En el mes de abril de 2017, siguiendo la estela de destacados medios internacionales como The New York Times, el diario argentino Clarín lanzó su suscripción digital. En menos de seis años, había logrado superar el medio millón de suscriptores, lo que lo situaba como el medio en español con más abonados del mundo.
La suscripción digital es quizás el fenómeno que mejor refleja el proceso de transformación que ha vivido Clarín durante las últimas décadas, al que está dedicado este libro. En Clarín, actualizado se analizan a fondo, en forma de relato periodístico, los principales elementos diferenciales del modelo de este diario, referente en América Latina, y cuáles son las claves de su proceso de digitalización.
El objetivo de esta obra es ofrecer pistas válidas y experiencias prácticas a todos los medios y profesionales del mundo periodístico interesados en encontrar fórmulas que permitan superar con éxito la profunda transformación que vive el sector desde la irrupción de internet.
Clarín, actualizado presta atención tanto al modelo de negocio del diario como a su trabajo periodístico.
Las obras de autores como Tolkien, Shakespeare, Dickens o Austen nunca pasan de moda: ofrecen al lector una escuela de vida.
Como en sus libros anteriores, el autor trata de mostrar cómo las cumbres de la literatura universal ayudan a redescubrir el sentido de la existencia y a distinguir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso, lo bello de lo feo.
Shakespeare, Scott, Austen, las hermanas Brontë, Dickens, George Eliot y Tolkien tienen mucho que decirnos a quienes transitamos por este mundo en el siglo XXI. Son clásicos: sus obras nunca pasan de moda, y ofrecen al lector una escuela de vida.
La aceleración de la emergencia ecológica, la invasión rusa de Ucrania, el avance del populismo autoritario, el genocidio en la Franja de Gaza, las guerras comerciales, la irrupción de la pandemia, así como la crisis energética e inflacionaria, confirman que, lejos de experimentar una época de cambios, atravesamos un auténtico cambio de época.
Ha pasado casi un siglo desde que Antonio Gramsci escribiera aquello de que «la crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer: en ese interregno se verifican los fenómenos mórbidos más variados». Hoy, ante un sinfín de fenómenos mórbidos, en un contexto de policrisis y realineamientos geopolíticos, nos encontramos profundamente desorientados: erráticos en el análisis de lo viejo e incapaces de participar en el surgimiento de lo nuevo.