"Pura lujuria" es una de las obras mayores de Mary Daly (1928-2010), pensadora feminista radical y una de las primeras doctoras en teología católica que ha enseñado en una facultad de teología como el Boston College. Autora profundamente crítica con una civilización patriarcal caracterizada por la violencia y el odio a la Naturaleza, Mary Daly manifiesta en el título mismo de esta obra el nexo que se establece entre la biofilia y la lujuria "pura" en el sentido de energía fecunda y creadora (aspecto ecofeminista) opuesta a la concepción fálica de la lujuria. Trabajando la etimología de las palabras, creando términos que transforman la percepción de la realidad, desmontando símbolos inadecuados, recuperando la memoria de las diosas y las madres y superando los presupuestos de género tradicionales, Daly busca otro futuro posible en lo salvaje de la conciencia.
Putinistán es la crónica periodística y literaria, casi intimista, de la deriva de Rusia en los últimos años, desde la caída de la Unión Soviética y la esperanza en la democratización, hasta el ascenso de Vladímir Putin, desembocando en la locura del «Manicomio Z» que vendió a los rusos una guerra que al mismo tiempo se les negaba.
Las entrevistas a políticos y disidentes, los testimonios de los escritores e intelectuales o las vivencias de los soldados y los ciudadanos rusos y ucranianos trazan una compleja pero elocuente panorámica del auge del autoritarismo, del miedo, de la violencia política y de la nostalgia por el espejismo de la grandeza rusa y la creciente paranoia ante el «enemigo» exterior.
Frente a la ceguera o la connivencia de Occidente, el libro de Xavier Colás esclarece lo qué está en juego en la guerra de Ucrania, así como las consecuencias prácticas del avance del nacionalismo autoritario.
El racismo muta constantemente: varía de forma, de tamaño, en sus límites, propósito o función ante los cambios en la economía, la estructura social y, sobre todo, ante los desafíos y resistencias que se encuentra. Cada nueva generación, define el racismo a su propia imagen y semejanza.
El éxito actual de figuras políticas y partidos xenófobos no es consecuencia de una reacción contra el progreso antirracista; triunfan porque su retórica política hace explícito lo que ya está implícito en las prácticas racistas y violentas de los Estados liberales. Tras la imagen de la mujer negra beneficiaria de prestaciones sociales, del hombre musulmán radical o del inmigrante contestatario, yace el miedo al radicalismo feminista negro, al movimiento nacional palestino, o a la politización de las clases trabajadoras surgida de la organización migrante. Sus imágenes encarnan los significantes desplazados del fracaso del neoliberalismo violento.
La propagación de la ideología racista en las sociedades occidentales no es un derivado de la polarización social, sino el cómplice necesario de un imperialismo «liberal» que regresa a casa como un bumerán, a poner en práctica, contra su propia población civil, las políticas coloniales que impone en el resto del planeta. En consecuencia, y como cuenta Arun Kundnani, el antirracismo no fragmenta la lucha de clases, sino que la radicaliza.
Todo el mundo habla de que la democracia está en crisis. Pero si esto es cierto, ¿se trata meramente de una crisis coyuntural, que una buena voluntad democrática podría solventar por sí misma? ¿O nos hallamos más bien ante una crisis estructural e interna de la democracia, que eclosiona en el contexto de las sociedades capitalistas modernas? ¿Es el capitalismo un motor de la democracia o, por el contrario, una amenaza para ella? ¿Qué caminos podemos recorrer hacia un futuro más democrático y más sostenible social y ecológicamente?
José Álvarez Junco reflexiona en este libro sobre el peso de los pasados traumáticos en las sociedades humanas (guerras civiles, genocidios, dictaduras), su posible utilización política y su manipulación al servicio de objetivos actuales. Aunque su foco es la guerra civil española y el primer franquismo, los compara con la Alemania nazi, el Chile de Pinochet, la Colombia de guerrilleros y paramilitares o la Sudáfrica del apartheid, entre otros casos.
El libro se desarrolla en tres niveles: la construcción de la imagen colectiva, la narración histórica y el rastreo de lo que queda de aquel trauma. Desde la primera perspectiva, recuerda cuál era la complaciente y autocompasiva imagen que los españoles se habían construido sobre sí mismos en las décadas o siglos anteriores y cómo integraron en ella aquellos brutales hechos, sobre todo en las interpretaciones elaboradas por sus intelectuales de mayor prestigio. Desde la segunda, narra lo que pasó en España, el origen de la crisis política de los años treinta, el desarrollo de los acontecimientos durante la misma, la dura represión de los años cuarenta, la evolución posterior de la dictadura y su superación durante la Transición. El tercer aspecto versa sobre qué hacer tras aquel trauma, qué políticas se han tomado en relación con las víctimas, y cuáles se podrían implantar para superarlo de una vez, si tal cosa es posible.
El debate sobre la conveniencia de recordar u olvidar es inagotable y el autor no defiende aquí una respuesta tajante. Desde su larga experiencia como historiador y adoptando siempre una mirada distanciada y una perspectiva internacional, se plantea su complejidad y la conveniencia de evitar explicaciones sencillas y maniqueas para favorecer la convivencia social.
Denise Dresser presenta una lectura urgente y necesaria: López Obrador sedujo a millones con su promesa de salvaguardar la democracia y ser un antídoto contra la regresión política y social de México. Hoy la distancia entre aquella esperanza y la realidad es insalvable.
AMLO ha erosionado, con palabras y hechos, la institucionalidad deficitaria, reemplazándola con un ejercicio de gobierno centrado sólo en él, rodeado de verde olivo. Por improvisación, por prisa, y por mala administración, heredará bombas de tiempo a su sucesora.
Este libro es un manual para ejercer una ciudadanía valiente y lúcida ante el autoritarismo de AMLO y de cualquier nueva Tlatoani por venir. Contiene recomendaciones para resistir, para reconstruir y para armar futuros posibles y sostenibles. No puedes gobernar para “el pueblo” con métodos antidemocráticos y abusivos. No te dejes seducir. No te dejes comprar. No permitas que dejen de rendirte cuentas o traten de evitar la transparencia. No te vuelvas cómplice del despojo y el arrebato de tus derechos. ¿Qué sigue? La responsabilidad de asegurar un México moderno, próspero e incluyente también es tuya. Ejerce tu poder de control y castigo para rescatar al país.