A finales del siglo XIX, las victorias militares del Japón colonial demostraron que las potencias europeas habían subestimado al país nipón y la Exposición Universal de Barcelona en 1888 ofreció a España la oportunidad de estrechar lazos comerciales con el país del Sol Naciente. En aquel encuentro entre civilizaciones se forjó una amistad imperecedera entre Antoni García Llansó y el pintor Kume Keiichirō, dando como resultado una serie de artículos recopilados luego en forma de libro en 1905. Con Dai Nipon García Llansó descubrió a los lectores españoles la historia, sociedad y cultura de un país fascinante aparentemente muy alejado de España, pero con multitud de semejanzas, a través de un texto que sintetiza el clima de tensión de la política internacional a principios del siglo XX. Una joya bibliográfica del japonismo. Dai Nipon es el fruto de la amistad entre Antoni García Llansó y Kume Keiichiro, forjada durante la Exposición Universal de Barcelona en 1888 y de las cartas intercambiadas entre ambos durante años que sirvieron para documentar la obra que ahora reedita Satori Ediciones, con introducción y epílogo de la doctora Diana Rossell Cigarrán, historiadora de arte.
En 1565 Richard Breton edita en París Les Songes drolatiques de Pantagruel, una colección de 120 estampas grabadas en madera por un autor anónimo, que las firmó utilizando el nombre de Rabelais. El artista desconocido que grabó las estampas pudo ser François Desprez. Una selección de 25 estampas de Desprez fueron la inspiración directa de la serie de 25 litografías de Salvador Dalí tituladas también Les Songes drolatiques de Pantagruel. Dalí mantuvo las composiciones originales, introduciendo pequeños detalles que subrayaban su carácter fantástico. El imaginario carnavalesco pasa por el filtro de la «paranoia-crítica» daliniana, en una expansión de la estética de lo grotesco. Ese ciclo satírico-surrealizante sirve como pretexto visual para revisar a ese artista extravagante que llegó a decir que «la belleza será comestible o no será». Dalí canibaliza el mundo pantagruélico y nos invita a degustar un menú que es más inquietante que sabroso.
Te vas a morir de hambre si te metes en eso». Es un comentario que escuchan muchos músicos, cantautores y entusiastas de la música. Lo mismo le pasó a Alexiomar cuando compartió con sus más cercanos que su sueño era vivir de ella, y al convertirse en abogado sintió que había dejado atrás su pasión más grande, pero luego se dio cuenta de que, en realidad, era otra manera de entenderla, vivirla y compartirla.
Con conocimientos sobre aspectos legales, negocios y marketing, Alexiomar descubrió información vital que podía ayudar a otros músicos, como él, a navegar el amplio, diverso y confuso mundo de la industria musical. En este libro te compartirá estrategias, tácticas y herramientas que te ayudarán a convertir tu pasión por la música en un negocio a tiempo completo.