Vidas rebeldes: En los crudos alrededores de Reno, la «capital mundial del divorcio», confluyen cuatro almas perdidas: la bella Roslyn, que nunca se ha sentido verdaderamente parte de nada ni de nadie, y tres hombres desarraigados que vagan por aquellas tierras subsistiendo con el poco dinero que obtienen de participar en rodeos o cazar caballos salvajes. A lo largo de esta intensa y emocionante historia, los cuatro descubrirán que la libertad tiene su precio, y el corazón, sus leyes. Vidas rebeldes es la novela que Arthur Miller escribió para guiar a la cámara y que más tarde llevó a la gran pantalla en un filme protagonizado por Marilyn Monroe. El resultado es un género de difícil clasificación, que prefigura perfectamente la película al tiempo que ofrece la intensidad narrativa que sólo puede salir de la pluma de un escritor.
En los infernales días de la primavera cubana en que llegan los vientos calientes del sur, coincidiendo con la Cuaresma, al teniente Mario Conde, que acaba de conocer a Karina, una mujer bella y deslumbrante, aficionada al jazz y al saxo, le encargan una delicada investigación. Una joven profesora de química del mismo preuniversitario donde años atrás estudió Conde ha sido asesinada en su apartamento, en el que aparecen además restos de marihuana. Así, al investigar la vida de la profesora, de impoluto expediente académico y político,
Conde entra en un mundo en descomposición, donde el arribismo, el tráfico de influencias, el consumo de drogas y el fraude revelan el lado oscuro de la sociedad cubana contemporánea.
Isaac Asimov, creador de la palabra «robótica», nos ofrece treinta y seis relatos cortos y ensayos sobre robots, que resumen todo su preclaro pensamiento sobre el desarrollo futuro de esta ciencia. Desde el mismo Robbie hasta los relatos de Susan Calvin, la primera robopsicóloga, pasando por Stephen Byerley, el robot humanoide, y el equipo de detectives formado por un hombre, Elijah Baley, y un robot, Daneel Olivaw, protagonistas, entre otras novelas, de Yo. Robot.
Es una novela diferente, una ardiente defensa del amor sensual y una fervorosa crítica de la represión religiosa de las pasiones sentimientos humanos; una obra completamente distinta a las anteriores del autor, aunque lleve el inconfundible sello de su siempre alerta curiosidad filosófica.
En «El miedo de los erizos» habita la rebeldía de los que no tienen nada que perder. Nemo Bandeira, el hombre más poderoso de Oeste, ve en «Vivir sin permiso» cómo, después de haber intentado durante toda su vida recubrir de respetabilidad los delitos cometidos, su memoria empieza a diluirse. «Sagrado mar» es una historia sobre la verdadera tragedia de la vida, que no es la desobediencia, sino la obediencia.
En este libro compiten el bien y el mal, el sometimiento y la insumisión de unos personajes inolvidables, fruto de la maestría narrativa de Manuel Rivas. Con el narcotráfico como negocio y también como red que corrompe conciencias y atrapa muchas vidas en su epicentro, las tres narraciones concluyen en la misma verdad: no hay droga más peligrosa que el poder y la violencia.
Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Vendré pronto.» Esto fue lo último que un joven bombero dijo a su esposa antes de acudir al lugar de la explosión. No regresó. Y en cierto modo, ya no volvió a verle, pues en el hospital su marido dejó de ser su marido. Todavía hoy ella se pregunta si su historia trata sobre el amor o la muerte. Voces de Chernóbil
está planteado como si fuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, cuyas voces fueron silenciadas durante muchos años por una polis representada aquí por la antigua URSS. Pero, a diferencia de una tragedia griega, no hubo posibilidad de catarsis.
«Alexievich describe de manera muy elocuente la incompetencia, el heroísmo y el dolor: mediante los monólogos de sus entrevistados crea una historia que el lector, por muy distante que esté de los acontecimientos, será capaz de palpar.»
The Daily Telegraph