James Bond no es un hombre que se intimide fácilmente, pero es difícil no sentirse nervioso en presencia de Mister Big, un despiadado gánster de Harlem que usa la superstición y el miedo para controlar su vasto imperio criminal; también es uno de los principales agentes estadounidenses del SMERSH.
Mister Big trafica en Nueva York con tesoros piratas procedentes de Jamaica para financiar operaciones de espionaje soviético en Estados Unidos. Con la ayuda de Solitaire, la hermosa y enigmática adivina de Mister Big, y su viejo amigo Felix Leiter de la CIA, 007 debe localizar el escondite del señor del crimen, sabotear su operación y recuperar el tesoro pirata para Inglaterra.
Tres momentos en la vida de Malika, una mujer marroquí de campo. Desde 1954 hasta 1999. Desde la colonización francesa hasta la muerte del rey Hassan II.
Su primer marido es enviado por los franceses a combatir en Indochina.
En los años 60, en Rabat, hace todo lo posible para evitar que su hija Jadiya entre a trabajar como criada en el chalé de Monique.
La víspera de la muerte de Hassan II, un joven ladrón homosexual, Jafar, irrumpe en su casa y quiere matarla.
Es Malika quien habla todo el tiempo a lo largo de estas páginas, quien cuenta sus estrategias para escapar de las injusticias de la Historia. Para sobrevivir. Para encontrar su lugar.
El testimonio íntimo de un autor que no escribió para la fama del presente,
sino para la posteridad.
«Cuando se trata de vivir consecuentemente, un hombre comprueba siempre que la conciencia es la cosa más difícil de mantener del mundo. Las circunstancias casi siempre se oponen a ello. Se trata de vivir la lucidez
en un mundo donde la dispersión es regla».
Publicados por primera en un solo volumen, estosCarnets son el diario discontinuo que Albert Camus mantuvo desde 1935, cuando todavía era un completo desconocido en Europa, hasta pocos días antes de su muerte en 1960, en el apogeo de su carrera. En este libro se entremezclan observaciones cotidianas; reflexiones sobre la moral de su tiempo, la muerte y el horror de la guerra; sus sentimientos hacia las mujeres, el sol o el mar; pensamientos sobre la soledad o el arte; ideas para futuras obras; citas y comentarios derivados de sus lecturas; consideraciones sobre filosofía, literatura y viajes; diálogos escuchados en los cafés o meras ocurrencias pasajeras.
Vivir la lucidez es en cierto modo la autobiografía espiritual e intelectual de una de las mentes más excepcionales del siglo XX. Proporciona momentos de verdadera emoción, y constituye una maravillosa manera de acceder al universo íntimo del autor y al germen de sus obras más emblemáticas. Es el fascinante reflejo no solo de su estilo de trabajo y su vida interior, sino también del clima intelectual y político de una época decisiva para la historia.
«El tren hizo una parada en una estación sin pueblo, y poco después pasó frente a la única finca bananera del camino que tenia el nombre escrito en el portal: Macondo. Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con el abuelo, pero sólo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética. Nunca se lo escuché a nadie ni me pregunté siquiera qué significaba.» Compendio y recreación de un tiempo crucial para Carcía Márquez, Vivir para contarla ofrece el recuento de sus años de infancia y juventud, aquellos en los que se fundaría el imaginario que más tarde daría lugar a relatos imprescindibles. Novela de una vida, en sus páginas emocionantes va descubriendo ecos de personajes e historias que poblaron su obra, lo que la convierte en una guía de lectura, una compañía indispensable para iluminar pasajes inolvidables que, tras el disfrute de estas memorias entrañables, adquieren una nueva perspectiva.
Una mala racha. Así es como podría llamarse a lo que está viviendo Sookie. Primero, su compañero de trabajo es asesinado y a nadie parece importarle. Luego se encuentra cara a cara con una criatura sobrenatural y casi muere en el ataque. Afortunadamente los vampiros le salvaron la vida, así que cuando le piden que busque a uno de ellos, desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento: les debe un favor.
Se supone que el trabajo es fácil: debe entrevistar a ciertos humanos involucrados en la desaparición. Solo hay una condición, los vampiros deben prometer comportarse y dejar que los humanos salgan ilesos. Más fácil decirlo que hacerlo. Todo lo que se necesita es un pequeño error para que las cosas se vuelvan mortales...