La primera parte de esta historia tiene lugar en 1947. Un soldado americano con problemas que regresa de la guerra se encuentra con su talentoso sobrino de cinco años, al que le deja una impresión indeleble para luego desaparecer durante veintitrés años.
Corte a 1970: el sobrino, que ahora dibuja cómics clandestinos en Oakland, California, se reencuentra con su tío y, recordando el cómic que vio cuando tenía cinco años, dibuja una nueva versión con su tío como un héroe de la Segunda Guerra Mundial.
Corte al presente: un director de éxito comercial descubre el cómic de 1970 y decide convertirlo en una película de superhéroes contemporánea.
Corte al elenco: Conocemos a la estrella masculina extremadamente difícil de la película, su maravillosa protagonista, el excéntrico escritor/director, el productor, el asistente de producción del recadero y todos los demás en ambos lados de la cámara.
A punto de salir de prisión, Nate McClusky comete un grave error y su familia y él son condenados a muerte. Así lo sentencia Craig el Loco, líder de la mafia blanca Acero Ario, desde la celda de máxima seguridad donde cumple cadena perpetua. Un decreto ineludible, pues todo nazi supremacista de California responde al Acero, que compite contra los cárteles mexicanos por el control del narcotráfico en el Estado.
Unas horas después de ser puesto en libertad, Nate roba un coche y, por primera vez en su vida, va a buscar a su hija al colegio. Aunque Polly McClusky todavía no lo sabe, a su madre ya la han asesinado y su padre viene para ponerla a salvo. A sus once años, Polly es tímida, de inteligencia vivaz, y apenas conoce a Nate, pero juntos se lanzan a la carretera por una California desértica y llena de moteles y lugares inadecuados. Polly deberá madurar a toda prisa si quiere sobrevivir y salvarle la vida a su padre.
Lynette está peligrosamente cansada. Entre cuidar a su hermano discapacitado, estudiar y trabajar, hay días en los que quiere tirar la toalla. Pero tiene un sueño que la motiva a seguir adelante y que, después de años de esfuerzo, está al alcance de su mano: comprar la modesta casa en la periferia de Portland donde vive con su familia. Es la única manera de asegurarse un futuro medianamente digno. Cuando su plan se viene abajo, Lynette, en un intento por salvar la situación, se embarcará en una odisea desesperada de 48 horas a través de una ciudad en la que reina la codicia y la ambición.
Pascal Belanger, «Cal», odia a su hermano mayor, Frank, tan dominante y manipulador que le hace dudar incluso del origen de su animadversión. Él es la razón por la que escapó de Littleford, su ciudad natal, y puede que motivase su vida nómada desde entonces. Ambos tienen una historia en común, pero ninguna de sus anécdotas parece coincidir. ¿Cal rescató a Frank de ahogarse un verano o fue al revés? ¿Frank le debe dinero a su hermano o no? Mientras que Frank ha vivido siempre en la misma ciudad, donde ejerce como abogado y encarna el papel de hijo atento, su hermano se ha convertido en un geólogo experimentado y se ha pasado años viajando por el mundo. Cuando se instala por fin en Littleford con su mujer, Vita, Cal debe ausentarse a menudo por razones de trabajo, una circunstancia que su adversario aprovecha para acercarse a ella. ¿Es Frank el buen tipo que todos creen?
Elisabeth Rother, la emperatriz del nuevo mundo, ha decidido escribir sus memorias y no piensa morderse la lengua. Y para ello hace un recorrido por el clan de su familia alemana católico-judía afincada en Estados Unidos: su marido, un médico judío converso; su talentosa hija, Renate; su nieta, Irene Dische, pasando por capítulos enteros de la historia del siglo XX, desde el ascenso del nazismo en Alemania hasta su exilio forzoso en Nueva York. Pero en el centro de sus preocupaciones está la rebeldía de Renate e Irene.
La emperatriz del nuevo mundo es tanto un singular relato sobre la inmigración y la vida en Nueva York de toda una generación que tuvo que huir de sus países por culpa del nazismo, como una carta de amor conmovedora sobre la relación entre abuelas, madres e hijas.
Sistema de recompensa es el retrato de una generación millennial que ha colocado en el centro de sus vidas las pantallas, internet y sus algoritmos. Con humor negro, atención al detalle y grandes dosis de inteligencia, la prosa de Calder nos arranca una mueca entre la burla y el espanto al captar el estado de ánimo de una generación de jóvenes hiperconectados y revelarnos cómo todo parece diluirse frente al poder del algoritmo. Rabiosamente actual, este electrizante debut literario se aleja de todos los clichés previsibles y define, al fin, qué supone ser joven hoy en día.