Tras la muerte de sus padres, fallecidos en un trágico incendio, Richard Elauved tiene que mudarse a la remota localidad de Ballantyne, donde vivirá con sus tíos. Allí se convierte en seguida en uno de los marginados oficiales del instituto, algo que se acentúa cuando un compañero de clase llamado Tom desaparece en extrañas circunstancias: todos culparán al nuevo alumno, tan raro, retraído, irritable y taciturno.
Sin embargo, Richard vio con sus propios ojos lo que le pasó realmente a Tom, una escena verdaderamente espeluznante ocurrida en una cabina de teléfono cercana al bosque. Pero ni la policía ni nadie creen su versión... salvo Karen, otra estudiante arrinconada que lo empuja a llegar hasta el fondo de la cuestión.
Las pistas lo conducirán hasta una antigua casa señorial, ahora abandonada. Ante ella, muerto de miedo, rodeado de insectos, Richard descubrirá que lo observa, desde una ventana del cuarto piso, un hombre de rostro inexpresivo. Después, empezará a oír voces.
Ha quedado científicamente demostrado que la mayoría de mujeres tienden a sentirse asfixiadas por todos los pensamientos, las emociones y las preocupaciones que se superponen entre ellas sin freno ni control: le dan vuelta y más vuelta a todos los aspectos negativos de sus vidas, piensan en las mil formas en las que podrían haber actuado diferente o por qué no se sienten de una determinada manera. Y tanto rumiar no solo obstaculiza su capacidad para afrontar eficazmente los problemas, sino que también tiene consecuencias nefastas en su estado de ánimo, sus relaciones y su salud.
La figura del detective privado ha cautivado al público desde el siglo XIX, envuelta en un halo de misterio y riesgo inmortalizado por la literatura y el cine. Sin embargo, detrás del mito y el glamour de Hollywood, se esconde un empleo que exige una formación rigurosa, un profundo conocimiento de la ley y una habilidad excepcional para navegar entre la realidad y la ficción.
Septiembre, 1907. Movido por los celos, el joven traductor ruso Nikolái Naumov dispara contra el conde Kamarowski en su palacio de Venecia al saber que contraerá matrimonio con la mujer que ama en secreto. Cuando el conde muere, la investigación policial apunta a su prometida, la condesa Tarnowska, como instigadora del crimen pasional junto con otro de sus amantes, el abogado Donato Prilukov. Tres años después comienza el juicio más escandaloso de la época, un proceso que sacudió los cimientos de la sociedad, revolucionó la prensa y cambió el sistema legal judicial admitiendo el psicoanálisis freudiano. Señalada como la primera femme fatale del siglo XX surgen dudas: ¿es la condesa culpable o inocente? ¿Víctima o verdugo? No hay crimen sin historia. La condesa maldita narra los días de una mujer arrolladora que coleccionó amantes, desafió los tabúes más férreos del momento y nunca renunció a su libertad.
El destino de tres mujeres unido por un hilo rojo de cachemir, desde Mongolia y China hasta Italia. Un viaje peligroso animado por los sueños y la ilusión.
En el caleidoscopio de colores del mercado de Ordos, en China, hay uno que destaca por encima de todos. Es el rojo brillante y puro de un jersey de cachemir. Bolormaa lo ha tejido con la última lana de su rebaño, antes de que el verano excesivamente caluroso y el invierno excepcionalmente duro lo exterminaran y obligaran a su familia a abandonar la vida nómada en las montañas.
Muy a su pesar, Bolormaa le vende el jersey a Alessandra, una mujer italiana que le paga una pequeña fortuna por él y le deja su tarjeta de visita junto con la promesa de un trabajo en Italia. Es un encuentro fugaz, pero su recuerdo permanece grabado en la mente de Bolormaa y alimenta el sueño de una vida mejor.
Durante miles de años los seres humanos nos hemos hecho esta pregunta. Ahora, por primera vez, contamos con la tecnología necesaria para investigarlo. Pero, aunque pudiéramos pensar que existe una respuesta contundente ?sí o no?, en cuanto intentamos buscar vida en otras partes, nos damos cuenta de que la cuestión no es tan sencilla. ¿Qué es la vida, en realidad? ¿Cómo encontrarla cuando se trata de distancias siderales? Y ¿dónde somos nosotros los extraterrestres?