Con la economía mundial al borde del colapso, solo una persona puede evitar la destrucción de los estados y la creación de un Gobierno Único... pero acaba de ser asesinada.
Con un ritmo trepidante, el autor de nos lleva desde los oscuros recovecos del poder mundial hasta las cloacas de los servicios de inteligencia. Octopus, la organización secreta más poderosa del mundo, lucha sin reglas para recuperar los códigos de las cuentas secretas donde escondía miles de millones. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos busca desesperadamente ese dinero para salvar la economía mundial del caos.
En Conspiración Octopus, Daniel Estulin utiliza los extraordinarios descubrimientos de sus años de periodista para ofrecernos un thriller que te dejará sin aliento.
La mayor parte de lo que estás a punto de leer existe y es real en un universo paralelo de humo y espejos.
Es la historia más vieja del mundo: la de un desastre medioambiental y una tecnología que nos salva. La hemos repetido como un mantra desde el principio de los tiempos porque hasta ahora se ha revelado cierta; somos el animal más peligroso de la sabana, hemos vencido a las bestias, a las tormentas y a la enfermedad. Pero la estrategia evolutiva que nos ha mantenido vivos desde el principio de la misma vida nos empuja ahora al borde de la extinción. Estamos tan atrapados que ya nos parece inevitable.
No es un problema técnico. Hay soluciones a nuestro alcance para frenar el calentamiento global. Pero las grandes tecnologías de nuestro tiempo no pueden ayudarnos a gestionar la crisis climática, porque no están diseñadas para ello, sino para gestionarnos a nosotros durante la crisis climática. Este libro habla de las estrategias de acción ciudadana para hacer frente a la aceleración del feudalismo climático y el capitalismo desastre. Un nuevo relato antiapocalíptico para construir un futuro esperanzador.
La ecoansiedad domina nuestra época. Cada nuevo informe sobre el cambio climático refuerza un terror que nos paraliza, pero este fatalismo apocalíptico no se corresponde con los mejores análisis de nuestra situación. Es también un síntoma de un ecologismo desorientado. Durante el siglo xxi podemos detener el cambio climático, reintegrarnos dentro de los límites de nuestro planeta y asegurar una vida digna para el conjunto de la humanidad. Aún está a nuestro alcance una transición ecológica que sea justa, y que no solo preserve los logros emancipadores de los últimos siglos, sino que los expanda.
Alfonso Berardinelli, agitador cultural e indómito relator de la realidad social de nuestro tiempo, afila su pluma para desvelar el engaño de la política de masas y la degradación de Europa, cuya cultura se desvanece entre el ruido de los rumores y las fake news que mueven el mundo. Italia es el embrión de esta Europa ahogada por un pensamiento único.
«Si no queremos ser tratados como robots lo mejor es que dejemos de comportarnos como robots», nos dice Albert Lladó. La mecanización de nuestro presente afecta a la burocratización de la vida y provoca profundos cambios cognitivos, aún difíciles de vislumbrar. Pero ni la tecnofobia ni el catastrofismo nos van a ayudar a experimentar el asombro y el deseo.
A través del arte de la pregunta, origen de la filosofía, la narrativa o el teatro, Lladó nos anima a desvelar el mundo más allá de los simulacros de última hora. Si ante la actualidad sólo reaccionamos desde la indiferencia o la resignación, renunciamos a nuestro presente, siempre actualizable, siempre vivo, siempre problemático.
«La realidad no necesita realismo», advierte el autor. Atender lo que tienen de potencia los hechos, los gestos y las palabras es tomar consciencia de que nuestro mundo se constituye a través de un juego de relaciones, de vínculos abiertos, y de que, con nuestra capacidad de escuchar el silencio y sus sombras, podemos participar de eso a lo que llamamos presente.
Contra la perfección explora estos y otros dilemas morales relacionados con la búsqueda de nuestro propio perfeccionamiento. Michael Sandel argumenta que la búsqueda de la perfección es imperfecta por razones que van más allá de la seguridad y de la equidad, y nos lleva más allá de los familiares términos del discurso político para mostrarnos que la revolución genética transformará el modo en que se discute sobre cuestiones éticas y obligará a reintroducir las cuestiones de orden espiritual en el centro del debate político.