Baumgartner es un eminente escritor y profesor universitario, tan excéntrico como increíblemente tierno, que hace nueve años perdió a su mujer. Su vida estuvo definida por el amor profundo y duradero que sentía hacia Anna y ahora, con 71 años, continúa luchando por vivir en su ausencia.
Su historia común arranca en 1968, cuando se conocen como estudiantes sin dinero en Nueva York y a pesar de ser casi opuestos en muchos aspectos, inician una apasionada relación que se prolongará a lo largo de cuarenta años. La superación del duelo por la pérdida de Anna se intercala con historias maravillosas -desde su juventud en Newark hasta la vida de revolucionario fracasado de su padre en Europa del Este- y con una poderosa reflexión acerca del modo en que amamos en distintas etapas de la vida.
Cuando Eufrasia Vela empieza a trabajar como cuidadora de ancianos, no sospecha que su oficio la llevará a una encrucijada existencial. La íntima relación que mantiene con doña Carmen, el doctor Harrison y Los Siete Magníficos —entrañables personajes que se apoderan de su pensamiento y su cariño— la obliga a replantearse su papel de madre y hermana, las vicisitudes de la longevidad, las formas de la compasión y el sorpresivo valor que los cuyes, esos conejillos de Indias tan peculiares, adquieren en su presupuesto moral. Acompañada de una banda sonora donde resuenan el huayno, el jazz, la balada y el pop, la historia de Cien cuyes rescata a la vez la impronta del cine como un contrapunto de la existencia de sus personajes y una fuente de revelaciones sobre el sentido de la vida y de la muerte cuando esta se aproxima.
«Cien cuyes es una novela tragicómica, situada en la Lima de hoy, que refleja uno de los grandes conflictos de nuestro tiempo: somos sociedades cada vez más longevas y cada vez más hostiles con la gente mayor. Paradoja que Gustavo Rodríguez aborda con destreza y humor. Un libro conmovedor cuyos protagonistas cuidan, son cuidados y defienden la dignidad hasta sus últimas consecuencias».
La vida de Octavio Paz corre en paralelo a la historia política y cultural del siglo XX. Su actividad literaria, diplomática y artística; su conocimiento de otras realidades externas a la de su país, y la relación con sus coetáneos lo convierten en una figura esencial de la cultura en español. Esta antología propone un original itinerario cronológico por la obra de Paz que entrelaza la prosa con la poesía, las cartas con los ensayos y otros escritos, hasta conformar una biografía vital y literaria del mexicano a través de sus textos. El libro se completa con estudios de especialistas y escritores tanto de su tiempo como pertenecientes a generaciones posteriores, que ofrecen una visión amplia y rica de la creación del premio Nobel.
Impreso el 18 de septiembre de 1953, el libro El Llano en llamas toma el título del cuento más extenso que contiene,directamente vinculado a la historia de Jalisco durante las décadas más violentas de la Revolución de 1910 y sus no menos agitadas postrimerías. Pero el resto de los relatos tiene esa época sólo como trasfondo incidental o bien ésta es una ausencia absoluta. Una peculiaridad de la obra es, curiosamente, que sus diecisiete cuentos son todos diferentes entre sí.
El rasgo común de estas narraciones, se encuentra en los sólidos personajes que protagonizan sus acciones y palabras. No todos tienen nombre, pero los vemos moverse y hablar como si viviesen y es común citarlos como si se tratara de gente real en escenarios de verdad: el Llano seco, los Torricos, el hermano de Tacha, Tanilo, el Pichón, Juvencio Nava, el aire gris de Luvina, Lucas Lucatero y sus beatas… Son todos gente y ambientes familiares ya para muchos lectores.
A quienes leen a Rulfo en las culturas y lenguas más distantes de la española estos seres y lugares les resultan también reconocibles en sus tribulaciones y destinos. Son, a veces, arquetípicos pese a su origen local e histórico claramente perfilados, y éste es justamente el mayor logro al que puede aspirar la literatura.
Después de que Charles Baskerville aparece muerto en circunstancias extrañas, Holmes y Watson se trasladan a los páramos de Dartmoor (Inglaterra) para ayudar a la familia Baskerville, víctima de una antigua y terrible maldición. Un perro diabólico parece acechar en los alrededores, amenazando la vida del nuevo heredero, y los detectives se verán envueltos en un laberinto de oscuras venganzas. Holmes tratará de que las supersticiones no enturbien su juicio, pero ¿conseguirá desentrañar el misterio antes de que la bestia ataque de nuevo? «No es cuestión de lo que sabemos, sino de lo que podemos demostrar».