Tras regresar del exilio, Lenin pronunció el 4 de abril en Petrogrado el discurso que dio el pistoletazo de salida a lo que sería la Revolución de Octubre. El objetivo estaba claro, conseguir todo el poder para los soviets de obreros y campesinos, y Lenin ofreció las herramientas para conquistarlo.
Las famosas Tesis de abril suponen el análisis más lúcido y contundente que se haya hecho sobre los desposeídos rusos. Son, también, un programa de acción para una tarea revolucionaria concreta: el paso de la primera etapa de la revolución, en la que la burguesía detentaba el poder, a la segunda, en la que, una vez desenmascarados los pequeñoburgueses y señalados como traidores a la clase trabajadora, el proletariado y el campesinado tomarían el poder.
Un libro necesario para conocer y comprender la evolución del centroderecha español, vivido por un protagonista de excepción. Un revelador recorrido por el pensamiento, los hitos y los personajes indispensables que sustentaron una ideología que ha modelado la acción política en nuestro país y en todo Occidente.
Luis de Grandes acompañó a Adolfo Suárez en sus primeros pasos políticos, fue diputado al Congreso durante siete legislaturas y portavoz del Grupo Popular en el Congreso durante ocho años –toda la etapa de Aznar–, para pasar a ser eurodiputado durante quince años. Desde estas páginas, en las que confluyen la memoria personal y la política, explica al lector la travesía desde la democracia cristiana al centroderecha actual, deteniéndose en sus hitos más señalados (el nacimiento, vida y muerte de UCD; la creación de AP y las distintas familias que se integran en el PP actual tras la refundación) y en los protagonistas punteros del centroderecha: Adolfo Suárez, Manuel Fraga, José María Aznar y Mariano Rajoy.
Una andadura sujeta a embates, tanto producto de errores propios como fruto del estigma deslegitimador con el que determinados sectores hostiles lo han venido marcando. Un examen detenido y exento de prejuicios de lo que ha sido y sigue siendo una corriente política de crucial influjo en el devenir de nuestra historia contemporánea. El autor, que aboga por un centroderecha que pivote sobre el centro, abre con estas páginas una senda inédita llamada a tener continuidad en obras posteriores, con la actual derecha como obligado e inexcusable referente.
Las transformaciones sociales de Mayo del 68 y de América Latina entre el siglo XX y el XXI, las décadas prodigiosas en Silicon Valley en las que se gestó un nuevo mundo, la irrupción del movimiento de gays y lesbianas en San Francisco, la perestroika, la encrucijada sudafricana, la innovación en China, cómo se gobierna en medio de una pandemia... Desde su exilio en Francia y, más tarde, su expulsión de ese país por su activismo en el movimiento de Mayo del 68, Manuel Castells estuvo plenamente implicado en todos estos momentos y lugares cruciales que han cambiado nuestro mundo en el último medio siglo. Su experiencia y sus reflexiones nos ofrecen claves para comprender lo que ocurre a nuestro alrededor y constituyen un testimonio de primera mano escrito desde la pasión por la libertad y el conocimiento.
Muchas sociedades democráticas están experimentando una crisis de fe. Mientras los ciudadanos expresan públicamente una honda frustración con sus gobiernos, estos, por su parte, parecen estar más alineados con los intereses de las grandes empresas, de los grupos de presión más adinerados o los de los individuos con poder. ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo arreglamos la democracia y hacemos que se escuchen nuestras voces? La respuesta, según Alberto Alemanno, es convertirnos en agentes de cambio: ciudadanos con capacidad de hacer lobby. Usando con inteligencia nuestras capacidades, talentos y destrezas, podremos conseguir movilizar a otros, logrando un cambio social y político. Seas quien seas, tienes poder, y este libro te mostrará cómo liberarlo.
La caracterización de la modernidad como un «tiempo líquido» es uno de los mayores aciertos de la sociología contemporánea. La expresión, acuñada por Zygmunt Bauman, describe con precisión el tránsito de una modernidad «sólida» –estable, repetitiva– a una «líquida» –cambiante, voluble– en la que las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario para solidificarse y no sirven como marcos de referencia para la acción humana. Pero la incertidumbre en la que vivimos se debe también a otras transformaciones, entre las que, en el lúcido análisis de Bauman, se contarían la separación del poder y la política, el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo, o la renuncia al pensamiento y a la planificación a largo plazo: el olvido se presenta como condición del éxito.
Sobre el nacionalismo se escribe mucho: a favor, los que aspiran a tener un Estado propio; en contra, los que ya lo tienen. De nacionalismo habla este libro, pero en otro sentido, porque cuestiona toda forma de pertenencia, llámese esta Estado, Patria o Nación. El libro arranca con una mención de la torre de Babel. Aquella gente quiso construir una ciudad monolítica que fracasó porque no se pudo impedir que se hablara y pensara por su cuenta. Se insinúan ahí dos modelos de convivencia: el de la ciudad cerrada, apegada a la tierra, o el de la dispersión que siguió tras el fracasado experimento. La humanidad no aprendió la lección. Pensó, con Aristóteles, que solo es humano el que pertenece a una polis e inhumano el apátrida. «Tierra de Babel» desmonta ese equívoco originario siguiendo la pista de la minoría que sí supo leer lo ocurrido convirtiendo la diáspora en forma de existencia. En un momento como el actual donde el Estado da signos de agotamiento, porque hay emigración y porque hubo Auschwitz, la diáspora se presenta como la alternativa posnacional al nacionalismo.