Jorge Dezcallar ha dedicado toda su vida profesional a la diplomacia y a la política exterior. Una experiencia que, en los últimos y turbulentos años, le ha permitido reflexionar sobre adónde va el mundo y plasmarlo en este ameno libro, en el que nos deja inquietudes, sugerencias y algunas ideas sobre cuál puede ser el rumbo de la geopolítica a partir de ahora.
Nada escapa a su inteligente mirada: desde los cambios provocados por las revoluciones de la tecnología, la información y la genética; a las relaciones internacionales dominadas por Estados Unidos, China y Rusia, y el papel de la Unión Europea; o los conflictos locales en Sudamérica, África, los países islámicos…, las guerras iniciadas o a punto de iniciarse… Todo ello acelerado por la pandemia de COVID-19.
Pero Dezcallar no se limita en estas páginas a describir situaciones sino que aporta posibles soluciones y estimula al lector para que este saque sus propias conclusiones y desarrolle el sentido de pertenencia a una misma comunidad: la humana.
Este es el primer libro que revela cómo, en la actualidad, ya hay profesionales de distintos sectores que están empezando a colaborar incorporando en su trabajo y en sus vidas la aceptación de un colapso social probable o inminente.
Esta corriente social y cultural, llamada Adaptación Profunda, se ocupa de los cambios personales y colectivos que podrían ayudar a nuestras sociedades a prepararnos para una ruptura o un colapso como consecuencia del clima.
Los autores de esta obra parten de la premisa de que nuestros actuales sistemas económicos, sociales y políticos no podrán ser resilientes al cambio climático y, como respuesta a esta asunción, describen una serie de alternativas solidarias y creativas mediante las cuales la gente está proponiendo respuestas al desafío más difícil que la humanidad haya tenido que afrontar jamás.
La corriente Adaptación Profunda ofrece un marco de apoyo transversal y multidisciplinar para responder a la aterradora realidad de la creciente perturbación climática. El compromiso de este movimiento está dirigido a reducir el sufrimiento colectivo al tiempo que salvamos lo máximo posible de la sociedad y del mundo natural.
Durante siglos, los territorios bañados por el mar Adriático han sido punto de encuentro de un efervescente intercambio comercial y cultural. Allí se entrecruzan constantemente los caminos de Occidente y Oriente, conviven católicos, ortodoxos y musulmanes, y comparten mirada los universos latino y balcánico. Ahora, cuando el mapa geopolítico de Europa se ha desplazado hacia el sur, hacia un Mediterráneo fronterizo con África y el Oriente Próximo, la región adriática está a punto de alcanzar una nueva relevancia, no ya continental, sino global. Es una zona donde se viven en primer plano los nuevos populismos, las batallas energéticas, las crisis de los refugiados y el renovado poder de Rusia y China.
«Se me abrió un espacio semántico en el que la negritud tomaba parte en la conformación de la identidad europea […]. Un continente de favelas caboverdianas, mercadillos argelinos, chamanismo surinamés, reggae alemán y castillos árabes. Sí, también todo esto forma parte de Europa […]. Con mi piel marrón y mi pasaporte británico —en el momento de escribir estas líneas, seguía siendo un pase gratuito a la Europa continental—, una fría mañana de octubre partí en busca de los afropeos». Afropean es un reportaje sobre aquellos europeos de ascendencia africana que hacen malabarismos con sus múltiples lealtades y forjan nuevas identidades; un mapa alternativo del continente, que nos lleva a lugares como Cova da Moura, el barrio de chabolas caboverdianas en las afueras de Lisboa con su propia economía sumergida; Rinkeby, el distrito de Estocolmo que es un 80 por ciento musulmán; la antigua Universidad Patrice Lumumba de Moscú, donde los estudiantes de África Occidental siguen aprovechando los lazos establecidos con la Unión Soviética durante la Guerra Fría, y Clichy-sous-Bois, en París, donde se originaron los disturbios de 2005.
Por qué tres millones de mujeres participan en solo dos semanas en el relato de la violencia que sufren y han sufrido? Hasta hace nada no existía un relato de la violencia con-tra las mujeres. No por reticencia de ellas, sino por impo-sición institucional y de los medios de comunicación. El movimiento #Cuéntalo no solo evidencia dichos silen-cios, sino que crea una memoria colectiva de las agresio-nes machistas, narradas en primera persona. Por qué no hemos conocido esos testimonios antes? Cuáles son los mecanismos que lo han impedido?
Las grandes tecnológicas nos han vendido la ilusión de que la inteligencia artificial es una herramienta que traerá riqueza y prosperidad a la humanidad. Pero escondida debajo de esta optimista superficie se encuentra la sombría realidad: una fuerza laboral precaria formada por millones de personas que trabajan en condiciones espantosas.
Alimentar la máquina es una investigación urgente y fascinante sobre la intrincada red de organizaciones que mantiene este sistema en marcha. Basado en cientos de entrevistas y miles de horas de trabajo de campo, este libro muestra las vidas de los trabajadores y los sistemas de poder que determinan su futuro. Nos enseña, también, cómo la IA es una máquina de extracción que procesa conjuntos de datos cada vez más grandes y se alimenta del trabajo de la humanidad para impulsar sus algoritmos, y detalla lo que debemos hacer para luchar por un futuro digital más justo.