(Si las mentiras no acaban contigo, la verdad lo hará). En el futuro la Tierra es un planeta devastado en el que el aire se ha vuelto tóxico. Rodeados por este paisaje desolado, algunos seres humanos sobreviven en un silo subterráneo. Allí, hombres y mujeres viven en una sociedad regulada por estrictas leyes que han sido creadas para protegerlos.
El sheriff Holston, quien no ha vacilado en defender las reglas del silo durante años, de repente rompe el mayor de todos los tabúes: pide salir al exterior. Su fatídica decisión desencadenará una serie de drásticos acontecimientos que llevará al resto de habitantes del silo a enfrentarse a algo que sólo se conoce por las historias y cuyo nombre ni siquiera se atreven a susurrar.
Destruimos nuestro futuro y olvidamos que lo habíamos hecho.» En un futuro cercano, el mundo sigue siendo tal como lo conocemos. Pero no será así por mucho tiempo. Unos pocos elegidos conocen el futuro que nos aguarda y se están preparando para afrontarlo. Están a punto de conducirnos hacia un camino que nos llevará a la destrucción y nos condenará a vivir bajo tierra. La historia del silo está a punto de ser escrita. Nuestro futuro está a punto de empezar.
La raza alienígena ilin llega a la tierra y pacta un acuerdo con la humanidad para una relación simbiótica: ofrecen sus conocimientos y tecnología a cambio de compartir sus cuerpos y los recursos terrestre. A pesar de haber algunos detractores, la nueva vida entre humanos e ilin trae consigo grandes beneficios, entre ellos un drástico descenso de la criminalidad.
Es por esto que, décadas después, el mundo entero se sobrecoge ante una terrible serie de asesinatos a humanos no simbiontes. El cuerpo de la presunta última víctima no ha aparecido, así que se abre una investigación con la esperanza de salvarla a tiempo.
PUEDES SALVAR MILES DE VIDAS O SOLO LA QUE MAS TE IMPORTA.
Reina la exaltación en el primer vuelo sin escalas de Londres a Sídney. Se rumorea que en primera clase viajan algunos famosos, así que todo el mundo está pendiente del acontecimiento más importante en la historia de la aviación.
Mina, una de las azafatas, trata de concentrarse en el trabajo para olvidar sus problemas personales. De pronto uno de los pasajeros sufre un ataque al corazón y muere. En la cartera del fallecido Mina encuentra una fotografía de su hija de cinco años, Sophie, y parece hecha esa misma mañana en la puerta de la escuela.
Entretanto, en su casa, su marido Adam cree que sus superiores de la policía están a punto de descubrir su secreto.
«¡Haz una cosa que te asuste al menos una vez al día!»
Estas son las palabras que Sole encuentra en la carta que Stella, su mejor amiga, le escribió justo antes de irse a París, inmediatamente después de la única pelea de sus vidas y pocos días antes de morir en un atentado.
Devastada por la pérdida, Sole decide aceptar el regalo que Stella le dejó junto con la carta: un salto en paracaídas, (a ella, que odia volar y tiene terror a las alturas). Siguiendo su consejo, durante cien días, Sole tratará de vencer todos sus miedos: desde subirse a una montaña rusa, hasta viajar sola a París o atravesar un bosque por la noche bajo un cielo estrellado, o besar al hombre amado. Porque, tal como decía Stella, para vencer el miedo, no hay nada como hacer exactamente lo que temes. También en el amor.
Sin tierra a la vista es el último poemario que Simic vio publicado en vida, y el primero que se traduce al castellano de manera póstuma. El autor reflexiona con su sagacidad y divertido escepticismo sobre los fantasmas que nos acechan, y repasa los placeres y las pérdidas de toda una vida.
El Simic que habla aquí se siente claramente próximo a la muerte: ya tiene la vista puesta en la otra orilla, en el «barquito» que lo llevará hacia el final (y al que dedica el poema que clausura este libro, cuatro versos breves amparados bajo el título «El viento ha muerto»). Un Simic que nos pide escuchar con atención el pálpito de la Tierra, del corazón mismo, encontrar la belleza y la tragedia en lo inesperado, profundizar en los momentos fugaces de la vida moderna...
Sin tierra a la vista es un testimonio de todo lo que dejamos atrás y, al mismo tiempo, nos subyuga.