«SU FINAL ES TU PRINCIPIO».
Recuerdo las palabras de la tía Paula cuando escuchamos lo que sucedía: «Ojalá no nos hubiera tocado a nosotras». Pero claro, tenía que tocarme a mí...
Todo empezó en una isla del Pacífico, donde un volcán entró en erupción. Hasta ahí, todo normal. Solo una semana después, el planeta entero está a punto de ser destruido por un mar de lava. Y la única forma de detener el fin del mundo es que encuentre un ídolo perdido hace más de dos milenios y realice un ritual en un templo del mítico reino de la Atlántida, una isla que, para variar, nadie sabe si realmente existió ni dónde podría estar. Pan comido, ¿verdad?
¿Será capaz Amanda de encontrar el reino perdido y salvar a la humanidad de su desaparición?
Un mundo mágico de hechiceras, alquimistas, genios y alfombras voladoras.
Una lucha por el destino.
Tras perder a su madre, Yara encuentra entre sus cosas una carta de despedida con unas extrañas instrucciones: para descubrir su destino, deberá volver a Zehaira, un lugar lleno de magia que no aparece en los mapas. Allí, Yara se encontrará con un gran obstáculo, la Inquisición de alquimistas, que prohíbe la hechicería y encarcela a aquellos que la usan.
Yara tendrá que armarse de valor para descubrir la verdad sobre el pasado de su madre y su propia identidad... y para encontrar su lugar en este nuevo mundo mágico.
Las mascotas forman parte de la vida de
muchas familias, a las que regalan compañía,
alegría, musicalidad. Pero en ocasiones se
les exigen sacrificios que a ellas no les
corresponde hacer. Porque se les aparta de
su hábitat natural, se les encierra y se les
roba su libertad. En El ruiseñor que no
quería cantar, en gran medida basado en
un hecho real, Maritza Florentino nos trae
un testimonio de hoy, que pone de relieve la
importancia de tener una voz, de dialogar y
de procurar un acuerdo para que vivamos en
armonía con la naturaleza y todos seamos
felices.
Hace 66 millones de años el salvaje Uff se echó una siestecita y acaba de despertarse. Ahora, gracias a sus ideas descabelladas, ¡la vida de la familia Peppel anda patas arriba! El día en que Lio encuentra una criatura prehistórica, peluda y con boca de buzón, se la lleva a casa de inmediato. Pero no es nada fácil que su nuevo amigo se mantenga oculto: a Uff le encanta hacer fuego en la cocina, comerse los platos de porcelana y decorar el colegio con pinturas rupestres.