William Morris es una de las figuras culturales y políticas más importantes de la Inglaterra de finales del siglo xix. Su labor se extendió por la poesía, la pintura, la novela, el grabado, la edición, la decoración y un largo etcétera de «facetas» a las que hay que sumar la de socialista y revolucionario durante las últimas décadas de su vida. Sin embargo, Morris siempre estuvo convencido de que a través de la arquitectura se podían conjugar todos estos aspectos parciales en una actividad artística que en verdad estuviera unida a la vida de las gentes y facilitara tanto las relaciones sociales como la expresión artística de la comunidad de la que salía. Sobre esta convicción, Morris desarrolló a lo largo de toda su vida una deslumbrante labor teórica acerca del papel social de la arquitectura, así como de la forma en que se crean, suceden y decaen los diferentes estilos, cuyas particularidades serían consecuencia del estado de las relaciones sociales, culturales y económicas concretas de cada sociedad en el tiempo.
Aunque Morris nunca recopiló sus ensayos sobre el tema, esta preocupación por la arquitectura recorrió toda su obra y le inspiró algunos de sus textos más importantes. La presente antología recoge una amplia selección razonada de estos escritos, muchos de ellos inéditos en castellano hasta la fecha.
Obra capital de Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra recrea los trabajos y las palabras del profeta persa Zaratustra en el momento en que desciende de las montañas para revelar ante el mundo que Dios ha muerto y que el Superhombre ha de ser su sucesor. Con un discurso de gran intensidad que combina la ética, la narración y la poesía, Nietzsche sostiene que el sentido de la existencia no se encuentra en las viejas ideas religiosas ni en la sumisión a los amos, sino en una fuerza vital todopoderosa que puede identificarse con una nueva forma de ser libre.
La presente edición, a cargo de Fernando Pérez-Borbujo Álvarez, experto en el autor y profesor de filosofía de la Universidad Pompeu Fabra, cuenta con una magnífica introducción sobre la vida y obra de Nietzsche y un aparato de notas que ayuda a la cabal comprensión del texto.
Así habló Zaratustra es la obra cumbre de Friedrich Nietzsche, aquella en la que concentra los pilares de su filosofía y despoja al hombre moderno de la ilusión de la existencia de un ser superior que le da sentido al mundo. Ahora, el sentido debe crearlo el hombre por sí mismo. Aquí desarrolla su conocida idea del superhombre, en la que el ser humano no puede dar por concluida su evolución sino que debe seguir creciendo y superarse a sí mismo. Pocos conocen que esta es también una narración amena, con una prosa poética, plagada de metáforas cuyo misterio, en ocasiones, oscurece el mensaje y lo deja intencionadamente abierto. Una gran oportunidad para acercarse hoy a la gran creación literaria del filósofo alemán.
Autómatas espermáticos es una delirante narración que transcurre esencialmente en la mente de Osmodiar, personaje cuyo hastío y desasosiego existencial nos conducen a una lúcida metafísica del "estar-hasta-los-güevos" de la cotidiana, implacable y en ocasiones divertida batalla de la existencia. Su ontología del asco diario lo lleva a desentrañar de manera punzante aquello que nunca ha soportado, pero sin lo cual le sería imposible saber dónde terminan él y su conciencia y dónde empieza 'lo otro': el mundo mismo y los seres que lo pueblan. Pero se trata aquí de una extensa concepción del mundo que se permite incluir la velada pero firme presencia de potencias que se inscriben en el orden de lo divino y lo sagrado, y que inciden de manera definitiva en los asuntos humanos, sin importar el que los hombres quieran (puedan) reconocerlas o no.
Existe la opinión generalizada de que España no tiene una filosofía propia, cuando lo cierto es que lo mejor de la filosofía española se encuentra diseminado en su literatura. Prueba fehaciente de ello es Baltasar Gracián, «padre de filósofos», como lo llamó Schopenhauer. En un mundo carente de orden y sentido como el Barroco, el jesuita aragonés proporciona todo un arte de saber vivir, una antropología existencial del hacerse persona que se funda en la autoafirmación personal. ¿Cómo se llega a ser lo que se es? He aquí el leitmotiv de toda la obra graciana: la filosofía como manual de comportamiento en tiempos de crisis. El hombre prudente de Gracián aspira a crear sentido en medio del «sin-sentido», y hacerlo con medios humanos (como si no hubiese divinos), con la sola fuerza de su agudeza y de su ingenio. Si bien es cierto que el héroe graciano no está solo: su soledad es una soledad compartida. Por eso todo proyecto de realización personal debe hacerse valer en el gran teatro del mundo. La actualidad de Gracián no se agota en el largo siglo xvii, y no es casual que su obra haya logrado saborear las mieles del éxito en Wall Street.
Espacios mágicos y rituales, laboratorios de la cultura y de la tecnica, los pasajes permiten pensar el gran texto urbano desde sus notas a pie de página. En Barcelona hay cerca de cuatrocientos. Algunos son caminos que conducen a un pasado rural; otros, pasadizos proletarios o callejones de chabolas que hablan de la metrópolis fabril y del franquismo; los más famosos tienen forma de intersecciones ajardinadas y de galerías burguesas del siglo XIX; los más recientes están en polígonos industriales o acogen casas con piscina y restaurantes para turistas.