A los veintidós años, Elizabeth Gilbert hacía todo lo que podía para evitar un trabajo a jornada completa. Trabajaba en ranchos en Wyoming, montaba a caballo como si fuera una vaquera y se enamoró de los cowboys que constituían el último vestigio de la frontera estadounidense que ella echaba tanto de menos. Y entonces conoció a Eustace Conway.
Eustace Conway no se parecía a ningún otro hombre. En 1977, con diecisiete años, abandonó su hogar para trasladarse a los montes Apalaches. Durante más de dos décadas vivió allí, haciendo fuego con palos, vistiendo pieles de animales y construyendo, cultivando y cazando todo lo que necesitaba para subsistir.
Elizabeth Gilbert, deslumbrada por sus relatos y aventuras, se decidió a reconstruir su vida: la historia del hombre que recorrió el Mississippi en una canoa de madera hecha a mano, que caminó los más de tres mil kilómetros del Sendero de los Apalaches, y que cruzó los Alpes alemanes en zapatillas deportivas.
La revolución digital acaba de empezar y tiene una magnitud que aún es difícil de dimensionar. Nos encontramos frente a un fenómeno novedoso, veloz, multifacético, que sin duda está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la humanidad. La vida, tal y como la conocemos hoy, se ha vuelto impensable sin la presencia de servicios, productos y prácticas digitales; y la inteligencia artificial acapara ahora todas las miradas desde que ha dado el salto de los laboratorios a una infinidad de aplicaciones cotidianas. Por su evolución acelerada, los intereses que pone en juego y sus consecuencias todavía impredecibles, la inteligencia artificial puede emplearse tanto de forma ética como no ética.
La idea de viajar a Sajalín, una remota y enorme isla en aguas del Pacífico, al norte de Japón, que albergaba en la época una colonia penitenciaria, y escribir «cien o doscientas páginas» sobre ella se le ocurrió a Chéjov a principios de la década de 1890. Pese a la oposición de su familia y su editor, él decía que de ese modo podría «saldar una deuda que he contraído con la medicina» y que le serviría de base para su tesis doctoral (que luego, una vez realizada, no sería aceptada). Pero al mismo tiempo estaba convencido de su profundo interés social: «A excepción de la Cayena en la actualidad y de lo que Australia era en el pasado, Sajalín es el único lugar donde se puede estudiar la colonización por parte de delincuentes». Al volver, escribiría: «Ahora sé muchas cosas, pero la impresión que me ha dejado el viaje es bastante penosa. Mientras estaba en Sajalín sólo sentía en mi interior un sabor amargo, como después de haber comido mantequilla rancia; ahora, en cambio, Sajalín se me aparece en el recuerdo como un verdadero infierno».
Una mujer que huye de su pasado. Una niña en busca de su futuro.
En el agreste norte de Estados Unidos, un bosque, el Parque Nacional Olympic, esconde casi trescientas mil hectáreas de impenetrable oscuridad e imposible belleza. De entre las profundidades de este misterioso paraje, aparece una niña de seis años perdida y acompañada por un cachorro de lobo. Sin capacidad de hablar, la pequeña no puede ofrecer ninguna pista sobre su identidad, ninguna información de su pasado.
Refugiada en su ciudad natal tras un escándalo que arruinó su carrera, la psiquiatra infantil Julia Cates está decidida a liberar a la extraordinaria niña a la que llama Alicia de su prisión de miedo y aislamiento. Pero para llegar a conectar con ella, Julia debe descubrir primero la verdad sobre Alicia, aunque para lograrlo necesite la ayuda de su hermana, de la que hace tiempo que se alejó y que ahora es jefa de policía de la ciudad. Las revelaciones sobre el pasado de Alicia pondrán a prueba las convicciones y la fortaleza de Julia mientras lucha por construir un hogar para la niña... y por encontrar uno nuevo para sí misma.
En esta obra que fusiona magistralmente el arte y la ciencia, Fernando Giráldez, catedrático emérito y experto en neurociencias, nos guía a través de las grandes obras del Museo del Prado para revelarnos cómo ya los pintores clásicos, desde El Bosco hasta Sorolla, utilizaban técnicas pictóricas que, sin saberlo, avanzaron los descubrimientos científicos sobre la percepción visual.
El autor explora cómo estas técnicas, como el sfumato de Leonardo o la perspectiva aérea de Velázquez, reflejan los complejos mecanismos del cerebro humano, y no solo nos muestra cómo los artistas han sido neurocientíficos intuitivos, sino que también nos invita a reconsiderar la experiencia estética desde una perspectiva científica, revelando la estrecha relación que hay entre cómo vemos el mundo y cómo lo representamos.
Siempre ávido de explorar diferentes estilos, Albert Adrià nos ofrece en esta ocasión su interpretación de la cocina elaborada con vegetales, que incluye platos de nuestro recetario más cercano y también de las gastronomías de todo el mundo. Para este libro ha seleccionado recetas fáciles, con ingredientes escogidos, que ha adaptado a su personal manera de entender la cocina. Estos vegetales lograrán que amplíes tu abanico de elaboraciones y le pierdas el miedo a preparar el brócoli, la calabaza o las espinacas, entre otros ingredientes que, generalmente, aterran a la familia.
Cocina delicias vegetarianas de la mano del chef más creativo.