En este hermoso libro, Thich Nhat Hanh nos acerca a las profundas lecciones de procedentes del Sutra del loto, llamado el «Rey de los sutras», uno de los textos budistas más venerados y sagrados. A través de estas enseñanzas, el maestro nos muestra las claves que allí se encuentran para llegar a la compasión, amor y comprensión globales.
La danza siempre fue una pasión que acompañó a Campbell a lo largo de los años. Tras su primera vivencia de joven en la Escuela de Verano de Bennington –en la que tuvo la impresión de «estar contemplando una epifanía de la humanidad del futuro»–, pudo seguir cultivándola de cerca gracias a su mujer, Jean Erdman, destacada figura de la danza contemporánea norteamericana. Con ella fundó en 1972 el Open Eye Theater, donde ambos fueron desplegando durante quince años un amplio y exitoso programa de baile y teatro mitopoéticos, ilustrado los fines de semana por las iluminadoras conferencias que pronunciaba él mismo sobre las representaciones escénicas que allí tenían lugar.
El humor ha sido un aspecto fundamental del judaísmo e impregna su tradición cultural ya desde el Antiguo Testamento. Jeremy Dauber explora magistralmente los orígenes del humor judío y su evolución hasta nuestros días: mediante el análisis de las formas tradicionales del humor judío—la sátira, el ingenio o la escatología, entre otras—nos descubre que la persecución, el exilio, la asimilación cultural, la religiosidad, la diáspora y la identidad, imprescindibles para explicar la experiencia judía, son los pilares sobre los que se construye su tradición cómica. Asimismo, rastrea el apogeo y el declive de los principales arquetipos humorísticos judíos con la ayuda de maestros de la talla de Sholem Aleichem, Isaac Babel, Franz Kafka, los hermanos Marx, Woody Allen, Joan Rivers, Philip Roth, Mel Brooks, Sarah Silverman y Larry David entre muchos otros. Un ensayo riguroso y divertido que aborda con sentido del humor un asunto tan serio como la historia del pueblo judío y nos recuerda que, en ocasiones, la risa puede restaurar el equilibrio de la cordura.
La presente obra ofrece una amplia e imprescindible introducción para entender la historia y el pensamiento del judaísmo clásico, la época comprendida entre la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 y el final de las academias rabínicas en el siglo XI. En este periodo, conocido como rabínico, se asentaron las bases que han marcado el judaísmo posterior y que han influido en la vida judía hasta nuestros días.
La primera parte proporciona una panorámica de los hechos más importantes que acontecieron durante este tiempo: desde la guerra judía, el ocaso del Santuario y el levantamiento de Bar Kokba, pasando por la cristianización del Imperio romano y sus repercusiones en Palestina, hasta la invasión de los persas y los árabes. En la segunda parte se detalla la organización del judaísmo rabínico: el Patriarcado, el sanedrín, el Exilarcado, la jurisdicción judía, el Rabinato, la sinagoga y la educación. La tercera parte está dedicada al mundo religioso de los rabinos y a la explicación de sus temas fundamentales: la revelación en el Sinaí, la interpretación de la Escritura (la hermenéutica rabínica), la halaká y la haggadá; finalmente se presenta un esbozo de la mística rabínica. La cuarta y última parte se centra en el marco cultural donde se desarrolló el movimiento rabínico: su relación con el helenismo, con el cristianismo y con la gnosis, el arte judío y las influencias mutuas entre judaísmo e islam.
La mitología clásica es como la radiografía de la mentalidad y la visión del mundo de las personas que están en la base de nuestra civilización. Cada mito nos transmite un mensaje, una experiencia concreta de sufrimiento o de placer, que se repite eternamente y que consigue que su valor alcance también a los hombres y a las mujeres de la actualidad. Quien conoce bien la mitología clásica tiene acceso al alma del hombre antiguo desde donde se arma de mayores instrumentos para entender también el mundo actual, que por medio de películas y comics, sigue nutriéndose continuamente, más o menos encubiertamente, de las historias que nuestros antiguos se contaban a sí mismos.
La mitología también es la respuesta popular a las grandes incógnitas de la filosofía.
Responde a la pregunta de cómo se formó la vida, de cuando empezaron a existir los seres humanos, de que nos aguarda tras la muerte, de cuál es el modo más correcto de comportarse en sociedad y ante la divinidad. También responde a la curiosidad sobre el mundo que nos rodea: porque esa montaña, ese rio, esa ciudad recibió el nombre y la forma que tiene; porque existen los maremotos , las tormentas, los rayos, que provoca los eclipses, cual es el motivo del ciclo de las estaciones, que representan las constelaciones, e incluso por que gobierna esta o aquella familia, cual es la causa de su legitimidad.
El nombre egipcio original del Libro de los muertos era Libro de la salida al día o Libro de la emergencia a la luz y los egiptólogos coinciden en que se trata de un texto funerario que se utilizó desde el comienzo del Imperio nuevo (1540 a.C) hasta el 60 a.C. La obra recoge una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los difuntos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través de la Duat, el inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida. El libro de los muertos, que se introducía en el sárcofago o cámara sepulcral del fallecido, forma parte de una serie de textos funerarios cuyo origen se sitúa en los Textos de las pirámides y Textos de los sarcófagos, escritos en muros de tumbas o ataúdes y no utilizando papiros. Algunos de los conjuros del Libro de los muertos proceden de esos textos antiguos (III milenio a.C) y otros se compusieron más tarde y corresponden al llamado Tercer periodo intermedio (siglos XI-VII a.C). No existía un único y canónico Libro de los muertos, los papiros que han llegado hasta nosotros contienen una variada selección de textos religiosos y mágicos y difieren notablemente en sus ilustraciones. Algunas personas encargaban sus propias copias del libro, quizá con una selección de los sortilegios que consideraban más importantes para su propia progresión en la otra vida. La obra fue comúnmente escrita con jeroglíficos o escritura hierática sobre rollos de papiro y a menudo se ilustraba con viñetas que representan al difunto y su viaje al más allá. Respecto a los sortilegios, a día de hoy se conocen 192 con una gran cantidad de propósitos, aunque ningún manuscrito individual los contiene todos. Algunos sirven para dar al fallecido conocimientos místicos en el más allá o identificarlo con los dioses, como el conjuro diecisiete, una extensa descripción del dios Atum. Otros encantamientos buscan garantizar que se preserven todas las partes del cuerpo del fallecido, otorgarle el control sobre el nuevo mundo que se abre ante él o protegerle de fuerzas hostiles. Los más famosos se refieren al juicio de Osiris en el ritual del Pesado del Corazón.