Toby Fleishman creyó saber qué podía esperar cuando él y su mujer, con quien ha estado casado durante casi quince años, se separan: fines de semana y vacaciones alternadas con los niños, alguna amargura residual, algún momento de tensión esporádico para negociar la crianza compartida de sus hijos. Pero no podía predecir que un día, en el medio de su emancipación sexual recién adquirida, Rachel dejaría a sus dos hijos en su casa y no volvería más. Toby se había esforzado tanto por encontrar un equilibrio en su vida de soltero. Los vientos de su optimismo, largamente inactivos, recién se habían puesto en marcha. Y ahora esto.
Mientras Toby intenta averiguar dónde fue Rachel, a la vez que hace malabarismos con sus pacientes del hospital, sus tareas parentales que no se acaban nunca y su recientemente adquirida popularidad sexual en las apps, termina siendo la prolija narrativa del marido rechazado y la mujer excesivamente ambiciosa. Pero si Toby quiere comprender de veras lo que le sucedió a Rachel y a su matrimonio, tendrá que aceptar que quizá no ha sido totalmente objetivo en su análisis de los hechos.
Un debut mordaz y sin tapujos, Fleishman está en apuros es una exploración perspicaz, inquietante y a menudo hilarante de una cultura que intenta gestionar las profundas líneas divisorias de una institución que ha demostrado ser digna de profundos recelos y profundas esperanzas.
Milagrosamente devuelto a la vida tras un accidente de coche, y tras dos años de estancia en varias casas de salud, Ludovic se repone en la mansión familiar de La Cressonnade, entre la fría indiferencia de sus padres y el desprecio de su esposa, Marie-Laure, quien habría preferido enviudar antes que pasar sus días con un marido desahuciado y sumido en una existencia indolente. Atenazado por la soledad y el miedo a su mujer, la suerte de Ludovic cambia con la visita de Fanny, su bella, inteligente y encantadora suegra que despertará una tormenta de sentimientos incontrolables a su alrededor. Las cuatro esquinas del corazón, la última e inédita novela de Françoise Sagan afortunadamente rescatada del olvido gracias a su hijo (autor del prólogo), posee la misma magia inolvidable de Buenos días, tristeza.
LA AUTORA DESCUBIERTA POR ABAD FACIOLINCE, UNA DE "LAS ESCRITORAS QUE REVOLUCIONAN LAS LETRAS LATINOAMERICANAS" (SMODA), VUELVE A DESLUMBRAR.
"Con su prosa rica y valiente, desteje los hilos del tiempo y el dolor para mostrarnos el alma humana."
Pilar Quintana (Premio Alfaguara de novela)
Candelaria tiene doce años y vive con su excentrica familia en Parruca, un mítico lugar perdido entre montañas. Su madre habla con las piedras, su hermanastro cultiva hongos alucinógenos y su padre, un artista que esculpe ballenas, los ha abandonado. Mientras la vegetación devora la casa, reciben a extraños personajes: una mujer experta en plantas venenosas con más de un muerto a cuestas, un hombre que teme a los rayos, un desahuciado que persigue su propia muerte y deja tras de sí un enigmático manuscrito... Candelaria intentará que la acompañen en la búsqueda de su padre, y ese proceso le revelará la verdadera complejidad de la vida y la naturaleza vulnerable de los seres humanos.
Leena Cotton es infalible, pero ha metido la pata. Sus jefes le ordenan tomarse dos meses de vacaciones y, agotada, decide escapar de la humeante Londres.
Eileen Cotton es imparable, pero acaba de quedarse soltera a sus setenta y nueve años y no hay (a primera vista) ningún soltero adecuado para ella en Hamleigh, su pequeño pueblo.
Al enterarse del problema de su abuela, Leena propone una solución drástica: durante ocho semanas, Eileen se irá a Londres a buscar el amor mientras ella se ocupa de todo en Hamleigh y aprovecha para desconectar.
Sin embargo, Leena se las tendrá que ver con marabuntas de pensionistas y el insoportable (pero muy atractivo) profesor del pueblo; y tal vez las webs de citas y los hípsters londinenses puedan con Eileen. Las Cotton están a punto de descubrir que vivir la vida de otra persona no es tan sencillo como creían..., pero quizá sea justo lo que necesitan.
Año 1984. Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso y su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos. Todo cambia cuando decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna.
Baumgartner es un eminente escritor y profesor universitario, tan excéntrico como increíblemente tierno, que hace nueve años perdió a su mujer. Su vida estuvo definida por el amor profundo y duradero que sentía hacia Anna y ahora, con 71 años, continúa luchando por vivir en su ausencia.
Su historia común arranca en 1968, cuando se conocen como estudiantes sin dinero en Nueva York y a pesar de ser casi opuestos en muchos aspectos, inician una apasionada relación que se prolongará a lo largo de cuarenta años. La superación del duelo por la pérdida de Anna se intercala con historias maravillosas -desde su juventud en Newark hasta la vida de revolucionario fracasado de su padre en Europa del Este- y con una poderosa reflexión acerca del modo en que amamos en distintas etapas de la vida.