Un amor por el lenguaje, así, que se enrosca como una delicada espiral, y asciende solo para caer y besar con fervor su punto de partida, es del tipo de amor que profesa el autor de este libro por su idioma natal; uno que alcanza la hombradía de hacer potables en el español nuestro, giros y formas clásicas que se abrazan, sonrientes, con términos nacidos de lo castizo y de lo popular, de las redes sociales y el universo digital: minimalistas, hilarantes, magníficos…
En el verano de 1956 desapareció en Nueva York Jesús Galíndez, representante del Gobierno vasco en el exilio ante el Departamento de Estado norteamericano. Fue secuestrado, torturado y asesinado, y todas las sospechas apuntaron a la mano...
Esta obra está cercanamente emparentada con otras dos publicaciones del autor: La Otra Historia Dominicana y Otras Miradas a la Historia Dominicana, con las cuales forma una trilogía necesaria para entender tanto el desenvolvimiento social del país como su evolución espacial.
El presente diccionario de la literatura dominicana es una obra de referencia concebida con el objetivo expreso de ofrecer una panorámica general de la historia literaria de República Dominicana a través de autores, definiciones, terminologías, estudios de grupos, tendencias, movimiento literarios e instituciones cívicas y culturales cuyos aportes a la literatura nacional merecen preservarse para la posteridad. La objetividad empleada en la elaboración de cada ficha bibliográfica, el enfoque directo, el sentido de síntesis de los términos definidos, así como las más de veinte mil entradas bibliográficas activas y pasivas facilitan y simplifican la comprensión de la información incluida en esta obra, convirtiéndola en una herramienta indispensable para el estudio de las letras dominicanas.
Este libro nace de una vieja aspiración, tal vez de un maduro sueño: hacer la biografia política de Gregorio Luperón y descubrir el personaje en su marco histórico, en su gallardía de soldado y, sobre todo, en su invariable y rectilínea postura de dominicano defensor a ultranza y consciente de la soberanía nacional y de pionero en la lucha contra el imperialismo norteamericano. Este último aspecto está tratado con bastante amplitud y define este trabajo como una Biografía Política de Luperón.
La autora hace un recorrido por la historia poco conocida de Cristóbal Colón y el descubrimiento de América en 1492, vinculándolo con diferentes situaciones que van desde la posibilidad de que el almirante haya sido templario hasta conocer de antemanto, por otras fuentes o por viajes anteriores, el destino que perseguía. Presenta también una serie de coincidencias entre las costas de una región llamada Adra, en España y la costa norte de la isla de Santo Domingo, el origen del nombre de los cayos Los Siete Hermanos, el porqué del nombre de la provincia Montecristi y otros datos de tipo religioso.
No era una tarde fria, pero ella parecia sufrir los efectos de un invierno devastador. Temblaba de pies a cabeza. Uno de los lados de su vestido estaba rasgado, el lazo suelto y su cabello semejaba un nido de pajaros deshecho por la furia del viento. Lo extraño era que, aun con todas esas señales, la atención no se centrara en ella, sino en el hombre derribado que no se atrevia a defenderse ante el atroz sometimiento, y el otro beato que yacía en el suelo.
Poco antes de la medianoche entre el sábado 3 y el domingo 4 de julio, 1982, un abrumado hombre de 71 años de edad está sentado en un antiguo sillón de barbero forrando en piel, instalado en el baño de su oficina. Repasa minuciosamente los detalles de sus últimas conversaciones con su yerno, que lo espera afuera sin sospechar que no saldrá de allí por su propio pie...