Florence era consciente de que podía ser desenmascarada como rebelde, espía, asesina y ser condenada a muerte; lo que nunca esperó fue enamorarse del rey de los vampiros.
Atrapada entre la lealtad que siente hacia su familia y sus sentimientos por Benedict, mientras otro grupo de revolucionarios amenaza con destruirlo todo, Florence intenta desesperadamente reinstaurar la paz en la corte. Sabía que su vida estaba en juego, pero no su corazón.
Se mire por donde se mire, parece que las tensas líneas de las fronteras vibran al son de los acontecimientos mundiales, o incluso los llaman. Hoy día hay más fronteras en el mundo que nunca antes en la historia de la humanidad. Empezando por el ejemplo más antiguo conocido, Crawford viaja a muchas fronteras antiguas y nuevas: desde un paisaje glaciar que se derrite hasta la conflictiva Cisjordania y las fallas de la frontera entre Estados Unidos y México. Sigue la historia de las fronteras hasta nuestro frágil e incierto futuro, hacia las fronteras virtuales de Internet y la cambiante geografía de un mundo acosado por el cambio climático. A medida que el nacionalismo, el cambio climático, la globalización, la tecnología y las migraciones masivas chocan con unas fronteras cada vez más rígidas, algo tiene que ceder. Y Crawford se pregunta: ¿ha llegado el momento de abandonar las líneas que nos dividen?
¿Cómo se alcanza el poder? ¿Cómo conservarlo? El poder puede cambiar de forma o pasar de manos, pero siempre está ahí.
Nicolás Maquiavelo escribió El príncipe pensando en los gobernantes de su tiempo, pero, como el coronel Pedro Baños nos revela, sus ideas se pueden aplicar a lo que hoy llamamos líder, ya ejerza sus funciones en la política, en el terreno militar, en la empresa o incluso cuando se trata de un liderazgo social.
Este sagaz diálogo que Pedro Baños mantiene con Maquiavelo a través de los siglos nos permite entender las maneras de obtener el poder, cómo ganar la confianza y el respeto de los ciudadanos, la importancia de las alianzas y la prevención no solo ante los enemigos declarados, sino también ante los propios amigos. Aunque los líderes actuales deben adaptarse a un mundo complejo, no les conviene olvidar los aciertos y errores del más prestigioso influencer de todos los tiempos: Nicolás Maquiavelo.
Mario Vargas Llosa pertenece a esa estirpe de escritores que se ha creído siempre en la necesidad de emplearse en el combate cívico -o político, por usar un término desprestigiado-. Tomar partido aquí y ahora, en la refriega intelectual terrenal, ha sido para él la mejor manera de apuntalar, o mantener vigentes, ciertos valores de la civilización que de otro modo hubieran perdido un importante valedor frente a la arremetida de los bárbaros.
Este polemista arriesgado, que pone en juego su prestigio en defensa de unas ideas y de una manera de pensar, es a quien rinden homenaje los autores de estos textos, todos ellos dirigentes políticos en el pasado y en el presente. Es también la personificación de unas ideas liberales que no nacen del fanatismo, igual que estos políticos convertidos en escritores no defienden un solo pensamiento dogmático.
Este libro, estimulante y provocador, presenta al famoso libertario Mikhail Bakunin bajo un prisma poco habitual. Gracias a su enfoque innovador, que compagina el riguroso análisis de las fuentes históricas con un amplio uso de referencias literarias, sitúa al ilustre rebelde como uno de los fundadores del populismo. Al afirmar la importancia del "pueblo" como actor político soberano, Bakunin desafió a las élites dominantes de la Europa ochocentista y se convirtió en uno de los revolucionarios más peligrosos de su época. En un mundo marcado por la opresión y la desigualdad, sus ideas tuvieron eco en quienes buscaban un cambio radical. El libro, que contextualiza el legado de Bakunin en el panorama político del siglo XIX, destaca su papel junto a otros defensores de la gente común como Marx, Mazzini, Proudhon y Pi i Margall. Además, demuestra en qué medida el concepto bakuniniano de "pueblo" como pieza central en la construcción de una sociedad libre y equitativa anticipó los planteamientos populistas de épocas posteriores, así como los debates actuales sobre el populismo y la democracia participativa .
El principe, primer texto donde se fundamenta y legitima teóricamente el Estado moderno, fue escrito por Nicolás Maquiavelo en 1513, cuando su autor se hallaba refugiado y exiliado en su finca de San Casciano. Angustiado ante la crisis política italiana, Maquiavelo intenta en El príncipe ofrecer un diagnóstica y una salida: el nuevo principe será capaz de establecer el orden nuevo. El texto es ási una especie de manifiesto donde, desde la ciencia política, se pretende
impulsar a la acción y transformar el rumbo desgraciado de los acontecimientos.