Grandes esperanzas, considerada como la mejor obra del gran novelista inglés Charles Dickens, contiene muchos elementos autobiográficos del autor, aderezados con su delicioso manejo de la ironía, el misterio, la sátira social y el retrato costumbrista. Conmovedora historia de uno de los grandes personajes de la literatura inglesa surgidos de la mente de uno de sus mejores creadores.
Edición conmemorativa de la gran novela de aprendizaje de Charles Dickens.
Esta es la historia de Pip, un joven huerfano y miedoso cuyo humilde destino se ve agraciado por un benefactor inesperado que le cambia la vida al convertirlo en caballero. Grandes esperanzas es una maravillosa novela de aprendizaje, con una inolvidable galería de personajes que reflejan toda una epoca y, al mismo tiempo, llaman a la reflexión sobre las constantes de la condición humana.
Esta edición especial, publicada cuando se cumplen ciento cincuenta años de la muerte del autor, no puede faltar en ninguna biblioteca personal con vocación de permanencia.
Presentamos una nueva traducción de la obra maestra de Tolstói a cargo de Joaquín Fernández Valdes, la primera completamente nueva en español en más de cuarenta años. Publicada por entregas en la revista El Mensajero Ruso entre 1865 y 1867 y en forma de libro en 1869, Guerra y paz no dejó de causar desconcierto en su tiempo y luego, hasta nuestros días, apasionados intentos de definición. Los principales personajes componen un cuadro representativo de la aristocracia rusa de principios del siglo XIX. Tolstói une sus avatares en la epoca de las guerras napoleónicas a los de las figuras históricas y a los de la gente común, abarcando lo epico y lo domestico, lo público y lo íntimo, a menudo desde perspectivas inesperadas: no solo la de un alto mando contrapuesta a la de un ordenanza, sino hasta la de una niña de seis años… o la de un caballo.
Las cuarenta y cinco canciones de Hadewijch publicadas en este libro deben situarse en la cima de la creación lírica medieval. Tratan acerca del amor, Minne, y lo hacen de un modo nuevo, porque el amor de Hadewijch es amor a Dios, pero expresado según el estilo de los poetas del amor profano, trovadores y Minnesänger. Esta combinación genera una profunda sensación de extrañeza que embarga por la belleza de sus versos en los que dominan potentes imágenes destinadas a visualizar un sentimiento cuya vehemencia está más allá de toda mesura. Es la furia del amor.
Nada sabemos de Hadewijch, salvo lo que puede deducirse de su obra compuesta, además de estas Canciones, por treinta y una cartas en prosa, catorce visiones y dieciséis poemas rimados, que la tradición manuscrita nos transmite en su totalidad como una edición cuidada por su misma autora, algo muy raro en la Edad Media. Hadewijch vivió en la primera mitad del siglo XIII en Brabante, una encrucijada lingüística como se pone de manifiesto en estas Canciones en vulgar, brabantino o neerlandés, en las que aparecen elementos románicos y germánicos. Era una «mujer religiosa» fuera de la orden monástica, una beguina, y maestra de beguinas, según se desprende del tono didáctico de toda su producción, que busca sobre todo ofrecer una orientación espiritual. Su obra deja traslucir una elevada cultura por la presencia tanto de teólogos latinos como Guillermo de Saint Thierry o Ricardo de Saint-Victor, como de la tradición trovadoresca, lo que permite suponer que su depurada técnica musical y poética debió adquirirla en un castillo donde imperara un refinado ambiente cortesano.
Hamlet es la tragedia más conocida, admirada e influyente del dramaturgo William Shakespeare. En esta pieza el genio de Shakespeare brilla con especial fuerza, se traza el admirable retrato de un legendario príncipe de Dinamarca soñador y contemplativo, sumido en dudas e irresoluciones, que, obligado a esclarecer los motivos que llevaron a la muerte de su padre, sucumbe ante la fatalidad de las circunstancias. Poblada por una abundante y compleja galería de personajes secundarios, la obra ha gozado de una constante vigencia a lo largo de siglos y siglos, mientras que la ambigüedad, la ambivalencia y la desorientación del protagonista lo aproximan notablemente, por otro lado, a la sensibilidad de nuestra época.
Épica y tragedia se conjugan de manera magistral en la obra seminal de la literatura samurái nipona que sorprenderá por su dramatismo, crudeza, vivacidad y lirismo.
El Heike monogatari es un clásico indiscutible de la literatura japonesa. Metáfora universal de la ambición humana, esta obra épica del siglo XIII narra los tumultuosos acontecimientos sucedidos en el siglo anterior, cuando la influencia de la aristocracia declina en favor de la pujante clase militar y dos importantes clanes samuráis, los Genji (Minamoto) y los Heike (Taira), mantienen una encarnizada lucha por el poder. Heroicos samuráis, damas afligidas, cortesanos intrigantes o fieros bonzos guerreros… el Heike monogatari constituye un caleidoscópico repertorio de personajes desgarradoramente humanos que se ha convertido en una fuente inagotable de temas a la literatura japonesa posterior.