En los albores mismos del nacimiento de la filosofía Platón planteó, utilizando la dúctil forma del diálogo, buena parte de los principales problemas que han ocupado desde entonces al pensamiento filosófico. El presente volumen recoge tres interesantes piezas platónicas. La Apología de Sócrates constituye el hermoso relato que hace Platón del juicio y condena de su maestro en el año 399 a.C. El diálogo Menón trata esencialmente sobre la teoría de la reminiscencia, según la cual el conocimiento no es otra cosa que el recuerdo de experiencias anteriores. Finalmente, el Crátilo estudia el nexo complejo que existe entre lengua y realidad y si es posible desvelar la verdad por medio de las palabras.
En un mundo construido sobre el contrato político, económico y social, los pobres parecen quebrar el juego de dar y recibir, y por eso prospera la tendencia a excluirlos. El problema no es de xenofobia, puesto que la acogida entusiasta de turistas extranjeros contrasta con el rechazo de refugiados e inmigrantes. Hablamos de aporofobia, de rechazo al pobre. Es el pobre el que molesta, incluso el de la propia familia. La aporofobia es un atentado diario contra la dignidad, el bienestar y el bienestar de las personas, y contra la democracia. Además tiene un alcance universal: todos los seres humanos son aporófobos, y esto tiene raíces cerebrales y sociales que se pueden y se deben modificar si tomamos en serio las claves éticas de una sociedad democrática que pretenda ser justa. En Aporofobia,el rechazo al pobre, Adela Cortina expone uno de los conflictos morales más arraigados y obviados de nuestro tiempo, no sólo para darle un nombre sino también para significarlo y darnos las herramientas para que nos enfrentemos a una realidad muy nuestra.
"PREMIO CATARATA DE ENSAYO Las dictaduras de Mussolini en Italia, Salazar en Portugal y Primo de Rivera y Franco en España se valieron de un amplio abanico de mecanismos represivos para conseguir el control político-social sobre el profesorado, que presenta tanto notables analogías como divergencias entre los tres países. Los nuevos gobiernos conscientes del poderoso instrumento de socialización y nacionalización que es la enseñanza no quisieron dejar en manos de profesores antifascistas los apóstoles de la razón, identificados con el ideario ilustrado del siglo XVIII la formación de las futuras élites dirigentes. Para Mussolini, Salazar y Franco la segunda enseñanza debía tener una función estratégica de doble importancia."