Julio Cortázar merodea en los poemarios y cartas de John Keats y traza un retrato entrañable del poeta. Este itinerario multifacético tiene otros invitados, poetas y críticos literarios que los acompañan en el recorrido. El trabajo minucioso sobre la obra del poeta romántico lleva al autor a un diálogo en el que John Keats se pregunta por la tarea poética y la vida, y Cortázar responde extrayendo una verdad que hace propia a su tiempo.
La pluma de Cortázar dibuja así una Imagen de John Keats que no es una biografía, ni es un ensayo, pero que sí podría ser el diario de ese encuentro imaginario. La distancia de dos siglos que los separan se disuelve en este espacio íntimo que crea (Cortázar) como homenaje para John Keats.
Esta obra narra la apasionada historia de amor entre Diego Pacheco ?un donjuán?, y Asís Taboada, marquesa de Andrade ?viuda, atractiva y respetable?, que se fragua durante las fiestas madrileñas de San Isidro. Al conocer a Pacheco, Asís se da cuenta de que, para poder recuperar su vida, antes debe atender a sus necesidades, huyendo del decoro y las exigencias sociales. Un canto a la sensualidad y la libertad de las mujeres, en una novela soberbia, fresca y amena, que no deja indiferente.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza fue víctima de feminicidio. La asesinó su pareja con 20 años. Esta es su historia, contada en voz de su hermana. Una novela que rescata memorias y busca justicia para ella y para todas.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza, mi hermana, fue víctima de un feminicidio. Era una muchacha de 20 años, estudiante de arquitectura. Tenía años tratando de terminar su relación con un novio de la preparatoria que insistía en no dejarla ir. Unas cuantassemanas antes de la tragedia, Liliana por fin tomó una decisión definitiva: en lo más profundo del invierno había descubierto que en ella, como bien lo había dicho Albert Camus, había un invencible verano. Lo dejaría atrás. Empezaría una nueva vida. Haría una maestría y después un doctorado; viajaría a Londres. La decisión de él fue que ella no tendría una vida sin él.
Con la publicación de Las flores del mal, en 1857, Charles Baudelaire abrió de par en par a la modernidad las puertas de la poesía. En «Spleen e ideal» confrontaba la vida temporal del poeta con la esencial dignidad del arte. Las otras secciones abordaban temas recurrentes del autor: el hastío vital en la encrucijada de la gran ciudad («Cuadros parisienses»); la evasión a través de la bebida y los placeres, hasta desembocar en los paraísos artificiales («El vino»); el amor no correspondido, oscilante entre la sensualidad morbosa y el idealismo ingenuo («Flores del mal»); la rebeldía contra la tradición judeocristiana («Rebelión»); la invitación al viaje, frente a un medio social hastiado de sí mismo; y finalmente lo único que, a falta de paraíso en la tierra, concede el reposo eterno («La muerte»).Baudelaire no es un poeta de certidumbres sino de iluminaciones y contrastes; en su obra convergen el horror a la vida y el éxtasis de la vida, tradición e innovación, orden y aventura.
La vida de Jane Eyre da un vuelco tras la muerte de su padre. Acogida en casa de su tía y sus primos, sufrirá maltrato físico y psicológico hasta ser enviada al siniestro internado Lowood, donde vivirá una experiencia de miseria y privaciones. Ya adulta, comienza a trabajar como institutriz en Thorfield Hall, que en inglés significa "campo de espinos". Allí conocerá el amor del señor Rochester, tutor de la niña a la que ella enseña. Pero el señor Rochester tiene un pasado oscuro, un pasado que tiene que ver con el lugar donde viven. Cuando Jane descubra el secreto que se esconde en el ático de la mansión, su vida no volverá a ser la misma. En Jane Eyre, Charlotte Bronte demostró una capacidad insólita para describir los sentimientos de los personajes. Considerada una de las primeras novelas feministas, esta obra magistral da origen a una gran tradición de mujeres fuertes, capaces de enfrentarse a un destino adverso y de tomar las riendas de su vida.