliz y saludable, y sobre las historias que nos mantienen unidos. Desde la provocadora escena artística del Chicago de los noventa hasta los actuales barrios residenciales y su obsesión por las dietas detox y las reformas en el hogar, Hill reinventa el género amoroso con refrescantes dosis de erudición, ironía y sensibilidad.
Tras una semana confinados por el COVID-19, los inquilinos de un edificio de apartamentos del Lower East Side de Manhattan empiezan a reunirse en la azotea para contar historia. Cada noche que pasa, se reúnen más y más vecinos. Poco a poco, los inquilinos (algunos de los cuales apenas se han dirigido la palabra) se convierten en verdaderos vecinos.
Catorce días es una hermosa oda a las personas que no pudieron escapar cuando la pandemia golpeó. Una narración deslumbrante, conmovedora y, en última instancia, sorprendente de cómo, por debajo de la horrible perdida y el sufrimiento, algunas comunidades consiguieron hacerse más fuertes.
"Whitehead se está convirtiendo rápidamente en el Dickens de la vida de losafroamericanos estadounidenses".Johanna Thomas-Corr, The Times
El doble ganador del Pulitzer continúa entonando su himno a Harlem, en todo su esplendor y miseria, y recreando el paisaje criminal del agitado Nueva York de la decada de 1970.
Comienza la decada de los setenta y la ciudad de Nueva York parece más sucia y peligrosa que nunca. Mientras en las calles de Harlem estalla una guerra abierta entre el Ejercito Negro de Liberación y la policía estatal, Ray Carney, al frente de su próspera tienda de muebles, intenta mantenerse alejado de los negocios turbios y ser un honrado padre de familia. Pero no es sencillo dejar atrás un pasado entre ladrones, gánsteres y policías corruptos y, al no encontrar entradas para los Jackson 5 para su hija adolescente, no duda en recurrir a un viejo contacto policial que, a cambio, le reclamará favores un tanto dudosos.
Manifiesto criminal nos conducirá desde un mundo de caprichosas estrellas de Hollywood, traficantes de drogas y sicarios que pueblan una producción cinematográfica "made in Harlem" hasta una trama de especuladores y corrupción política que hará que el barrio arda en llamas.
Escritos a lo largo de medio siglo, los poemas que conforman Los dedos de la Aurora giran en torno al mundo clásico, tema nuclear en la obra de Luis Alberto de Cuenca al que se ha acercado como traductor, filólogo y estudioso y que ha dejado una huella profunda y perdurable en su poesía, una de las más prestigiadas e influyentes de las últimas décadas. Los autores helenísticos de la Antología Palatina, en particular, pero también los elegíacos y epigramistas latinos, la épica de Homero o de Virgilio y la lírica arcaica, comparecen en homenajes que a la vez que transmiten el legado de la Antigüedad lo reelaboran en clave irónica o sentimental. Seleccionada por Luis Miguel Suárez, con prólogo del autor y epílogo de Victoria León, la antología ofrece una muestra deliciosa y altamente significativa de un universo poético que recrea las fuentes grecorromanas o se sirve de la narratividad de sus mitos para indagar en los universales de la condición humana, expresando un vitalismo a prueba de tinieblas.
Un recopilatorio de la correspondencia de Ray Bradbury, uno de los escritores y creativos más conocidos de nuestro tiempo.
Ray Bradbury fue uno de los escritores y creativos más conocidos de nuestro tiempo. Ahora, por primera vez, se recoge y publica su correspondencia en una selección que abarca desde sus años de adolescencia hasta su vejez. Una correspondencia que, además, fue de gran alcance: Bradbury interactuó con una muestra nutrida de grandes figuras culturales del siglo XX.
Jonathan R. Eller, erudito y biógrafo del autor, se ha encargado de recopilar este volumen mostrando la progresión de Bradbury a través de la vida tal como él la conocía, y no necesariamente como el público lo percibía. A las cartas enviadas y dirigidas a mentores y otros escritores les sigue correspondencia con directores de cine como John Huston, François Truffaut y Federico Fellini.
También encontramos cartas dirigidas a editores y agentes, así como otras misivas que capturan momentos de reconocimiento nacional e internacional, las sombras de la guerra y la intolerancia que motivaron algunos de sus mejores escritos, y la relación con los amigos y familiares que compartieron los recuerdos de su vida.
Lo mismo que una imagen recuerda a alguna análoga y una sombra a la fresca humedad de otra estancia y un olor a una escena cercana por remota y esta ciudad a aquella habitable y distante, así, cuando la tarde se hace eterna y es julio todo expresa una múltiple, inasible presencia, y el agua es más que el filtro de lo que fluye y pasa y la luz más que el velo que ilumina las cosas y el viento más que el nombre de una oscura noticia. «Mecánica terrestre» Álvaro Valverde (Plasencia, 1959) ha publicado, entre otros, los libros de poesía Las aguas detenidas, Una oculta razón (Premio «Loewe»), A debida distancia, Plasencias, Ensayando círculos, Mecánica terrestre, Desde fuera, Más allá, Tánger, El cuarto del siroco (Premio «Meléndez Valdés» de la crítica) y Sobre el azar del mapa.
aquí enjaulado veo el cielo altísimo el aire fresco de la montaña la melodía de los pájaros más allá de los barrotes oigo los versos que me cantan y los canto enamorado toco cada palabra una por una quiero sentirles la textura el tono el engranaje las rimas consonantes los símiles las metáforas en el sonido de cada sílaba me va la vida lo presiento quiero quedarme para siempre a salvo enjaulado y a salvo aquí estoy yo don quijote de la mancha aferrándome a mi voz Fragmento de “Don Quijote enjaulado” Don Quijote a voces es un libro de poemas escritos a partir de algunos episodios y desde la mirada de distintos personajes clave en la obra de Cervantes, entre ellos tres mujeres (Dulcinea, Zoraida y Marcela); y también el propio Don Quijote, Sancho, Sansón Carrasco. El hilo conductor de este poemario es la voz, o mejor, las voces, pues en esa búsqueda está el eje principal de los poemas. Es un libro de creación poética a partir de la ficción: un homenaje, un diálogo, un juego, una apertura de los oídos para inventarles nuevos tonos a las voces, subirles el volumen en la poesía. Un intento de seguirles el rastro a algunos de los tantos momentos poéticamente detonantes de una narración inolvidable.
Un fascinante viaje post-apocalíptico hacia la desaparición del ser humano de la faz de la tierra.
En el país de las últimas cosas todo tiende al caos, los edificios y las calles desaparecen, y no hay nacimientos: la existencia se reduce a la mera supervivencia. Anna Blume cuenta, en una carta enviada desde una ciudad sin nombre, lo que sucede en ese país. Está allí para buscar a su hermano William, y describe una tierra en la que la búsqueda de la muerte ha reemplazado a los avatares y negocios de la vida, donde las clínicas de eutanasia y los clubes para el asesinato florecen y los atletas y corredores no se detienen hasta caer literalmente muertos de cansancio. Anna intenta sobrevivir en ese país devastado, donde todo lo que existe es posiblemente el último ejemplar de su especie, y se convierte en una recolectora de objetos del pasado para vender a cambio de comida y refugio. Pero tambien encontrará amistad —e incluso amor— en este mundo desolado.