¿Por qué un manual? Porque aspira a ser fácil de manejar y fácil de entender y su intención es fundamentalmente práctica. Porque no es un libro oficial, académico o doctrinario, y compendia lo más sustancial de unas cuantas vidas filosóficas. ¿Por qué portátil? Porque es un homenaje a caminantes. La filosofía portátil es un esfuerzo por liberar al pensamiento de la reclusión a la que ha estado sometido por escolásticos y académicos. Un modo de conjurar esa manía erudita de hablar sólo para aquellos que comparten cátedra o facultad. El espíritu de la pesadez infecta como ningún otro al de la filosofía, y el portátil es un soltador de lastre. Prefiere ofrecer ironías, migajas y vislumbres que abran paso a una nueva inteligencia de la vida. Este libro propone recorrer el río de la filosofía a contracorriente, en busca de sus fuentes. El viaje se inicia con el gesto de un antropólogo que, tras estudiar filosofía en París, se va a buscar la verdad entre los «salvajes». Luego, visitamos a los filósofos, contemplando escenas inolvidables: Wittgenstein toma notas en una trinchera, Nietzsche susurra a un caballo, Kierkegaard financia un panfleto anticlerical, Leibniz descubre el amor entre las princesas, Montaigne se encastilla, Plotino oculta su pasado, Sócrates bebe voluntariamente un veneno y Empédocles se arroja a un volcán. Lo que a primera vista podría parecer extraño revistió un profundo sentido para todos ellos. Llamemos a ese sentido filosofía y veamos qué ocurrió.
Durante su vida, Roland Barthes publicó poco sobre Proust —cinco textos o artículos— aunque él mismo confiesa que sin duda fue el autor que más leyó, ya desde la adolescencia pero especialmente en sus últimos años, durante el duelo por su madre, de la que constantemente hizo eco con la de la madre de Proust.
Este volumen reúne los textos de Barthes publicados en vida, la transcripción de tres emisiones que efectuó en France Culture, algunas obras inéditas, algunos fragmentos de un curso que llevó a cabo en el Collège de France y una importante selección de sus conocidos archivos personales.
Barthes abre caminos, toma atajos, adopta, descarta y ofrece una visión perfectamente moderna de un autor extraordinariamente moderno. Básicamente llena un vacío: faltaba el «Proust de Barthes» y aquí lo tenemos centelleante, vibrante, seminal.
Acercándonos a las décadas centrales del siglo veintiuno este libro se presenta como un fascinante conjunto de ideas sobre el debate filosófico de la mejora de los seres humanos. Reúne a algunas de las principales figuras del debate británico y a interesantes colaboradores del ámbito hispanohablante. Los artículos de este volumen no tienen nada que ver con aquellos del debate de los años noventa. Estos no se limitan a señalar posibilidades científicas. No tratan la ciencia como una mera fuente de ideas para provocadores experimentos mentales sobre la inserción de genes de Michael Jordan en embriones; por el contrario, están vinculados seriamente con la ciencia. En este volumen encontrarán reflexiones meditadas sobre el uso de la oxitocina, las aplicaciones de CRISPR, el uso del neurofeedback para la mejora moral y la posible aplicación de la inteligencia artificial a la toma de decisiones morales. El hecho de que este volumen se interese tanto por los detalles científicos le otorga una relevancia para el futuro del debate sobre la mejora que estaba ausente en las discusiones de los años noventa.
Roberto Calasso evoca su infancia en la Florencia de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra.
Una bellísima evocación de episodios de la infancia en Florencia en los años de la guerra y la inmediata posguerra: un gato de peluche, la detención del padre tras el asesinato del intelectual fascista Giovanni Gentile, el abuelo editor, los soldados americanos vistos desde una ventana, la primera lectura de Proust con trece años, los secretos vínculos con Kafka y Pasternak, el descubrimiento del eros en unas ilustraciones de Orlando furioso de Doré, un par de cafés y una droguería, las figuritas del pesebre en el salón de casa, el olor del polvillo de los escombros de Por Santa María, la decisión infantil de llamarse Memè Scianca…
Esta edición reúne varios de los escritos más relevantes de Johann Georg Hamann: las Memorables reflexiones socráticas, dos cartas dirigidas a Immanuel Kant, la reseña que hizo Hamann de la Crítica de la razón pura y su escrito Metacrítica acerca del purismo de la razón pura.
En ellos comienza a tomar cuerpo uno de los hilos más fructíferos de crítica e incluso de cuestionamiento del proyecto ilustrado por parte de la filosofía alemana, que cabe rastrear –pues sus hitos no siempre son explícitos– no solo en el romanticismosino también, con un alcance todavía mayor, en el pensamiento de Heidegger y en su muy influyente traducción hermenéutica.
Este hilo se teje alrededor del carácter mediador del lenguaje, en el que se precipitan los conceptos a espaldas, parcialmente a espaldas, de los hombres.
Estas Memorias tienen un interés extraordinario porque Voltaire narra en ellas los hechos políticos, diplomáticos y militares más importantes del siglo XVIII, los que condujeron a la hegemonía de Prusia bajo el rey Federico II el Grande. Pero no solo nos atraen por eso. Aquí Voltaire se nos aparece sin quererlo como la encarnación del espíritu burgués que, en su lucha contra el Antiguo Régimen, advierte que solo podrá triunfar y conseguir su libertad derrotándolo por medio del enriquecimiento: 'Oigo hablar mucho de libertad, pero no creo que en Europa ningún particular se haya labrado una como la mía. Siga mi ejemplo quien pueda y quiera'.