¿Cómo se fragua un poeta?, ¿debe recorrer algún camino para encontrar finalmente su voz entre las tantas que habitan el inmenso recinto de la poesía?, ¿cuál?, y ya que estamos en esto, ¿en qué momento la conciencia estética -esa necesidad de expresión casi biológica-, trasciende la sola necesidad de comunicación del poeta? Una relación acerca del oficio del poeta da cuenta, a grandes rasgos, de dos aspectos fundamentales que parecen decidir su sino: la angustia, producto del cúmulo de insatisfacciones que conforman su naturaleza como ente social sometido a los caprichos de la realidad; y la expresión, como un recurso al que suele asirse para intentar corregir todo cuanto de azarosa o trágica tiene su existencia, y, al mismo tiempo, para perpetuar cuanto de bueno, hay en ella: el amor, la solidaridad, la lucidez, la nostalgia... En los poemas de Cornielle del Peñón -el autor del que nos ocupamos en esta ocasión- el éxtasis y la incertidumbre se perciben como dos grandes dimensiones de un tema general: el amor, trascendiendo un enamoramiento justificado, en los términos de Shopenhauer, solo en el ámbito sexual... solo algunos de los títulos en los que de entrada se vislumbra la temática a la que nos adentraremos en Versos del ala sur: el amor como una gran aspiración. En estos primeros versos Cornielle del Peñón emprende su camino hacia la consecución de su voz...
“En estas travesías de cuentos verídicos, Carlos Tomás nos pasea por sus Vivencias de la sangre y nos sumerge con manos pródigas de luz, desde las sendas de laberinto personal, donde se encierran aventuras de su ayer atrapado por las anclas de su pasado romántico hasta el abuelo tierno y comprensivo que los años regalaron a su dulce existencia...”
“El manejo de las técnicas literarias que socorren al cuento, encuentran un puerto nuevo en la remozada creatividad de Sención Noboa, en cuyo seno se percibe más el clamor de sus anhelos.
RAMÓN SABA
"...Si en mi media isla (Santo Domingo) hubiera más políticos que supieran de poesía, y más poetas que entendieran de política, nuestro país sería un verdadero paraíso y un lugar mejor para vivir..." DANIEL BÁEZ L. TOMADO DE SABANETA SR