Estocolmo, 1901. En el Grand Hôtel todo está listo para albergar el banquete de los primeros Premios Nobel mientras la dirección mantiene una reunión de urgencia para encontrar una solución a la pésima gestión que está a punto de llevar el hotel a la bancarrota. Hasta que alguien propone el nombre de una mujer: Wilhelmina Skogh, propietaria de varios hoteles situados junto a la red ferroviaria que recorre el país. Una mujer que cree en el trabajo duro, la disciplina, la excelencia en el servicio y en la capacidad de las mujeres para ejercer responsabilidades que hasta entonces les habían estado vetadas. Wilhelmina responde a la oferta con una carta en la que plantea que el hotel debe asumir una importante y costosa renovación para poder ser rentable. La dirección acepta sus propuestas y ella se traslada a Estocolmo. Enseguida conoceremos a las mujeres que la acompañarán en su aventura: Elisabet, vieja amiga y dama de la corte que es huésped permanente del hotel; Ottilia, camarera en uno de los hoteles de Wilhelmina que sueña con trabajar en Estocolmo; Margareta, jefa del servicio de limpieza, atrapada en un matrimonio abusivo... Un grupo de mujeres que a lo largo de la novela mostrarán sus secretos, sus sueños, sus amores... y, sobre todo, la férrea amistad que las sostiene.
Mientras consideraba su mortalidad, Franz Wright encontró una nueva euforia y claridad en la página, entregando para nuestro examen el “yo” defectuoso pero arrodillado en gratitud en el que se había convertido. Desde "Entries of the Cell", el largo poema central que detalla la soledad del alma soltera, hasta breves poemas narrativos en prosa y letras tradicionales, Wright se deleita en el poder compensatorio del lenguaje, observando los faros diurnos que siguen a un coche fúnebre, o el viento, “bendiciendo uno por uno los capullos sin luz del regreso inadvertido del melocotonero doblado hacia atrás”.
La adaptación gráfica oficial de la novela clásica de Ray Bradbury.
Fahrenheit 451 cuenta la historia de un sombrío y horroroso futuro. Montag, el protagonista, pertenece a una extraña brigada de bomberos cuya misión, paradójicamente, no es la de sofocar incendios, sino la de provocarlos para quemar libros. Porque en el país de Montag está terminantemente prohibido leer. Porque leer obliga a pensar, y en el país de Montag está prohibido pensar. Porque leer impide ser ingenuamente feliz, y en el país de Montag hay que ser feliz a la fuerza...
Tim Hamilton convierte en imagen la visionaria distopía ideada por Ray Bradbury a mediados del siglo pasado, sin saberlo mas quizá intuyendo la vigencia de una advertencia imperecedera.
En un futuro sombrío y turbador, Montag forma parte de una extraña brigada de bomberos cuya misión no es sofocar incendios, sino producirlos para quemar libros. Y es que en su mundo está prohibido leer, porque lo que se quiere suprimir es la capacidad de pensar. Una vez que Montag lo comprenda, alertado por una organización secreta dedicada a memorizar volúmenes enteros, sabrá que ha llegado el momento de elegir entre la obediencia y la rebeldía. En esta nueva traducción, que captura mejor que
nunca toda la fuerza del original, la clásica distopía de Ray Bradbury sigue alertándonos sobre las peores facetas del conformismo moderno.
Guy Montag es un bombero, pero en Fahrenheit 451 la misión de estos no es sofocar incendios sino quemar libros, un objeto prohibido porque es causa de discordia y sufrimiento. El Sabueso Mecánico del Departamento de Incendios, armado con una letal inyección hipodérmica, escoltado por helicópteros, está preparado para rastrear a los disidentes que aún conservan y leen libros.
«El mundo de Falcó era otro, y allí los bandos estaban perfectamente definidos: de una parte él, y de la otra todos los demás.»
La Europa turbulenta de los años treinta y cuarenta del siglo XX es el escenario de las andanzas de Lorenzo Falcó, ex contrabandista de armas, espía sin escrúpulos, agente de los servicios de inteligencia. Durante el otoño de 1936, mientras la frontera entre amigos y enemigos se reduce a una línea imprecisa y peligrosa, Falcó recibe el encargo de infiltrarse en una difícil misión que podría cambiar el curso de la historia de España. Un hombre y dos mujeres -los hermanos Montero y Eva Rengel- serán sus compañeros de aventura y tal vez sus víctimas, en un tiempo en el que la vida se escribe a golpe de traiciones y nada es lo que parece.