Rana, ranita, ¡hechicería infinita!
Es viernes y, después del cole, Menta tiene un plan muy especial. ¡Su amiga Ana Sofía la ha invitado a una fiesta de pijamas!
Solo hay un problema: los padres de su amiga son superaburridos. ¡Vaya rollo! Pero Menta tiene una idea: ¡preparará una poción que les asegurará un poco de diversión!
Una joven lectora muy exigente no aceptará clichés en esta historia. No hay princesas en peligro, dragones y brujas malvadas. Ni violencia ni alcohol: no son buenos para los pequeños lectores. Pero los cuentos clásicos y de hadas están llenos de clichés y detalles políticamente incorrectos... y si quieres eliminarlos, puedes obtener resultados bastante extraños. Una historia que lo da vuelta todo para dejarnos con una gran sonrisa en la boca.
«El mito del paraíso perdido es el de la infancia, no hay otro. Lo demás son realidades por conquistar, soñadas en el presente, guardadas en el futuro inalcanzable. Y, sin ellas, no sé qué haríamos hoy. Yo no lo sé.»
El paraíso perdido de la infancia de este narrador se centra en los dos días gloriosos en que fue ayudante de pastor y acompañó a su tío a llevar al mercado unos pequeños lechones. El camino, la noche, el día, el viento... una aventura inolvidable se narra en este poético relato de José Saramago, acompañado por preciosas ilustraciones de Armando Fonseca.
Un libro ideal para regalar a todos los que todavía llevan un niño en el alma.
¡Hola!
Me llamo Julia Mortimort.
Todas las familias son diferentes, pero mi familia es demasiado especial.
¡Son vampiros, zombis, niños lobo y fantasmas!
Hasta hace poco yo pensaba que era la única humana normal de la familia, pero hoy, en el cole, ha pasado algo que lo ha cambiado todo: he hecho volar una caca telepáticamente y la he estampado contra la cara de mi archienemiga.
Sí, tener poderes suena genial, pero hay un GRAN problema:
¡AHORA LAS BRUJAS ME BUSCAN PARA QUEDARSE CON MI MAGIA!
Los dueños de una conejita se ausentan por un día y la dejan en el balcón. Ella entra sigilosamente en la casa y… ¡Empieza la aventura! Se sienta a comer, ve una película de dibujos animados, se maquilla frente al espejo, se disfraza con un bonito traje,… hasta que se queda dormida. Por la mañana, regresa al balcón, ¡pero deja pistas de su travesura! Una historia moderna que evoca al famoso cuento clásico Ricitos de Oro. El artista coreano Ho Baek Lee tiene un estilo delicado, etéreo, despojado de artificios. Crea un personaje entrañable, tan tierno que dan ganas de sacarlo del libro y achucharlo. Los niños se divertirán mucho con este libro y se sentirán identificados con el personaje transgresor. Además, los que sufren al separarse de sus mascotas por un rato, temiendo que lo pasen mal, ya pueden imaginar que, a veces, los muy pillos, convierten la casa en un parque de atracciones.
Carley usa el humor y su inteligencia de la calle para mantener sus muros emocionales altos y gruesos. Pero el día en que entra en adopción temporal y se muda con los Murphy, es como que le cayera un balde de agua fría encima. Esta familia cariñosa y muy activa le muestra a Carley una vida familiar estable que ella nunca pensó podría existir, y se siente como una extraterrestre en ese hogar perfecto. A pesar de su resistencia, los Murphy logran mostrarle cómo se siente pertenecer al núcleo familiar, hasta que un día, su madre decide que la quiere de vuelta con ella y Carley tiene que decidir dónde y cómo vivir. Ella no es realmente una Murphy, pero lo que ellos le han dado le ha abierto un nuevo futuro.