Después de la Primera Guerra Mundial y con nuevos derechos políticos, las mujeres llegaron a los nuevos y deslumbrantes rascacielos de Manhattan para estrenar su independencia económica. Pero no iban a aceptar menos comodidades de las que disfrutaban los hombres.
Construido en 1927, el hotel Barbizon se diseñó como un lujoso refugio para la «mujer moderna» que deseaba hacer carrera en el mundo del arte. A lo largo de los años, sus casi 700 pequeñas habitaciones alojaron a muchas jóvenes ambiciosas que buscaban alcanzar la fama y la fortuna: entre ellas, a Molly Brown, superviviente del Titanic; a las actrices Grace Kelly, Liza Minnelli, Ali MacGraw y Jaclyn Smith; y a las escritoras Joan Didion, Gael Greene, Diane Johnson y Meg Wolitzer. Sylvia Plath relató su estancia allí en La campana de cristal. Asimismo, la revista Mademoiselle y la escuela de secretariado Katharine Gibbs alojaban allí a sus estudiantes, y la agencia de modelos Ford, a sus jóvenes modelos.
A pesar de que no todas las mujeres que atravesaron las puertas del Barbizon estaban destinadas al éxito, el hotel ofrecía a sus residentes una habitación propia y una vida sin obligaciones familiares: les dio a las mujeres la oportunidad de rehacerse a sí mismas como quisieran.
Lo inesperado: las políticas antitabaco de un pequeño país al sur de América Latina encendieron las alarmas de las grandes empresas tabacaleras. En 2010, la poderosa Philip Morris puso en juego su arsenal de abogados en defensa de los intereses comerciales y demandó a Uruguay en una corte internacional. El juicio adquirió fama mundial. Se lo conoció como «la lucha de David contra Goliat». Este libro cuenta esa historia, pero va más lejos. Sus páginas son un recorrido por algunos hitos culturales del cigarrillo. Hablan del placer y la dependencia de un objeto que es parte de la memoria colectiva. También cuentan las historias de hombres y mujeres que alzaron sus voces en defensa de la salud, en tensión permanente con una industria que vende ilusiones. Con talento en la escritura y rigor en la investigación, Emiliano Zeccaofrece una mirada desde el periodismo narrativo, presentando hechos y protagonistas de modo tal que el lector pueda completar el puzzle desde su itinerario personal.
El humor ha sido un aspecto fundamental del judaísmo e impregna su tradición cultural ya desde el Antiguo Testamento. Jeremy Dauber explora magistralmente los orígenes del humor judío y su evolución hasta nuestros días: mediante el análisis de las formas tradicionales del humor judío—la sátira, el ingenio o la escatología, entre otras—nos descubre que la persecución, el exilio, la asimilación cultural, la religiosidad, la diáspora y la identidad, imprescindibles para explicar la experiencia judía, son los pilares sobre los que se construye su tradición cómica. Asimismo, rastrea el apogeo y el declive de los principales arquetipos humorísticos judíos con la ayuda de maestros de la talla de Sholem Aleichem, Isaac Babel, Franz Kafka, los hermanos Marx, Woody Allen, Joan Rivers, Philip Roth, Mel Brooks, Sarah Silverman y Larry David entre muchos otros. Un ensayo riguroso y divertido que aborda con sentido del humor un asunto tan serio como la historia del pueblo judío y nos recuerda que, en ocasiones, la risa puede restaurar el equilibrio de la cordura.