¿Te has preguntado alguna vez por qué la noche es oscura si estamos rodeados de millones de estrellas? ¿Cuál es la composición de estas y por qué brillan más antes de apagarse? ¿Qué desencadenó la Gran Explosión que dio origen a nuestro universo? ¿Sabías que existen «ciudades cósmicas»? ¿Cuál es la fecha de caducidad del universo? Miguel Ángel Sabadell, astrofísico de renombre y destacado divulgador, responde de manera magistral a estas preguntas y a muchas otras que envuelven el misterioso universo que todos habitamos, pero conocemos tan poco. A través de un viaje extraordinario, revela los secretos que van desde el mismo origen de la materia y los elementos químicos esenciales, pasando por la formación de la Vía Láctea, hasta las explosiones de las supernovas que dan forma y esculpen la arquitectura cósmica o la enigmática materia oscura, cuya elusividad no impide que juegue un papel crucial en la formación de la estructura del cosmos. Con su estilo ameno y su espíritu divulgativo, Sabadell guía con maestría a los lectores por los intrincados senderos de la astrofísica y la cosmología, haciendo accesibles las maravillas de una ciencia compleja. Esta lectura enriquecedora ilumina los enigmas del cosmos, nos conecta con la belleza del universo y desafía nuestra comprensión, avivando la curiosidad innata que nos impulsa a explorar los misterios que trascienden nuestra percepción cotidiana.
Cruor es el libro de Nancy que da cuenta del entre. ¿Cómo nos relacionamos? Cada cuerpo se extiende hacia otro y a la vez hacia sí mismo en una pulsión. Esta manera de entender la comunicación como vida que surge naturalmente de una pulsión lleva a Nancy a una inteligente crítica de nuestra sociedad actual. Ahora mismo vivimos en un régimen de explotación de nosotros mismos y de los otros que no permite la extensión, o la expansión del ser. Con este libro continuamos nuestras publicaciones de Jean-Luc Nancy. El anterior, La frágil piel del mundo también trataba sobre la imposibilidad de comunicación. El miedo ha reemplazado a la esperanza: el miedo a ser sacrifi cados, nosotros y quienes nos siguen, por una máquina que tritura no sólo las fuerzas, sino las referencias, las marcas o las huellas del sentido de existir. El miedo, por tanto, no ya a la muerte violenta, sino a una muerte inoculada en las venas de una vida controlada.
Se diría que la experiencia amorosa es universal, aquella a la que todas las personas prácticamente sin excepción se creen autorizadas a referirse. Amo, luego existo nos acerca en concreto a la forma de vivir el amor de quienes se dedicaron intensamente a intentar comprender qué significa amar y ser amados. ¿Y cómo amaban, por cierto, los grandes pensadores? Los estoicos con paciencia, los vitalistas con entusiasmo, los nihilistas con pesimismo. Para un pensador, el amor es algo tan apasionante o doloroso como para el resto de los mortales. Porque el amor no es un asunto teórico de idéntico rango que los de mayor importancia: es una de las experiencias más intensas y absorbentes que puede tener un ser humano.
Lo que caracteriza a los filósofos seleccionados es precisamente que intentaron arrojar algo de luz sobre una pasión que en algunos momentos les devoró por completo. A la vista del lector estará que obtuvieron resultados desiguales, como también lo estará que todos ellos identificaron la aventura del pensamiento con la de la misma vida.
Hacer listas y tacharlas, ponerse el pijama al llegar a casa, lavar el coche, descorchar una botella de vino y servirse una copa... Se cuentan por cientos los pequeños gestos capaces de sacarnos una sonrisa cada día. Este libro es una celebración y una reivindicación de esos placeres discretos y cotidianos que hacen la vida más llevadera.
La nueva colección Endebate es el hogar de aquellos textos breves que presentan una opinión, defienden una actitud o cuentan una historia, pero son más un aperitivo que un banquete, estimulan la conversación más que saciarla e inician un festín (que no clausuran). Como los mejores bocados, entran por los ojos y dejan un largo poso en el paladar.
Una visita al museo puede resultar abrumadora, extenuante y poco gratificante. Sin embargo, mirar las obras de arte de la mano de un artista se convierte en una experiencia enriquecedora y memorable. Desde la amplitud de su experiencia visual, que abarca la antigua Grecia, el Renacimiento, el arte africano y el asiático, o el modernismo, Lincoln Perry nos acerca a nuevas maneras de ver y de apreciar el arte. A lo largo de quince ensayos, consigue que las obras más diversas nos resulten cercanas y accesibles, y enriquece el relato con historias personales de su formación como pintor y escultor, o de aquellos días en los que todavía se podía pasar la noche en el aparcamiento del Museo del Louvre dentro de una furgoneta destartalada.
A partir de varios ejemplos de arte europeo, el autor le da la vuelta a algunos conceptos establecidos y nos anima a evitar los prejuicios en nuestros gustos artísticos. Aborda también la manera en que leen las obras de arte creadores tan diferentes como Rodin, Picasso, Brueghel, Bernini, Courbet, Rubens, Pollock o Rothko. Y habla sobre la percepción del espectador: cómo influyen en ella la escala y el formato, y cómo se pueden entender esculturas y murales de una forma más personal. La mirada del artista es, en definitiva, un libro esclarecedor y lleno de revelaciones tanto para expertos como para aficionados.
En su conjunto, el pensamiento de Nietzsche tiene una vertebración que es necesario mostrar. Esto es lo que, ante todo, se propone este libro: hacer ver los vínculos que dan consistencia y justifican la capacidad de este pensamiento para iluminar nuestro presente. Nietzsche introduce un nuevo concepto de filosofía como estudio e interpretación de las prácticas culturizadoras características de nuestra tradición europea, de sus creaciones (ciencia, religión, arte, política, derecho, técnica, economía, etc.) y de los juicios de valor que las sustentan. A partir de la idea de que sin una moral el ser humano no habría podido superar el nivel de la animalidad, comprende la verdadera naturaleza de las prescripciones morales como condiciones de existencia y dispositivos para la configuración de un cierto estilo de vida propiamente «europeo». Sin embargo, la decadente evolución de esta forma de ser humano, por un lado, y el «nihilismo» en su contemporánea proyección global, por otro, reclaman nuevos valores con los que inaugurar otra época e impulsar un nuevo giro histórico.