En clase, a la pequeña Sara le ha tocado cuidar de una oruga mientras va creciendo. Tiene que darle de comer pero se hace un lío con el tipo de alimentos que necesita la oruga. La niña buscará en Internet para conocer de qué se alimenta este insecto de cuerpo blando y flexible. Elizabeth Balaguer nuevamente explora el mundo infantil de manera creativa e imaginativa, para satisfacer un aspecto muy vital en la literatura que es el gusto estético.
En esta ocasión Mía nos trae dos historias. En «Mía y los colores de su paleta», la protagonista nos cuenta de sus amigos y de lo distintos que son. Aprende de sus tradiciones y celebraciones pero, así como son de interesantes, a Mía también les parecen complicadas. En «Mía, Esteban y las luces», nos sumergimos en las maravillosas fiestas de fin de año: ella y su familia esperan a los Tres Reyes Magos, mientras que Norita y Nico esperan con ansias a Santa Claus. ¿A quién espera Esteban si ni siquiera árbol tiene?
Juancho estaba muy triste, su abuelo estaba enfermo. La Navidad no era la misma porque él era la alegría del hogar. La llegada de un anciano misterioso les recordó que esa era la época más hermosa y de fe de todo el año. Luego ocurrió el milagro esperado, el abuelo se recuperó, la fe en Jesús les devolvió la alegría navideña.