En Guayacanal, su obra más personal, William Ospina revive la historia de sus bisabuelos, de sus abuelos, de Padua -el lugar donde nació-, de un tiempo lejano que si bien es el de su infancia, también podría ser el de su vida entera. Llena de alegría, de música, de personajes de una humanidad inverosímil, de fiestas, relatos, poesía, magia y naturaleza, así como también de mezquindades gratuitas, de hombres aviesos, de terribles crímenes, esta extraordinaria novela logra, en cierto modo, desentrañar el espíritu de un país entero, resucitando una Colombia extinta, una época, una región, unos personajes desaparecidos físicamente, que podrán estar vivos por siempre en estas páginas.