Hernán Zin ha trabajado como cronista durante más de veinte años en los conflictos más peligrosos de nuestro planeta. Una experiencia que le ha permitido conocer de primer mano los múltiples rostros de la condición humana: la crueldad, la barbarie, pero también la esperanza, la cooperación y el deseo de contar lo vivido para cambiar el mundo.
Pero ¿cómo consigue alguien adaptarse a la vida normal tras haber pasado dos décadas en la guerra?
Con humanidad, emoción y una sonrisa en los labios, Hernán recorre en este libro los episodios más importantes de su carrera. Nos permite descubrir así la realidad cotidiana de países como Afganistán, el Congo, Somalia o Palestina.
Desde que se vio obligado a abandonar la primera línea de los conflictos armados a causa de su salud mental, no ha dejado de buscar las claves para llevar una vida con mayor serenidad, templanza y plenitud.
El resultado son estas lecciones: un testimonio vital que nos ayuda a comprender el mundo que nos rodea y a nosotros mismos.
Febrero de 2010. Chelsea Manning, una analista de inteligencia militar estadounidense destinada en Irak, revela 720.000 documentos militares clasificados a través de WikiLeaks. Su coraje se apodera del mundo entero al protagonizar la mayor filtración de la historia.
Manning fue acusada de veintidós cargos y condenada a treinta y cinco años de prisión militar. Pero, al día siguiente de conocer su sentencia, declaró su identidad de género como mujer y empezó otra lucha: la del derecho a la transición en una prisión de hombres.
En 2017, después de un largo desafío legal y un gran apoyo civil, el presidente Obama conmutó su pena y la dejó en libertad. Hoy Chelsea Manning es una de las mayores activistas globales por la transparencia de la información y por los derechos de las mujeres trans.
Las sociedades democráticas se enfrentan a diario a problemas políticos extraordinariamente delicados, y es fácil caer en la tentación de recurrir a los tribunales para zanjarlos de forma definitiva. Los ejemplos que nos ofrece la actualidad son infinitos: el proceso de independencia catalán, el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual… Pero ¿es la ley de verdad una instancia inapelable, situada por encima de la política, que nos permite resolver todos los conflictos ideológicos? ¿Acaso no engendra este fetichismo jurídico su propia modalidad de terror e injusticia? Judith N. Shklar, una de las pensadoras más lúcidas y estimulantes de la segunda mitad del siglo XX, fue a lo largo de su vida una firme defensora de la democracia liberal.
Sabía que los sistemas democráticos constituyen la única protección eficaz contra la arbitrariedad totalitaria de la que ella misma fue víctima. Era consciente también, sin embargo, de que la democracia no es un modelo político infalible y, con el fin de fortalecerla, consagró buena parte de su carrera a exponer sus carencias. En Legalismo, uno de los frutos más brillantes de ese proyecto intelectual, la autora nos alerta del riesgo que supone convertir la ley en el árbitro último de nuestras decisiones colectivas y olvidar su naturaleza contingente y política. La edición española de Legalismo viene precedida de un completo prólogo a cargo del filósofo Pau Luque -reciente ganador del Premio Anagrama de Ensayo- donde se ofrecen infinidad de claves para interpretar adecuadamente la polémica obra de Shklar, que ya generó un acalorado debate tras su publicación en 1964 y que todavía hoy resultará controvertida.
Tras la muerte de Lenin y la creciente furia contra Georg Lukács y su recién escrita Historia y conciencia de clase (1923), este libro contiene una evaluación del gran dirigente bolchevique de la Revolución de Octubre de 1917 como «el único teórico comparable a Marx». Lukács muestra, con una claridad sin precedentes, cómo las intervenciones históricas de Lenin desde su política de vanguardia y la reutilización del Estado hasta su detección de una nueva etapa imperialista del capitalismo hicieron avanzar la conjunción de teoría y práctica, conciencia de clase y lucha de clases. En el epílogo, fechado en 1967, reflexiona sobre cómo esta imagen del revolucionario ruso se volvió aún más inspiradora después de las opresiones perpetradas por Stalin. El estudio de Lukács sigue siendo indispensable para comprender el significado contemporáneo de la vida y obra de Lenin.
Compartimos nuestros pensamientos más íntimos con empresas tecnológicas que mueven billones de dólares. Sus algoritmos nos clasifican y sacan conclusiones preocupantes sobre quiénes somos. También dan forma a nuestros pensamientos, elecciones y acciones cotidianas, desde con quién salimos hasta si votamos (y a quién lo hacemos). Sin embargo, esto no es sino el último frente de batalla de una lucha milenaria.
Este libro, en parte historia y en parte manifiesto, explica cómo los poderosos siempre han intentado influir en nuestra forma de pensar, en lo que hacemos, compramos y consumimos. Trazando el hilo que va desde Galileo hasta Alexa, Susie Alegre narra la historia y la fragilidad de nuestro derecho humano más importante: la libertad de pensamiento. Esta obra pionera muestra hasta qué punto nuestra libertad está amenazada como nunca antes. Solo reformulando nuestros derechos humanos para la era digital podremos salvaguardar nuestro futuro.
Henry Kissinger, uno de los principales estrategas políticos del siglo xx, analiza en este nuevo libro los perfiles de seis de los líderes mundiales más fascinantes e influyentes del pasado reciente: Konrad Adenauer, Charles de Gaulle, Richard Nixon, Anwar Sadat, Lee Kuan Yew y Margaret Thatcher.
Todos ellos se formaron en un periodo en el que las instituciones establecidas se derrumbaban en Europa, las estructuras coloniales daban paso a estados independientes en Asia y África y hubo que crear un nuevo orden internacional a partir de los vestigios del anterior.
Kissinger repasa el camino de De Gaulle para reconstruir la Francia postimperial, la rehabilitación llevada a cabo por Adenauer de una Alemania devastada por la guerra o el éxito del experimento de la pequeña ciudad Estado de Lee Kuan Yew en Singapur. El análisis de estos procesos sirve para mostrar las estrategias de gobierno de unos líderes que, impulsados por un alto sentido de Estado, se propusieron posicionar a sus respectivos países en el centro del tablero político mundial.
La perspectiva del autor no tiene parangón: es la de un historiador de primer orden que conoció y estuvo implicado en los acontecimientos que se relatan. La experiencia como alto representante público, el conocimientopersonal de los protagonistas y la carrera política de Kissinger enriquecen un libro que atestigua cómo la combinación del carácter de los personajes y las circunstancias de cada situación es lo que acaba dando forma a la historia.