Hace unos años, Linda Kinstler se enteró de que un hombre que llevaba décadas muerto —un nazi que había pertenecido al mismo comando asesino que su abuelo— era objeto de una investigación judicial en Letonia. Se trataba de Herberts Cukurs, el «carnicero de Riga», un célebre aviador que, tras la Segunda Guerra Mundial, huyó a Brasil hasta que el Mosad lo asesinó en 1965. Debido a la desidia de la fiscalía y al blanqueamiento de la biografía de Cukurs en nombre del orgullo patrio, existía el riesgo de que el proceso desembocara en su absolución. Como sucedía en otros lugares de Europa, algunos hechos incontestables y arduamente probados del Holocausto eran puestos en tela de juicio al mismo tiempo que morían sus últimos supervivientes, es decir, sus últimos testigos legales.
Guiada por las reflexiones del estudioso Yosef Yerushalmi, que se pregunta si el antónimo del olvido no es la memoria sino la justicia, Kinstler investiga la historia de su familia y se sumerge en los archivos de diez países para reflexionar sobre los desafíos legales y morales que presentan los crímenes del nazismo en pleno siglo xxi. ¿Cómo defender la verdad y la dignidad de las víctimas cuando se apagan sus voces? ¿Qué papel le corresponde a la justicia en una época en que, al amparo de ideologías ultranacionalistas, proliferan la negación y el revisionismo?
Gabriel Ferrater (1922-1972) fue un intelectual único en el erial cultural del franquismo: por su inteligencia lúcida, su rechazo de cualquier forma de dogmatismo y su independencia de criterio, como demuestra la profunda impronta que dejó en la crítica de arte, la crítica literaria y la lingüística. Despuntó asimismo en el mundo editorial, donde trabajó mucho tiempo como traductor, lector y editor. Ferrater es el primer poeta moderno de la literatura catalana de posguerra y el que más ha influido en la literatura posterior. Su manifiesto alcoholismo y su suicidio poco antes de cumplir los cincuenta años acabaron de rodear su figura de un áurea legendaria. Jordi Amat nos propone llegar al fondo del personaje en esta biografía narrativa que aporta documentación inédita y retrata con precisión, sin ocultar los claroscuros, una de las personalidades más brillantes de la cultura catalana.
Hace cinco siglos, el 13 de agosto de 1521, caía Tenochtitlán, la otrora esplendorosa capital del Imperio azteca y ahora tan devastada como sus habitantes, exterminados por la guerra, el hambre y la viruela. Un mundo, el de Moctezuma y Cuauhtemoc, el de Huitzilopochtli y el Tezcatlipoca, se extinguía, y otro, el de Cortes y Malinche, el de Cristo y la Virgen de Guadalupe, nacía. Un hito en la historia universal, que supuso un bocado de león en la conquista española de America y que marcó el nacimiento del país mestizo que es Mexico. Un hito doloroso, pero que cinco siglos despues sigue asombrando: ¿cómo pudieron Cortes y su puñado de españoles, prácticamente incomunicados, en medio de un mundo que les era totalmente ajeno y extraño, conquistar un Imperio que se enseñoreaba sobre una vasta parte de lo que hoy es Mexico? ¿Cómo pudieron escapar en la Noche Triste y vencer a los guerreros águila y jaguar en Otumba?