Si un mínimo cambio de hábitos puede provocar resultados extraordinarios en un individuo, imagina lo que podría hacer en tu equipo y en tu empresa.
El trabajo en equipo hace frente a determinados obstáculos ante los que las capacidades individuales se ven limitadas (falta de planificación, metas poco realistas, comunicación confusa…). El deseo de que nuestras aspiraciones personales basten para impulsar el progreso colectivo no es más que una ilusión. La realidad es que los individuos deben desarrollar sus habilidades hacia la excelencia y que los grupos de trabajo requieren hábitos colectivos óptimos para afrontar la toma de decisiones y la organización, los cuales generarán confianza, diligencia y satisfacción entre los miembros del equipo.
Un manual para llevar una vida más espontánea y creativa, escrito por Robert Poynton, autor de Pausa. Una invitación a ser más flexibles en un mundo incierto y complejo, utilizando la improvisación para disfrutar, en la vida y en el trabajo, de lo que se sale del guion.
Todos los días nos enfrentamos a lo imprevisto y lo inesperado, desde una tostadora estropeada hasta la pérdida (o ganancia) de un cliente importante. Pero tenemos la sensación de improvisar, en lugar de actuar con valentía y convicción. Para Robert Poynton, sin embargo, la improvisación es mucho más que una herramienta para superar momentos difíciles. La capacidad de adaptarnos creativamente a lo inesperado puede ser una fuente de asombro y deleite, y dar lugar a nuevas ideas y pensamientos.
Todo el mundo es digno de sentirse respetado y comprendido. Pero actuar como una persona que promueve la inclusión en el ámbito laboral no siempre resulta fácil. Todos deseamos que nuestros compañeros se sientan seguros, valorados y con la libertad de poder expresarse con total sinceridad en el trabajo. Este libro te enseñará a ser más empático, tolerante y consciente y así contribuir a fomentar entornos de trabajo más integradores y saludables.
¿Qué distingue a los grandes líderes de los que son solo buenos?
Según Daniel Goleman, no es el cociente intelectual o las aptitudes técnicas, sino la inteligencia emocional, cinco habilidades que permiten a los mejores líderes maximizar su rendimiento y el de sus seguidores: conciencia de uno mismo, autogestión , motivación, empatía y habilidad social. Y todos podemos mejorar esas aptitudes por medio de la persistencia, la práctica y las valoraciones de colegas o formadores.
Muchos directivos suponen de forma equivocada que el estilo de liderazgo es consecuencia de la personalidad y no una elección estratégica. Hay seis estilos de liderazgo básicos y cada uno de ellos deriva de diferentes competencias de la inteligencia emocional. Cuantos más estilos domine un líder, mejor. Poder elegir entre los estilos autoritario, afiliativo, coercitivo, pionero, democrático y formativo cuando lo requieran las circunstancias genera el mejor clima en una organización y optimiza el negocio.
La vida de la empresa se va desarrollando a través de procesos de toma de decisión en los que la argumentación de carácter económico tiene una presencia prevalente, cuando no exclusiva. Sin embargo, para poder construir procesos de deliberación que atiendan adecuadamente a la responsabilidad ciudadana que la empresa debe asumir en estos tiempos, el pensamiento estrictamente económico resulta limitado, basado en estrategias argumentativas que, o bien niegan la moral apelando al mecanicismo del mercado (donde desaparecen los sujetos morales), o bien reivindican el valor moral superior de la libertad y de la propiedad privada. En esta obra se profundiza en la deliberación ética de la empresa recurriendo a las herramientas propias que la ética ofrece, abriendo de esta manera el terreno del análisis crítico, la reflexión valorativa y la decisión práctica a otros horizontes más allá de los estrictamente económicos. Y lo hace no solamente con el objetivo de ofrecer pistas para una correcta deliberación, sino haciendo de esta, además, una herramienta valiosa para elevar los estándares éticos de la organización.
La mayoría de empresas invierten en talento para competir en la actual economía del conocimiento, pero el mejor talento se desperdicia si las personas no son capaces de expresarse. El instinto humano de «encajar» y «seguir la corriente» va en contra del flujo continuo de nuevas ideas, nuevas soluciones y pensamiento crítico necesarios para que las organizaciones sigan innovando. Aunque no todas las ideas son acertadas, la cultura de una organización no debe reprimir, silenciar, ridiculizar o intimidar.
Basado en los más de treinta años de investigación de Amy Edmondson, catedrática de Gestión y Liderazgo en Harvard Business School, este libro de valor incalculable ayuda a las empresas a abordar el lado humano de la ecuación de la innovación para crear un entorno de trabajo seguro, intrépido y capacitado para triunfar sin límites.