La «Historia del pensamiento» de Jesús Mosterín está integrada por libros monográficos autónomos que se caracterizan por la frescura de la mirada, el enfoque interdisciplinar, la relevancia actual, la lucidez del análisis y la claridad de la exposición. En su conjunto, la serie ofrece una panorámica única y completa de la evolución de las ideas filosóficas, religiosas, científicas y políticas, situadas en su contexto social. El volumen dedicado a "El islam" -que completa, junto con los dedicados en esta misma serie a "Los judíos y Los cristianos", el conjunto de las denominadas "religiones del Libro"- ofrece una breve historia de esta religión cuantitativamente en alza y que es asimismo una manera de pensar y un modo de vivir. A lo largo de estas páginas, el autor explica en qué consiste y presta especial atención a las contribuciones de sus adeptos al pensamiento filosófico, científico y teológico.
La presente obra ofrece una amplia e imprescindible introducción para entender la historia y el pensamiento del judaísmo clásico, la época comprendida entre la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70 y el final de las academias rabínicas en el siglo XI. En este periodo, conocido como rabínico, se asentaron las bases que han marcado el judaísmo posterior y que han influido en la vida judía hasta nuestros días.
La primera parte proporciona una panorámica de los hechos más importantes que acontecieron durante este tiempo: desde la guerra judía, el ocaso del Santuario y el levantamiento de Bar Kokba, pasando por la cristianización del Imperio romano y sus repercusiones en Palestina, hasta la invasión de los persas y los árabes. En la segunda parte se detalla la organización del judaísmo rabínico: el Patriarcado, el sanedrín, el Exilarcado, la jurisdicción judía, el Rabinato, la sinagoga y la educación. La tercera parte está dedicada al mundo religioso de los rabinos y a la explicación de sus temas fundamentales: la revelación en el Sinaí, la interpretación de la Escritura (la hermenéutica rabínica), la halaká y la haggadá; finalmente se presenta un esbozo de la mística rabínica. La cuarta y última parte se centra en el marco cultural donde se desarrolló el movimiento rabínico: su relación con el helenismo, con el cristianismo y con la gnosis, el arte judío y las influencias mutuas entre judaísmo e islam.
El nombre egipcio original del Libro de los muertos era Libro de la salida al día o Libro de la emergencia a la luz y los egiptólogos coinciden en que se trata de un texto funerario que se utilizó desde el comienzo del Imperio nuevo (1540 a.C) hasta el 60 a.C. La obra recoge una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los difuntos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través de la Duat, el inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida. El libro de los muertos, que se introducía en el sárcofago o cámara sepulcral del fallecido, forma parte de una serie de textos funerarios cuyo origen se sitúa en los Textos de las pirámides y Textos de los sarcófagos, escritos en muros de tumbas o ataúdes y no utilizando papiros. Algunos de los conjuros del Libro de los muertos proceden de esos textos antiguos (III milenio a.C) y otros se compusieron más tarde y corresponden al llamado Tercer periodo intermedio (siglos XI-VII a.C). No existía un único y canónico Libro de los muertos, los papiros que han llegado hasta nosotros contienen una variada selección de textos religiosos y mágicos y difieren notablemente en sus ilustraciones. Algunas personas encargaban sus propias copias del libro, quizá con una selección de los sortilegios que consideraban más importantes para su propia progresión en la otra vida. La obra fue comúnmente escrita con jeroglíficos o escritura hierática sobre rollos de papiro y a menudo se ilustraba con viñetas que representan al difunto y su viaje al más allá. Respecto a los sortilegios, a día de hoy se conocen 192 con una gran cantidad de propósitos, aunque ningún manuscrito individual los contiene todos. Algunos sirven para dar al fallecido conocimientos místicos en el más allá o identificarlo con los dioses, como el conjuro diecisiete, una extensa descripción del dios Atum. Otros encantamientos buscan garantizar que se preserven todas las partes del cuerpo del fallecido, otorgarle el control sobre el nuevo mundo que se abre ante él o protegerle de fuerzas hostiles. Los más famosos se refieren al juicio de Osiris en el ritual del Pesado del Corazón.
Esta exhaustiva obra maestra de la espiritualidad presenta unas sencillas y poderosas prácticas de la tradición tibetana, asequibles a cualquier persona, sea cual sea su religión o tradición cultural, para que pueda transformar su vida, prepararse para la muerte y ayudar a los moribundos. El libro tibetano de la vida y de la muerte expone con claridad y un rigor sin precedentes la majestuosa visión que nos ofrece la tradición tibetana y combina esta sabiduría milenaria con la moderna investigación sobre la muerte, los moribundos y la naturaleza del universo para comprender, encarnar e integrar las enseñanzas budistas en la vida cotidiana. Esta no es solo una obra maestra espiritual, sino también un manual, una guía, un libro de consulta y una fuente de inspiración sagrada.
Un recorrido histórico, cultural, psicoanalítico y antropológico por el mito del hombre lobo.
Popularizada por el cine, la leyenda del hombre lobo hunde sus raíces en la mitología y la literatura clásicas. Hay referencias a la licantropía en el Gilgamesh, en Heródoto, Ovidio, Petronio... El mito va mutando a lo largo de los siglos y aparecen nobles transformados en lobos en el medievo y más adelante asoman los licántropos demoniacos. Este libro rastrea su presencia en el folklore y los cuentos populares de los Grimm y Perrault, en la literatura de horror decimonónica y en sus diversas representaciones en el cine (incluidos el Waldemar Daninsky que creó e interpretó de forma obsesiva Jacinto Molina —conocido como Paul Naschy— o las variopintas encarnaciones del licántropo en el cine de terror mexicano de la Edad de Oro).
El hombre lobo es un personaje vinculado con las ideas de metamorfosis, transformación y dualidad, que explora la animalidad, el salvajismo y la maldad; una figura cargada de sexualidad, erotismo y deseo, con múltiples caras que permiten lecturas también múltiples. Este libro lo aborda desde ángulos complementarios —histórico, cultural, psicoanalítico, antropológico— y nos revela toda su complejidad y riqueza. Roger Bartra lo analiza detenidamente, con una brillante mezcla de erudición y amenidad.
La palabra " Talmud " , que literalmente significa 'estudio', designa un libro sagrado (para muchos judíos ortodoxos incluso inspirado) que recoge el conjunto oficial de la tradición y la interpretación del judaísmo. Formado por la " Mishnah " (ley oral codificada en torno al 200 d.C.) y la " Guemarah " (comentario a la " Mishnah " recopilado entre los siglos iii y vi d.C.), durante siglos ha constituido el principal signo de identidad del judaísmo y la base real de su fe y su conducta. La extensa introducción de César Vidal al presente volumen analiza la historia y el contenido del " Talmud " , mientras que la segunda parte está formada por una antología de textos ordenada por temas con el fin de facilitar su consulta.