Cuando se piensa en Najwan Darwish es natural que venga a la mente el poeta palestino de quien ya esta misma casa publicara Exhausto en la cruz, con prólogo de Raúl Zurita. Pero lo que llama la atención de este poemario es la altura de Darwish, su empatía, su dolor puesto en su pueblo, su gente y, ante todo, su capacidad de situarse en el lugar de los habitantes de países enfrentados a una guerra milenaria para la cual no encuentra más solución que hablar desde sí mismo como árabe, armenio, latinoamericano, kurdo, arameo... Su humanismo es universal y habla por todos. Bajo esta mirada, Najwan atraviesa la línea de guerra, duerme en Gaza, mira la sangre, el dolor, la mentira, la injusticia y eleva cada uno de estos elementos que sirven de excusa al mundo para mostrar que la poesía está muy por encima de guerras, territorios, exilios, destierros y silencios obligados.
Julián y Máddalo es un poema del gran poeta romántico inglés Percy Bysshe Shelley, quien imagina una conversación entre él mismo (optimista e idealista) y su amigo Lord Byron (pesimista y escéptico) sobre la condición humana y la posibilidad de remediar los males de la sociedad. A instancias de Byron, visitan a un interno en el manicomio de la laguna veneciana, cuyo atormentado monólogo contrasta con la conversación fluida de los dos amigos. Julián y Máddalo invita a reflexionar sobre el valor de la palabra en las interacciones humanas, y lo sombrío de la existencia cuando el diálogo deviene imposible. Esta versión, que sepamos, es la primera que aparece en español y trata de rendir homenaje a estos dos poetas en el bicentenario de la muerte de Byron y de la publicación de los Poemas póstumos de Shelley en 1824, donde por primera vez apareció publicado Julián y Máddalo.
Blanca Varela (Lima, 1926-2009) es una de las voces poéticas más destacadas de América Latina. Ha publicado Ese puerto existe (1959), Luz de día (1963), Valses y otras falsas confesiones (1972), Canto villano (1978), Ejercicios materiales (1993), El libro de barro (1993), Concierto animal (1999) y El falso teclado (2001), todos ellos incluidos en este volumen junto con una serie de poemas dispersos. Por su obra obtuvo el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2006) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2007). «Blanca Varela es una poeta que no se complace en sus hallazgos ni se embriaga con su canto. Con el instinto del verdadero poeta, sabe callarse a tiempo. Su poesía no explica ni razona.
Daisy Zamora (Managua, Nicaragua, 1950) es una de las poetas más excepcionales del panorama latinoamericano actual. Graduada en Psicología y Psicopedagogía por la Universidad Centroamericana, fue combatiente durante la revolución nicaragüense, participó en el operativo de la toma del Palacio Nacional, ejerció como directora de programación y locutora en la clandestina Radio Sandino y más tarde fue viceministra de cultura de su país. Su obra ha sido premiada en Nicaragua e internacionalmente, está traducida a más de treinta idiomas e incluida en The Oxford Book of Latin American Poetry. La antología de su poesía La violenta espuma (2017) fue publicada en esta misma colección. «Los poemas de Daisy Zamora deslumbran por su hermosa rebeldía, su afilada ironía y su ingenio lírico que va de la crónica a la elegía al epigrama.
Eduardo Chirinos (Lima, Perú, 1960-Missoula, Montana, 2016) es conocido como poeta, ensayista, traductor y autor de cuentos para niños. Sus libros de poesía son: Cuadernos de Horacio Morell (1981), Crónicas de un ocioso (Premio Municipalidad de Lima, 1983), Archivo de huellas digitales (Premio Copé, 1985), Rituales del conocimiento y del sueño (1987), El libro de los encuentros (1988), Canciones del herrero del arca (1989), Recuerda, Cuerpo? (1991), El equilibrista de Bayard Street (Premio El Olivo de Oro, 1998).
Rodeado del bullicio de las numerosas familias que veranean en el concurrido Hotel Argentina, en Dubrovnik, Viktor Askenasi, respetado profesor del Instituto de Estudios Orientales de París, soporta a duras penas la asfixiante canícula de la costa dálmata. Cercano a la cincuentena, el profesor ha emprendido un viaje en solitario por el Mediterráneo movido por una inquietud que lo perturba desde siempre y que lo llevó, unos meses antes, a dar un vuelco radical a su vida. Pese a que ha descubierto un reducto de libertad, y está dispuesto a asumir las consecuencias de sus actos como un paso ineludible en el camino hacia la plenitud, Viktor constata que esa libertad tiene una cara imprevista que lo sume en el desconcierto.