Innovadora, curiosa, polifacética y extremadamente aventurera, Agatha Christie se lanzó sin complejos a conquistar con entusiasmo cada uno de los intereses con los que se cruzó, amoldando la vida a su gusto en lugar de encajar en los estándares de su época. Se dice de ella que fue una de las primeras mujeres en volar en avión, y posiblemente la primera británica que montó en una tabla de surf; conducía con increíble destreza en una época en que la mayoría de hombres no poseía coche, y emprendió viajes sin más compañía que su máquina de escribir a lugares tan lejanos que pocas mujeres se hubieran atrevido a ir. En esta amena biografía, el lector emprenderá una profunda inmersión en la vida de una autora cuya trayectoria se escribió con la tinta de los acontecimientos mundiales del siglo xx. También conocerá deliciosas anécdotas, el origen de sus obras más conocidas y los entresijos de su extraña desaparición en 1926, un suceso sobre el que la autora y su familia jamás se pronunciaron.
Con la novela El castillo de Otranto (1764) de Horace Walpole se inició la novela gótica. En ella ya estaban presentes todos los elementos que caracterizarían el género: un castillo medieval, un malvado aristócrata, una joven inocente confinada y perseguida por laberintos subterráneos, criptas, desapariciones misteriosas y presencias sobrenaturales. En el Romanticismo y a lo largo del siglo XIX el género floreció y sentó las bases para una tradición aún hoy viva, no solo en literatura sino también en el cine y en la música pop. Esta agenda ilustrada ofrece efemérides y citas que recuerdan y homenajean esta estética que nunca ha pasado de moda.
En 1942, en un tranquilo pueblo de los Cotswolds ingleses, una mujer salía a dar su habitual paseo en bicicleta. Sus vecinos la conocían como Ursula Burton, una esposa atenta y madre de tres hijos que parecía llevar una vida rural sin pretensiones. No sabían que tras esta fachada se escondía una oficial de alto rango de la inteligencia soviética que pedaleaba hacia la campiña de Oxfordshire para reunirse con un físico nuclear con la misión de desentrañar los secretos que permitirían a la Unión Soviética construir la bomba atómica.
Nacida en el seno de una familia judía alemana en Berlín, Ursula Burton atestiguó el ascenso del nazismo y el antisemitismo y se entregó devotamente a la causa comunista. Espía veterana y coronel soviética condecorada, recibió el nombre en clave de «Sonya» y dirigió algunas de las operaciones de espionaje más peligrosas del siglo XX mientras era perseguida sin éxito por nazis, chinos, japoneses, el MI5, el MI6 y el FBI. Su historia refleja el gran choque ideológico que se produjo entre el comunismo, el fascismo y la democracia occidental a la vez que arroja nueva luz sobre las batallas de espías y las cambiantes lealtades de nuestra época.